▪𝓑𝓮𝓼𝓽 𝓯𝓸𝓻 𝓶𝓮 ❣ 『𝚈𝚎𝚓𝚒𝚜𝚞』

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Afuera, el cielo se estaba oscureciendo con las nubes a medida que caía la noche. Lia estaba de pie junto a la ventana de la cocina, la cena burbujeaba en la estufa detrás de ella, la mente en otra parte, de hecho, estaba atrapada en la sala de juegos de St. John's y en una morena muy, muy linda. Creyó oír la puerta principal abrirse y salió de golpe. ¿Qué estaba pensando? Al volverse para saludar a la intrusa, encontró la puerta firmemente cerrada y a Elly todavía en el suelo viendo dibujos animados con subtítulos. Tomando un momento para mirarla, Lia sonrió. Cada día su hija leía más y más rápido y eso enorgullecía mucho a Lia. Definitivamente era una niña inteligente. Sin embargo, por supuesto que tenía que pensar eso: ¿no estaban orgullosas todas las madres?, Pensó con tristeza.

Suspirando, volvió a su lavado, mirando el reloj en el camino. Se acercaban las siete y sabía que su esposo llegaría tarde. Otra vez. Sacó la cena de la estufa antes de que se cocinara demasiado y sirvió una porción para su hija. Pensando en ello por un segundo, se sirvió una porción, sabiendo que de lo contrario terminaría comiendo sola. Soobin simplemente se comía el suyo frente al televisor cada vez que llegaba a casa. Supuso que era comprensible; trabajaba horas ridículas.

Elly y Lia habían comido, sobrevivieron a la hora del baño, que siempre era divertido, y estaban acurrucadas en la cama de la niña leyendo un cuento de buenas noches cuando la puerta principal finalmente se abrió y se cerró. Lia levantó la vista brevemente y luego, con otro suspiro muriendo en su garganta, terminó la historia. Metió a su hija en la cama, jugó el juego de las cosquillas y luego la besó suavemente en la frente, dejando la puerta entreabierta cuando se fue.

Esta noche, ella no quería ir por ese pasillo. Esta noche, no quería ver a Soobin y realmente no podía explicar por qué. Las cosas habían estado tensas por un tiempo, pero Lia sabía que era su culpa tanto como la de Soobin. Tenía que dedicar más tiempo a él y hacer que él dedicara más tiempo a su familia. Pero esta noche estaba cansada por dentro. Tragando, se movió en silencio hacia la sala de estar. Su esposo ya estaba en el sofá, con un tazón de comida en sus manos, el tenedor moviéndose como un autómata del plato a la boca. Sus ojos estaban entrenados en la televisión. Ella notó que él había apagado los subtítulos, aunque eso significaba que Elly tenía que ir a buscarla al día siguiente para volver a encenderlos. Con el corazón apesadumbrado, Lia fue y se sentó en el sofá junto a su esposo.

"Eh, oh". Con la boca llena, Soobin sonaba como un Teletubby. No parecía uno, ni siquiera seis años después de su matrimonio. Estaba tan en forma como el día que lo conoció, alto y guapo. Estirando sus piernas sobre la mesa de café, tomó su tazón ahora vacío y lo lavó, mirando por la ventana y preguntándose por qué se sentía tan vacía. Volviendo al sofá, miró a Soobin, tratando de atraer su atención. Después de diez minutos, ella se dio por vencida y simplemente lo interrumpió.

"Llevé a Elly al hospital hoy".

"Mmm," dijo, sonando evasivo, sus ojos fijos en la televisión. Unos segundos después, una mirada confundida apareció en su rostro. "Pensé que fue la semana pasada. El Dr. Jeong dijo que estaba bien".

"Sí, esto era para otra cosa. Una clase de música. Hay una musicoterapeuta, muy agradable. Ella sugirió que la acompañáramos. Fue increíble. Trajo tambores y otros instrumentos rítmicos para que Elly pudiera sentir las vibraciones. Se involucró totalmente , Soobin, fue increíble". Fue en ese momento que Lia se dio cuenta de que su esposo no escuchaba ni una palabra de lo que ella decía. "¿Soobin?"

"¿Eh?" Él la miró, los ojos rojos por el cansancio. "Eso es bueno, cariño".

"Sí", dijo Lia en voz baja. Mirándolo por un momento más, su visión ahora de regreso a la caja cuadrada, se mordió el labio. Luego se fue a la cama y se acostó, mirando la ventana cubierta por cortinas hasta que lo sintió meterse en la cama. Cuando finalmente lo escuchó roncar, cerró los ojos y lloró.