Me quedé con mil recuerdos

Marzo

- Mónic... - dije sin que me dejase terminar.

- Vanesa vete, por favor, agarra tus cosas y vete!

- ¿Te puedes comportar como una persona normal, sin gritar? - le reproché sin más.

Con gesto incrédulo me miró, sus ojos verdes pero con mirada gris me decían que me marchara, que no era el momento de continuar con la conversación. Sé que hay cosas que no basta con quererlas pero ella era mi mundo, sentía tanto miedo, me sentí tan frágil, que sabía que lo mejor era abandonar su piso y marcharme a casa de Ana a buscar refugio. 

Agarré el teléfono, busqué su número entre los contactos y la llamé.

- Ana, por favor ven a buscarme, no lo ha querido entender. - dije con voz entrecortada.

- Ay! (suspiró) ya voy! - cortó sin dudar.

Una vez en el coche Ana no musitó ni una palabra, sabiendo el error que cometí. Ana sabía que estaba dejando ir a la mujer que me había devuelto la sonrisa, la vida. Yo por dentro y sin querer derrumbarme tampoco dije nada. Todo me sobrepasaba, y solo me preguntaba ¿como fui tan imbécil?. 

Esa noche intenté descansar, pero la discusión seguía retumbando en mi cabeza, era la pesadilla que se muerde la cola. No la tenía delante para explicarle que aquella noche en el reservado, después del concierto de Málaga, me dejé llevar por la impotencia de la discusión previa, y la cagué, me besé con Lili.

Ana subió una historia y de fondo salíamos nosotras, cuando nos dimos cuenta ya era demasiado tarde. 

Mónica al día siguiente de la discusión tenía que trabajar, era sábado. Como de costumbre encendí la tele y allí estaba ella narrando las noticias con su gesto serio pero tan guapa y yo tan imbécil sentada en aquel sofá. Solo podía pensar en llamarla, en decirle que no aguantaba y quería hablar con ella, explicarle todo lo ocurrido, que no quería utilizar como excusa la discusión que tuvimos antes del concierto. 

- ¿Qué hago? A mi Lili ni me interesa, de hecho no la he vuelto a ver, ni quiero, joder Ana dime que lo entiendes - solté de repente de manera desesperada 

- Mira Vanesa, admite que la has jodido y muy gorda... la que se lió en aquella fiesta fue bastante gorda, nadie tuvo control, pero joder tía lo tuyo fue pasarte - me miró con gesto burlesco.

- No me hace gracia... voy a intentar volver a hablar con Mónica.

La vida da muchas vueltas, tal como viene mañana va.

¿Que pensaís que hará Mónica?