La mañana siguiente la pasamos durmiendo y a las cuatro de la tarde era el entierro de su abuelo. Lo acompañe hasta la tumba en la que estaba. Estaba totalmente cubierto por su sangre roja y con un cuchillo que le penetraba el cuello tenía una expresión facial que no terminaba de comprender. Llevaba una camisa blanca que ahora era roja por la sangre y unos pantalones vaqueros azul marino. Nos sentamos para escuchar la oración del cura y cuando terminó pude sentir como se rompía el corazón de Aidan.
- ¡Ey! ¿Estás bien?- Le pregunté en un susurro.
-Ojalá estuviera bien, él era el que me consolaba en momentos así- Me contó y una lágrima de tristeza le resbaló por el rostro-. Una vez, cuando se murió mi perro, él fue el único que se preocupo por mí. Mis padres y hermanos pasaron de mi cara como si eso fuera lo más normal del mundo. Todos sabían que yo quería a ese perro pero el fue el único que se preocupo.
-Tranquilo, mañana ya nos volvemos al campamento y no tendrás que volver a verlos- Intenté tranquilizarlo- ¿Se sabe quién lo mató?
-No, nadie lo sabe están intentando averiguarlo.
- ¿Y tu tienes alguna sospecha?
- Mi abuelo tenía muchos enemigos- me dijo y se encogió de hombros-. Seguramente será alguno de ellos.
- ¿Y cómo cuantos enemigos tenía?- Pregunté con curiosidad.
-Muchos, él era un político muy importante del país retirado, es posible que tenga unos ciento cincuenta incluso.
- ¿Ciento cincuenta?- Pregunté perpleja.
- O más- Dijo con un tono seco.
Cuando llegamos al cementerio lo enterraron en una de esas casitas que hay para gente rica. También estaba su abuela y familiares desde el siglo IXX.
Ya por fin era hora de volver al campamento. Estaba harta de preguntas de familia de Aidan.
Flashback
- ¿Entonces eres de Estados Unidos?- Me pregunto su madre.
- Sí, señora- Le respondí amablemente.
- Pero hablas muy bien el español- Me dijo.
- Mi padre era de Argentina- Dije con una sonrisa triste.
- ¿Y donde está tu padre?- Me preguntó curiosa.
- Lo perdí en un accidente automovilístico.
- ¿Entonces está muerto?- Me pregunto con una sonrisa.
¿Será hipócrita?
- Sí, señora- Intenté sonar lo más amable que pude.
- Tú solo recuerda que la vida sigue y que vas a perder a más de una persona a lo largo te tu vida.
- Lo tendre en cuenta para cuando pierda a alguien que me importa, como usted por ejemplo- Dije y Aidan, el cuál estaba a mi lado, estaba intentando no soltar una carcajada.
Y a patir de ahí ya no me pregunto nada más.
Ya una vez en el aeropuerto le mandé un mensaje a Sadie:
Yo: Ya estamos en el aeropuerto
en unas horas llegamos.
Sadie <3: Ok, por favor no tardéis,
no sé cuanto tiempo aguantare sin
asesinar a este ser sacado del
mismísimo Infierno.
Yo: Aguanta.¡Vamos tu puedes!
Espero que sí que pueda, no quiero asistir a más entierros. Por lo menos no esta semana. Con el del abuelo de Aidan ya he tenido bastante.
- Pasajeros con destino al Norte de California pasen al avión, por favor- Dijeron por el micrófono.
- Creo que es el nuestro- Intuí.
- Sí que lo es- Y con eso nos subimos al avión.
Las siguientes horas se pasaron en comer, dormir y mirar series hasta que llegamos al campamento.
- Por fin estáis aquí- Nos dijo mi amiga-. No sé como todavía no lo he matado.
- ¿Ha sido para tanto?- Le preguntó Aidan.
- Ha sido demasiado tiempo, por favor no me abandonéis con ese ser nunca más.
Los tres soltamos una carcajada y nos dirigimos a la cabaña.
- Hola- Nos saludo Cameron-. ¿Qué se siente abandonar a vuestros amigos los cuales se odian por tres días.- Nos preguntó ofendido-. ¡Estaba por coger una escopeta y matarla!
- Ya nos lo ha contado- Le dije yo intentando aguantar una carcajada.
- ¿Por qué no me llevaste contigo al entierro?
- Perdóname amigo, es que sinceramente, prefiero ir al entierro de mi abuelo con alguien que sabe comportarse en un entierro.
- Oye, yo se comportarme- Se defendió.
- Sí, claro- Le dijo-. Por eso cuando te acompañe al de tu tía estuviste contandome lo mal que te trataba cuando le decías que no querías jugar con su hija.
- En mi defensa diré que nunca le caí bien.
Sadie y yo estuvimos intentando aguantar una carcajada hasta que no pudimos más y la soltamos.
Y el resto del día nos pasamos contando anécdotas y cosas sin sentido hasta que nos dormimos.
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El Bosque
RomanceMartha se va un campamentocon su mejor amiga, allí se enamora, sufre y muchas cosas más. En el bosque ocurren una serie de asesinatos, pero nadie hace caso. ADVERTENCIA: Este libro contiene +18, maltrato y mucho gore. No se admiten ni copias ni ning...