Capítulo 3.
Muertos.
Mariana se desplazó con sigilo por la ciudadela. Las creaturas en forma de personas, aún no habían llegado hasta aquí (o eso se creía)
Visualizó a detalle cada objeto, cosa, movimiento. Habitualmente, las calles siempre eran concurridas, con guardias a cada lado, con gente y niños andando de aquí para allá cada vez que se les placía, pero, no existía nadie. Todo estaba sumido en un completo silencio. Pues, ni los guardias, ni el personal adulto, estaban.
Salir del bunker era un error.
Pero, permanecer allí sin rotar la zona hasta que los no vivos se dignaran en tocar el portón, tampoco era una opción.
Mariana era un soldado. Fue entrenada con golpes y apunte de plomo por terciarios. Lo suscitado en ese día no era nada, no debería significar nada, pero los fantasmas se levantaban y amenazaban con robar su alma de lo más profundo de su ser.
Fijó su vista en una tienda de maniquíes. Aquél pantalón negro con correas a los lados y un montón de bolsillos desde los tobillos hasta la cadera, era bonito. No obstante, lo que más captó su atención, fue que la tienda estaba desorganizada al fondo, y, alguien adentro apuntaba hacia ella con un rifle, generando así, una gran sospecha.
Sin embargo, antes de que pudiera actuar. Un grito fue más fuerte para descolocarla, y lograr girarse justo a tiempo cuándo una de las hijas de la primera dama apareció sorpresivamente directo a ella.
━━ Mariana-a ━━dijo la chica en sollozos.
━━ Alaska, ¿qué haces aquí?, ¿dónde está tu hermana?
La adolescente trató de tranquilizarse. Su rostro denotaba miedo, pero contestó.
━━ Muertos.
Ana se acercó con preocupación. Y la envolvió en un fuerte abrazo contra su pecho.
La pelirroja era muy joven para presenciar una escena tan cruda de ver, puesto que, la misma señora Formerch aún no podía reorganizar su memorándum por la casi pérdida de su hija Judith en una noche que creía jamás poder olvidar.
━━ Mariana ━━volvió hablar. Su voz se oyó necesitada━━. Debemos irnos de aquí rápido. La gente de allá afuera acaba de morir ━━los porteros, guardias del redondel y la principal━━, y una horda de zombies viene para acá. Mamá, papá y Lisseth, también.
Un tremendo ruido se escuchó desde la entrada. Tiroteos adiestra y siniestra reprimieron a los salvajes, pero todo fue en vano.
Aquellos eran rápidos.
Aquellos eran el triple.
Mariana hizo un recorrido rápido por el cuerpo de Alaska. La sangre que tenía en el rostro y blusa. No eran de ella, afortunadamente.
━━ Vamos ━━dijo al culminar.
Alaska agarró una de las manos de la guardaespaldas de su madre, y, emprendió marcha hacia la casa de está.
Agustín apuntó con su arma hacia la puerta del bunker.
Su esposa aún no venía, pero el forcejeo que se escuchó arriba, daba indicios de que posiblemente no se tratara de ella.
━━ Princesa ━━habló━━, quédate detrás mío.
Agustín le sacó el seguro a su pistola. Cualquiera que sea, no iba a dar un solo paso más adentro, y menos para colocar en peligro a su única hija.
━━ ¡Agustín! ━━gritó Mariana━━ Toma a Judith. Debemos salir de aquí cuanto antes.
━━ ¿Ana? ¿qué sucede? ━━preguntó alarmado.
━━ Una horda de zombies. Media ciudad logró pasar el área de seguridad━━comunicó al ingresar e ir sin reparos por alguna mochila llena de ropa que había tenido como emergencia, y todo tipo de alimentos más armas con suficiente municiones de recarga ━━. La hija del presidente es la sobreviviente de ello ━━dijo al no recibir respuestas por parte del pelinegro━━, y la llevaremos con nosotros, ¡Agustín! Reacciona, debemos marcharnos. Sostén a la niña y ve por las llaves del coche ━━ordenó exasperada.
━━ Mami...
━━ Nos iremos rápido. No tengas miedo. Alaska ve a lavarte la cara, y de paso hazme el favor de traer el inhalador que está en una de las repisas del baño, y, una caja grande de color rojo llena de medicamentos.
@_Gardeniaaz.
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ˢᵒᵇʳᵉᵛⁱᵛᵉ ━━Carl Grimes
Fanfiction𝐒𝐎𝐁𝐑𝐄𝐕𝐈𝐕𝐄. ❝ Un virus inusual acabó con la mayor parte de New York. Una familia de tres junto con una compañera de procedencia extraña, se salvaron de aquella devastación. Y ahora, como única regla era solo sobrevivir, así sea matando a qui...