🌷 4 🌷

694 65 27
                                    

Louis estaba acostado en su cama con su pijama puesta y harry estaba a su lado, igual con su pijama. Se sentía extraño y nuevo verse así mutuamente, se sentía hogareño e íntimo.

Harry comenzó a tararear una canción poniendo la cabeza de louis en su fuente de aroma y suavemente su mano hacía círculos en la barriguita del omega.

- está bien si me duermo aquí?.- preguntó con su aliento chocando con el cuello del alfa.

- claro, lou.- dejó un besito en su cabeza y cuando la respiración del omega se hizo pausada se dió cuenta que ya se había dormido.

Debía volver a su habitación, a pesar de no querer, salió con mucho cuidado de la cama de louis para ir a la suya, su alfa insistía en quedarse ahí.

Al día siguiente louis despertó, nunca había dormido tan bien en los últimos dos meses, tenía la ligera esperanza de despertar y encontrar a harry a su lado, pero no debió ilusionarse, estaba solo, ahí recordó que él solo era el niñero de Mía.

Levantó a la pequeña y le hizo el desayuno, no sabía la razón del por qué su omega se sentía triste o tal vez sí pero no quería aceptarlo.

Harry bajó rápidamente mirando a louis queriendo preguntar si durmió bien, pero un rastro de tristeza delataba al omega, lo que le hizo pensar de que tal vez hizo algo mal.

- hola lou.- se acercó al omega.

- hola harry.- tapó el taper donde le hizo un sandwich.

- cómo dormiste?.-preguntó el alfa queriendo llenarlo de su aroma para ver su sonrisa nuevamente.

- bien, gracias.- dijo sin sonreír, sería prudente tomar distancia para no hacerse ilusiones estúpidas.

Harry no se iría hasta ver la hermosa sonrisa de louis de nuevo.

- y tu cachorro? Está más grande.- sonrió queriendo tocar pero el omega lo evitó. Doliéndole el rechazo, con un dolor en el pecho se dijo a sí mismo que al llegar arreglaría lo que no sabía que había hecho mal.- adiós lou.

- eso es tuyo.- apuntó el taper.

- gracias.- sonrió triste para besar las mejillas de su hija quien estaba en el living jugando.

(...)

- lou? Por qué hueles así?.-preguntó Mía.

- cómo? Bebé.

- tu hueles bonito, ya no.- dijo siendo inocente de no medir sus palabras, no sabía que lo que había dicho había hecho pensar al omega que su aroma había disgustado a harry y quizá por eso se fue.

Bajó su mirada sintiéndose inseguro.
- hum... No lo sé, cielo, no huelo bonito?.

La pequeña negó agarrando su carrito azul.
Louis hizo un puchero, se suponía que los niños siempre dicen la verdad, no?

Harry llegó antes de lo esperado, siendo las 5 de la tarde, el alfa ya estaba en casa.
En el trabajo no se pudo concentrar, hacía todo mal por lo que prefirió salir antes. El recuerdo del aroma de un omeguita triste no abandonaba su mente.

- hola mi amor, hermosa.- la tomó en brazos dando vueltas con ella, escuchando sus carcajadas.- mi pequeña abejita.- Luego pasó a saludar a louis, quien aún no portaba su sonrisa.
Harry le dijo algo al oído a Mía y la niña subió las escaleras yendo a su habitación, el alfa se sentó al lado de louis, tomando sus manos.

- te sientes bien?.-preguntó harry.

- si.- dijo tocando su cuello con una mano en un intento fallido de ocultar su aroma.- harry.... Hum... Y-yo huelo bien? .- preguntó avergonzado.

LOVE OF MY LIFE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora