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"Lou, tenemos que irnos en media hora, amor", Edward besa su frente y frota su barriga muy hinchada. Ya tiene seis meses pero con los mellizos parece que tuviera casi nueve.
Edward no quiere que siga trabajando, pero Louis se niega a dejarlo antes de cumplir el séptimo mes. Que es en dos semanas.
"Está bien", murmura Louis y abre los ojos lentamente.
"Marcel te hizo un sándwich de desayuno para el camino, amor".
Louis trata de mantener los ojos abiertos pero es difícil. Edward y Harry lo ayudan a prepararse y ponerle ropa decente, ya que literalmente se estaba quedando dormido.
"¿Sabes que te amamos?" Harry le pregunta a Louis una vez que lo ha ayudado en el auto.
"No lo sé, H. Ustedes dos me lo dicen 3 veces al día cada uno", Louis pone los ojos en blanco pero se desploma contra su alfa.
Harry suspira, "No dejaremos de decírtelo tampoco".
Marcel ha mejorado mucho y empezó a trabajar a tiempo parcial de nuevo, solo está haciendo pequeñas cirugías y demás, pero está funcionando.
En la oficina, Edward se toma su tiempo para que Louis se sienta cómodo en su silla, tiene el aire acondicionado funcionando todo el día ya que es un agosto caluroso, pero se asegura de que no haga demasiado frío para él todos los días. También se asegura de que Louis tenga bocadillos, bebidas y básicamente todo lo que pueda necesitar.
"Cariño, estos archivos son bastante importantes, ¿podrías terminarlos para el mediodía?"
Louis los mira, "Sí, seguro. Los tendrás antes de eso".
"Perfecto, cariño. Te veré después del almuerzo, te amo", Edward presiona un rápido beso en su frente antes de ir a su próxima reunión.
"Yo también te amo", suspira Louis, sabiendo que Edward ya se había ido.
Es súper dulce con Louis, pero está muy ocupado y apurado en la oficina.
"Tu Alfa favorito está aquí", interviene Harry, "¿Cómo te sientes?"
Harry se queda con el cada vez que Edward tiene que irse, solo para asegurarse de que su omega nunca esté solo.
Louis le sonríe a su alfa más joven, "Estoy bien, ahora estás aquí. Aunque tengo que terminar algunos archivos".
"Está bien", Harry se encogió de hombros y se sentó junto a Louis, sacando su propia computadora para escribir algún artículo o su próximo libro.
Louis nunca sabe lo que está haciendo ya que es bastante misterioso respecto a lo que escribe.
Harry agarra suavemente la mandíbula de Louis y presiona un dulce y suave beso en sus labios, "Buena suerte, bebé".
Louis podría estallar por las mariposas en su estómago cuando uno de los trillizos hacía algo así. A veces se olvida de que no llevan ni un año juntos.
