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—Gracias por su compra, vuelva pronto. —Seungkwan atendía con su usual sonrisa la florería en la que trabajaba. Le encantaba estar ahí, rodeado del olor de plantitas, interactuando con clientes que solían ser muy amables y tranquilos. Pero lo que más le gustaba es que en el negocio de al lado estaba su mejor amigo, Hansol. Pareciera que el destino no quería despegarlos, siempre terminaban tan tan cerca del otro.

Su relación cercana no era una sorpresa para nadie. Incluso sus clientes regulares le preguntaban cómo se encontraba el más alto, y él siempre tenía la respuesta porque, claro que la sabía, hablaban constantemente.

Su descanso se acercaba y qué alivio que podía tenerlo al mismo tiempo que Hansol, siempre tenía algún chisme o algo agradable de lo que charlar.

Se dirigió a la puerta principal dispuesto a entrar las plantas que había en la vereda y así poder cerrar el negocio por una hora. Estaba por levantar la última planta, cuando vio que Hansol salía del negocio de música en el que trabajaba, acompañando a una chica bastante más petisa que él con una sonrisa gigante en la cara.

—Hansolie, gracias otra vez por ayudarme. Es la guitarra perfecta. —La sonrisa de la chica se ensanchó un poco más.

—No es nada, Chae, sé que buscás esta guitarra desde hace un buen tiempo así que cuando llamaste obvio te la reservé. —Hansol comentaba mientras dejaba la guitarra enfundada en el asiento trasero de un auto.

—Nos vemos el viernes entonces, ¿no? —La chica, que se llamaba Chae al parecer, preguntó y Hansol asintió. Ella lo abrazó y entró al lado del acompañante. —Bueno, suerte con la jornada.

Seungkwan veía todo desde su lugar, quieto, parecía una estatua. Cuando Hansol estaba volviendo al negocio se dio cuenta de la mirada del más bajo y le sonrió para decir "¿comemos?". Seungkwan asintió apurándose a entrar al patio que los negocios compartían.

Ese día el almuerzo lo llevó Hansol, decidió preparar un revuelto gramajo grande para poder compartir con Seungkwan, sabía que ésa era de sus comidas favoritas.

—Kwan, mirá. —Destapó el gran tupper bajo la mirada expectante del castaño.

—Wow, Hansol, mi favorito. —Hansol se halagó mentalmente mientras Seungkwan miraba fascinado la mezcla perfecta de colores. —Hace un montón no como revuelto gramajo, gracias. Voy a buscar platos descartables. —Seungkwan no terminó de pararse ya que su amigo lo detuvo.

—No traje porque no es necesario. Vamos a comer de acá, juntos. —A una cara tan radiante no se le puede decir que no, así que sin más, Seungkwan se volvió a sentar y comenzaron a degustar.

—Hansolie, una pregunta, ¿quién era la chica con la que estabas hoy? Se me hace conocida pero no puedo acordarme de dónde.

—¿Chaeyoung? Estudiamos juntos en la uni, seguro alguna vez que me fuiste a buscar te la cruzaste.

—Ahh, sí, tenés razón. Es linda, ¿no? ¿Tiene una banda?

—Sí, es bastante simpática. Es buena compañera también así que nos llevamos excelente. —El estómago de Seungkwan se empezaba a cerrar ante las palabras de su amigo. —Y sobre la banda, sí, de eso te quería hablar. El viernes Chae va a tocar con su banda en una fiesta y me invitó. Me dijo que podía llevar a quienes quisiera y pensé que podíamos ir juntos, ¿querés? Seguro también le diga a Chan y a Soonyoung hyung.

 Los ojos de Hansol brillaban ansiosos esperando una respuesta afirmativo, quería pasar un buen momento ya que hacía bastante no salían de fiesta. Sabía que a Seungkwan le encantaba su trabajo de medio tiempo y estudiar pero, sentía que necesitaba un descanso, se lo merecía.

lucky | verkwan / solbooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora