Me apresuré a limpiar las zapatillas y dejar todo en su lugar antes de que Brenda se despertara. Fui a la sala, mi prima seguía durmiendo, fui por otra cerveza y cuando regresé Brenda había despertado.
—¿Me dormí mucho tiempo?—. Preguntó
—Como 2 horas.
—Ven—. Me dijo alzando sus brazos en señal de que la ayudara a levantarse del sofá, la ayudé a incorporarse, quedamos frente a frente, a escasos centímetros, y de repente me dio un beso en los labios, me paralicé como por tres segundos.
Se examinó un pie con extrañeza pero no le dio importancia.
—Ya me voy a dormir, tú quédate en el cuarto de Julio.
—Sip.
—A y, que quede entre nosotros lo que pasó hace rato.
¿Se dio cuenta de que le lamí las patas o se refiere al beso? Pensé con miedo.
—Sí iii, nadie sabrá—. Respondí nervioso.
—No somos regios como para besarnos Angel—. Dijo seria.
—Obvio no.
—Te veo en la mañana.
—Sí, descansa.
A la mañana siguiente Brenda tenía puesta una falda negra que resaltaba sus enormes caderas y un top blanco muy ajustado, y descalza. No habló de lo sucedido la noche anterior y yo tampoco mencioné algo. Desayunamos sin intercambiar palabra.
—¿Me llevas a mi práctica de rugby?— Rompió el silencio.
—Sí, claro.
—Va, voy a bañarme—. Dijo dándome un golpecito en la frente y sonriéndome pícaramente.
—Te espero.
Desde la habitación de su hermano escuchaba caer el agua y a mi prima cantar en francés, miles de perversiones pasaban por mi cabeza; quería entrar a la regadera y hacerla mía, hacer realidad mis fetiches con ella pero Jesús, pude cumplir mi mayor fantasía: probar su patas pálidas y sucias.Este fue el primer acercamiento caliente que tuve con ella, después les contaré otros.
ESTÁS LEYENDO
Los pies de mi prima Brenda
Historia CortaDéjenme que les hable de mi prima Brenda. Hemos tenido uno que otro encuentro erótico y mi favorito es el que les voy a contar.