1: los angeles

645 70 13
                                    

JULES PEREZ CAMINABA con sus tacones repiqueteando por el frío suelo de mármol mientras golpeaba sus dedos contra la carpeta que traía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

JULES PEREZ CAMINABA con sus tacones repiqueteando por el frío suelo de mármol mientras golpeaba sus dedos contra la carpeta que traía. 

Fue a la oficina y lo primero que hizo fue tocar la puerta antes de abrirla levemente para ver si ella estaba. Su compañera de trabajo estaba dada vuelta viendo a la ciudad desde su silla de cuero por lo que solo se veía el respaldo de la silla. Al parecer estaba hablando por teléfono con alguien que le estaba colmando poco a poco la paciencia;

— Stiles, tienes mas de 30 años, y te lo diré de nuevo, ¡LA ROPA BLANCA LA LAVAS SEPARADA DE LA ROPA DE COLOR! 

Hubo un momento se silencio en que la mujer río, todo enojo pareció haberse esfumado si es que hubo y dio un sonoro suspiro;

— Ay por dios, yo lo hice por 10 años sola, no es tan difícil Stiles... 

Jules siempre quedaba asombrada por lo grande y linda que era la oficina de su superior. Había un mueble lleno de libros de leyes y artículos, una pequeña tv, un gran escritorio de caoba y una pequeña cafetera . Pero lo que más se notaba, lo que más lo hacía hogareño eran las fotos enmarcadas de su familia y de personas que Jules nunca había visto en la oficina además de los dibujos infantiles. Era la única oficina de ese estilo, aunque bueno, su compañera era la única madre y eso que todas tenían alrededor de la misma edad.

— Espero que el FBI ame tu nuevo estilo de Barbie. De acuerdo yo también te amo y... si, si, si, te enviaré vídeos de ella. ¡y fotos también!— hubo un momento de silencio—. Tal vez hoy en la noche ella quiera llamarte para decirte como le fue. ¡adiós!

— ¿Cómo esta mi compañera de trabajo favorita?— Jules empezó con un tono meloso para empezar a rogarle que aceptara el trabajo.

La mujer se dio la vuelta y Jules fue recibida por la amable expresión de Talia Hale, a quien Jules la consideraba básicamente la mujer perfecta en todo aspecto, tanto que Jules hasta creía que tenía un horrible secreto como ser una psicópata o tener un trato con el diablo.

El cabello rubio dorado lo tenía ondulado cayéndole por los hombros hacia el pecho. Los ojos azules brillaban con inteligencia y amabilidad, tenia 30 pero parecía una chica universitaria pues ninguna linea o marca de expresión decoraba su rostro. No compartía la misma preocupaciones de Jules sobre celulitis y tener que evitar las arrugas en unos años más. Había tenido una hija 2 años y medio después de entrar a la firma y Jules no había visto ni una estría cuando se le subía la blusa, era casi como si su cuerpo no pudiera sufrir daño.

Talia como siempre se inclinó y la vio curiosa, dispuesta a ayudarla;

— Buenos días Jules. Dime ¿en qué puedo ayudarte?

La chica rápidamente tomó asiento en frente de la mujer y le tendió la carpeta.

— Mira es de tus favoritos; tragedia sin nadie que la ayude. Es una viuda que no le quieren dar su pensión. Es pro bono. Así que... pensé en venir lo a dejar a la reina abogada de los casos pro bono. Algo simple y aburrido... que en realidad no quiero hacer. ¿Por fis?

LAZARUS RISING | teen wolf movie #7Donde viven las historias. Descúbrelo ahora