Siempre adoré verla de colegiala pero lo que más me gustaba era cuando llegábamos a su casa; siempre se quitaba los flats y andaba sólo con las calcetas o se las quitaba y se ponía unas sandalias o simplemente caminaba con los pies desnudos. Debo decir que ella contribuyó en parte para que empezara a desarrollar el fetiche de pies porque cuando nos sentábamos en el sofá ella subía sus piernas sobre mi regazo y me gustaba ver sus pies blanquitos, sus uñas pintadas de morado o negro y sus plantas sucias porque había caminado descalza pero no me atrevía a tocar sus pies aunque estuviera muy excitado, sólo me cuidaba de que no notara una erección lo cual era difícil porque algunas veces sus pies desprendían el rico olor de su piel.
Cuando se levantaba para ir al baño o se quedaba dormida en el sofá yo corría a su habitación, tomaba los flats que se ponía para ir a la escuela y los olía, lamía y aspiraba con una excitación del demonio, y si encontraba unas calcetas o calcetines sucios hacía lo mismo pero nunca me masturbé o algo, me daba miedo que Brenda me descubriera, a pesar de que ella siempre ha sido muy abierta y explícita.
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Los pies de mi prima Brenda
Short StoryDéjenme que les hable de mi prima Brenda. Hemos tenido uno que otro encuentro erótico y mi favorito es el que les voy a contar.