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POV de Enid

Lo primero que me di cuenta cuando me desperté fue el aliento caliente de mi novia en mi cuello y sus brazos al rededor mío. Me sentía completamente relajada al recordar los eventos de anoche. Me giré para mirar a Merlina y examiné sus rasgos dormidos; arrugó la nariz y me acercó a ella inconscientemente.

Por primera vez en mi vida, me sentí segura, en sus brazos, como si nada pudiera lastimarme. Me sentí afortunada de haber encontrado el amor para la chica que me había hecho la vida miserable hasta hace un par de meses. Le cepillé el cabello caído de la cara detrás de la oreja, que nunca había notado, pero eran bastante pequeños.

Besé su mejilla y lentamente, y con cuidado, me solté de su agarre tratando de no despertarla. Al hacerlo con éxito, vagué por su dormitorio, admirando sus diversas colecciones de libros y películas. Tenía de todo, desde Harry Potter y Percy Jackson hasta El retrato de Dorian Gray y El mago de Oz. Definitivamente pude ver por qué quería ser escritora; su pasión por este tipo de arte en particular no se parecía en nada a lo que jamás había imaginado.

A juzgar por las películas que tenía en su estante, me di cuenta de que Merlina tenía algunas películas bastante perversas, como The Scissoring, su película favorita, o las películas de Nicholas Sparks. Sin duda, era una obra de arte; me había sorprendido de una forma que nunca creí posible.

POV de Merlina

Sentí la falta de la presencia de Sinclair a mi lado y abrí mis ojos, poco después, noté que ella caminaba por mi habitación, mirando mis muchas colecciones de películas y libros. Lentamente me levanté de la cama y caminé en su dirección, esperando sorprenderla.

-Buenos días cariño, -dije besando su cuello y envolviendo mis brazos alrededor de su cintura.

-Buenos días linda, -contesto, colocando sus manos sobre las mías, relajándose contra mí. -¿Dormiste bien?

-¿Cómo no podía hacerlo cuando te tenía conmigo?

-"Buen punto"... -fue su respuesta; ¿Qué dices de que vuelvas a la cama para que pueda prepararte el desayuno?

-Ni una oportunidad Sinclair. Cocinamos juntas,-contesté tomando una de sus manos y sacándola de mi habitación, dirigiéndome hacia la cocina.

En la puerta del frigorífico había una nota:

Buenos días Merlina y Enid... lo siento, no pude estar allí, tengo que ir al trabajo temprano. Que tengan un buen sábado - Papá

-Supongo que estamos solas, -dije en tono burlón mientras tiraba el papel a la basura.

-¿Debería estar asustada?, -Enid bromeó de vuelta.

-"No" -contesté, besando sus labios.

-No es que me esté quejando, -¿Pero por qué estás tan cursi hoy?

-Porque te amo, -contesté enfocando mis ojos en sus ojos azules. -No arruines el momento Sinclair.

-Yo también te amo Merlina, -sonrió una vez más antes de besar mi mejilla. -Entonces, ¿Qué vamos a desayunar?

-Claro... -Haré un poco de café, ¿Quieres panqueques, tocino y huevos, brownies...?

-¡Hagamos ... todo! -contestó Enid, los ojos se iluminaron más que los de un niño el día de Navidad.

-Está bien, entonces, -me reí entre dientes, entregándole una taza. -Aquí está tu café con leche.

-¿Eres británica de repente?, -preguntó ella juguetonamente.

-Sí, lo soy cariño. ¿Te importaría traerme los ingredientes del armario, querida? -Jugué, en el personaje.

-"Sí", -contestó, levantándose y buscando los ingredientes.

Cuando puso todas las cosas que necesitaríamos sobre la mesa, pusimos manos a la obra.

Primero hicimos los brownies y los metimos en el horno mientras cocinabamos las otras cosas.

Mientras Enid mezclaba la masa para panqueques, hice tocino y huevos. Ella estaba mezclando tan rápido que un poco de masa se derramó en mi brazo.

-Merlina, lo siento mucho, -dijo ella, algo presa del pánico.

-Aproveché esta oportunidad para meterme, una vez más, con ella. Apagué la estufa y me acerqué a ella.

-Está bien nena, no fue tu culpa, -dije discretamente, mientras sumergía mi dedo en la mezcla.

-Oh, gracias, -contestó, deteniéndose a mitad de la frase. Mientras yo ponía mi dedo cubierto de masa de panqueques en su nariz.

-¡Merlina! ¡Te atraparé! -gritó Enid, mojando los dedos en la mezcla y viniendo detrás de mí.

Yo también grité y corrí hacia la sala de estar, pero no antes de caer en el sofá. Sinclair se subió encima de mí y justo antes de que llegará a mí con sus dedos pegajosos, detuve sus brazos con los míos y la besé. Se relajó casi al instante y dejó caer los brazos.

-Merlina... -dijo sonriendo en el beso. -Eso no es justo...

-Sí lo es. ¡Tú lo empezaste! -Me reí mientras me caía del sofá; encima de Sinclair. -Mira quién tiene la ventaja ahora. -dije amenazando con hacerle cosquillas.

-Está bien, está bien... -se rió incontrolablemente incluso antes de que le hiciera cosquillas. -¡Quítate de encima, Merlina!

Me bajé de Sinclair y la ayudé a levantarse. Caminamos de regreso a la cocina y reanudamos nuestra cocina. Cuando Enid terminó de voltear los panqueques, nos sentamos en la encimera de la cocina y comimos nuestro delicioso desayuno.

Después de comer más de lo que pudimos, lavamos los platos juntas, logrando no mojarnos y nos dejamos caer en el sofá.

-No son ni las 9 de la mañana y estoy muy cansada -dijo Sinclair recostándose en mi regazo.

-Yo también... -suspiré. -¿Qué quieres ver?"

-No sé, ¿qué hay en Warner Channel?

-"La teoría del Big Bang" -contesté.

-"Ohhh, vamos a verlo", -contestó sentándose y descansando contra mí.

Dejé el control remoto y me acomodé en el sofá junto a mi novia. Puse mi brazo alrededor de sus hombros y tomé su otra mano en la mía.

-Entonces, ¿qué quieres hacer hoy? -pregunté a Enid.

-No lo sé. -Escuché que hay una feria en la ciudad, ¿por qué no vamos allí?

-No veo por qué no. ¿Deberíamos invitar a los demás?

-"No"... -respondió, -Te quiero para mí sola esta noche.

-Ahora mira quién es cursi...

-No me importa, quiero salir a solas contigo y punto Merlina...

- Jajaja... Esta bien, Sinclair; Voy a ir a darme una ducha para que podamos irnos, bien?

-Está bien, solo estaré aquí, no me escaparé de ti...

- Más te vale Sinclair...

Moría de ganas de darme un baño con Sinclair, pero aún no era el momento, y lo que menos quería era hacerla sentir incómoda.

The Challenge [Adaptación Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora