Verla me causa pavor, ya me canse de todo, me canse de fingir y disimular, simular cuando mi esposa me da los buenos días y hacer ver que todo está bien cuando claramente no es para nada así. Estar tranquilo al llegar y verla servir la comida. Créelo hasta que se cumpla, dice el dicho, esta vez es créelo para que ella también lo crea, así no sospecha de nada.
Ya tengo tres semanas fingiendo, estoy en mi límite. La misma rutina diaria, levantarme luego de dormir casi nada, aparentar desde la madrugada mientras sonrío y la saludo, comer e irme a mi único rato en paz relativamente, mi trabajo, pero lo bueno se acaba y debo volver a esta locura que ya ni siquiera puedo llamar hogar.
No sé qué hacer, estoy tan cansado, no quiero fingir más, cenar con ella y decirle como estuvo mi día sin hacer caras de que ya está oliendo mal es cada vez más difícil, a pesar de ello debo seguir, aunque me frustre no saber por qué sigue aquí y lo que hace. Debo fingir, fingir que no se ve horrible, fingir que nada ha cambiado, fingir que es una excelente esposa, fingir que la amo, fingir que todo está perfectamente bien, en fin, fingir para que sea cual sea la cosa, esa que tiene el cuerpo en descomposición de mi difunta esposa y se hace pasar por ella no descubra que sé lo que hace...
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Voices in the dark.
NouvellesComo bien dicen, no todo lo que brilla es real y perro que ladra selo lleva la corriente. El miedo en sí en un sentimiento totalmente inmarcesible no se marchita, no es algo que se pueda eliminar 100% de tu vida. De igual forma los miedos son muy...
