Not in this lifetime «KurtAxl»

Bases y condiciones (PARTE II)

—Yo quiero ser sincero contigo, los dos somos adultos.—dijo Axl con seriedad.

—Ajá.

—Y lo que escuchaste aquél día en el baño es todo cierto, cada palabra.—admitió, bajando su cabeza, un tanto avergonzado y juzgado por los ojos azules de Kurt clavados sobre él.

—Entonces, si es todo cierto, ¿por qué no le pides perdón a aquél chico?

—Él ya no responde mis llamadas.

—Pues claro, idiota, tú le rompiste el corazón.—Kurt ladeó su cabeza y observó como la expresión de Axl cambiaba a medida procesaba en su mente cada palabra. Al cabo de unos segundos, siguió hablando:—Predicas muchas cosas en tu música, en la tele y en las revistas, cosas que te acaban afectando a ti y a los que quieres porque no son nada más que mentiras. No es eso lo que en realidad sientes.

—Tal vez.

—¿Acaso crees que a ese chico no le afectaba oírte hablando pestes sobre la gente como él? Claro que le dolía, pero tal vez sus sentimientos eran más fuer...

—Eso lo tengo bastante claro.—Axl ya estaba cansado por los reproches del contrario sobre su vida sentimental, como si este fuera parte de ella. Si reconocía que parte de razón tenía, pero no era capaz de admitirlo en voz alta.—No necesito tus consejos, yo no te invité para que soluciones mi vida.

—Bien, entonces me iré a la mierda, ya he oído más que suficiente sobre esta novela tuya.—renegó Kurt, molesto por perder el tiempo en alguien como Axl Rose.

El líder de Guns N' Roses era alguien terco que se negaba a recibir cualquier consejo, aún cuando su vida se estaba cayendo a pedazos. Mientras que el líder de Nirvana hubiese agradecido tener a alguien que se enfrentara a él y le haga notar en qué fallaba para poder mejorar su miserable existencia.

Kurt se levantó del sofá con su hija en brazos, harto de esta conversación sin rumbo y de estar tan cerca de alguien que no toleraba.

No tenía ganas de seguir escuchando a Axl lamentarse por sus decisiones, por reprimir sentimientos que eran dañinos para él y no aceptar la poca ayuda que uno le podía brindar, no cuando ya tenía suficientes problemas en su hogar y con su vida.

—Espera, espera...—Axl rápidamente se levantó también y tomó al rubio por su antebrazo, evitando que este se marchara junto a su bebé. Sus ojos se cruzaron con los de Kurt una milésima de segundos, el corazón de este se encogió y su voz tembló.—No puedes hablar de esto con nadie, por favor.

—¿Acaso tus amigos no...?

—No lo saben, jamás se lo he dicho a nadie, Cobain.

Kurt pensó que tal vez si podría mantener el secreto, era un hombre de palabra y con códigos, pero si algún día necesitaría usar esto a su favor no lo dudaría un segundo.

—Bien, te prometo que no diré nada.

*****

Los tres miembros de Nirvana se encontraban en el estudio tratando de avanzar con las canciones de su próximo álbum, ya era casi medianoche y habían bebido un par de cervezas junto a las pizzas que ordenaron para cenar, a excepción de Kurt que solo podía beber agua.

El cansancio por el trabajo sumado al alcohol en sangre de los otros dos no era impedimento para que hablaran sin parar de cualquier tema que brotara de sus mentes. Uno de esos temas era la gira con Guns N' Roses.

—Miren, yo pienso que esto es una idea terrible, acabaremos matándonos entre todos.—comentaba Krist, caminando de un lado al otro por el estudio, mientras comía una porción más de pizza.—Además nuestra música es muy distinta, es como si pones a ABBA de gira con Metallica.

—Yo pagaría una entrada para ese concierto.—admitió Dave, reclinado sobre una silla y rascando su cabeza con una de las baquetas de su batería, pensando en el potencial de las dos bandas juntas.—Amo ABBA.

—Pero no tanto a Metallica.—replicó el bajista.

—Nuestra gira con los otros idiotas es cuestión de dinero y morbo.—explicó Kurt elevando su voz lo suficiente como para que sus compañeros lo escuchen desde el otro lado del salón, mientras se encontraba sentado en el suelo afinando una de sus guitarras.—La gente quiere pagar por ver a dos bandas que se odian con la intención de que sus integrantes se maten a golpes sobre el escenario, la música no les importa.

Los otros dos chicos asintieron bastante convencidos por la respuesta de su líder.

—Puede que tengas razón.—murmuró Dave.

—Y aunque la tenga o no, ¿crees que podrás soportar tanto tiempo a Axl Rose cerca?—preguntó el bajista sentándose en el suelo junto a su compañero.—Yo no sé si pueda, me parece un idiota. Seguro nos hará la vida imposible.

Kurt trató de mantener una expresión seria en su rostro, una que no transmita nada de lo que sabía sobre el cantante de Guns N'Roses, el as bajo la manga que podría acabar con su carrera si así lo deseara.

—No creo que Axl vaya a molestarnos.—fue lo único que dijo, tratando de no darle importancia al asunto.

—¿Eso crees?

—Krist, ¿acaso alguna vez me equivoco?—preguntó Kurt con aires de superioridad y sus dos compañeros rieron.

—Varias veces.—contestó Dave.

—Si, unas cuantas.

—Bueno, si, me equivoco seguido...—el rubio rió también.—Pero Axl no nos molestará, se los prometo.

—¿Cómo que lo prometes?—Krist arqueó una ceja, intrigado por las palabras escogidas por el contrario al hablar y la seguridad que transmitían. A pesar de todo el alcohol que había bebido no se le escapaba ningún detalle.

—Tengo un as bajo la manga, pero será utilizado solo en caso de emergencia.

Los otros chicos morían de la curiosidad, por conocer el gran secreto que el líder de su banda escondía, pero Kurt había hecho una promesa y esta sería cumplida. Aunque empezaba a cuestionarse a qué se debía tanta lealtad a Axl Rose y el esfuerzo por mantener la reputación de este a salvo.

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no estuve muy inspirada estos días para escribir así que este capítulo no me convence demasiado, pero los demás se pondrán más interesantes💫💫