Hermano

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— Toma.

— ¡Gracias~! —Hoseok tomó aquella pequeña bolsa transparente de plástico que tenía un "polvo blanco" para besarla y agradecerle al sujeto que se la vendió.

Esto no está bien, Hobi.

— No te oigoooo.

— Puedes verme y escucharme. —Rodó los ojos mientras caminaba a la par. Hoseok ingresó a la casa con prisa del mismo modo que intentaba abrir la pequeña bolsa con dificultad ya que Jimin no dejaba de regañarlo. — Te juro que si pudiera tocarte te quitaría la bolsa. —Le dijo acercándose lo más que podía a su oído.

— Pero no puedes, qué pena. —Contestó fingiendo que le dolía. — Además no sé de que te quejas, no importa que beba o me meta, por algún razón siempre te veo.

— ¿A quién ves?

— ¡Kookie! —Hoseok volteó sorprendido viendo a su ahora pequeño hermano, aventó sutilmente la pequeña bolsa para que no cayera tan lejos. — Veo que tu costumbre de aparecer de la nada aún sigue. —Dijo con una sonrisa.

— Hay cosas que nunca cambian. —Dijo con una sonrisa. — Como tú con tus adicciones.

— ¿Qué? ¿Yo? Pfff, yo no tengo adicciones. —Negó con las manos.

— Ni tú te la crees.

— Inhalabas pintura desde los catorce.

— Ah~ Qué tiempos. —No lo tomó como una ofensa, al contrario, su sonrisa se extendió aún más pareciendo recordar con nostalgia aquellos días.

— Eso no es algo para enorgullecerse. —Dijo incrédulo al ver como parecía hasta orgulloso.

— Lo sé, lo sé, ¿pero qué quieres que haga? Me trae buenos recuerdos cuando mi única preocupación era que el viejo no me castigara. —Dijo mientras volteaba al otro lado, donde estaba Jimin, pero para Jungkook parecía que miraba y hablaba a la nada.

— Sí... —Jungkook carraspeó para llamar su atención, pensó que estaba sobrio pero parece que no. — Creo que... Mejor olvídalo. —¿Realmente valía la pena pedirle su ayuda? Siempre estaba drogado y en las misiones nunca fue de mucha ayuda.

— Koooooookie, dimeeeee. —Hizo un puchero mientras jalaba su brazo.

El nombrado rodó los ojos, podría decirle y seguramente se negaría o dudaría como los demás.
— ¿Recuerdas que dije que el mundo terminaría en cinco días? —El pelirrojo asintió. — Estoy reuniendo a la Academia para intentar impedirlo.

— Oooh. —Exageró sus expresiones al decirlo. — ¡Genial! Cuenta conmigo.

Jungkook abrió los ojos con sorpresa, pensó que se negaría.
—Si bueno... No lo sé... Nunca te gustaron las misiones. —Se rascó la nuca nervioso.

— Pero esto puede ser diferente. —Dijo entusiasmado y con una sonrisa.

— Verás... Ocupas estar sobrio. —Esperaba que sirviera, que dijera que era demasiado para él.

— Oh, no te preocupes, puedo estar sobrio. ¿Ya te dije que me dieron esta bufanda en rehabilitación? —Tomó los extremos mientras jugaba con ellos.

— Sí... Ya me lo dijiste. —Sonrío por compromiso. — Supongo que está bien... Nos reuniremos mañana a medio día. —Ya era tarde y estaba seguro que los demás no querrían hablar en la noche de este tema.

Jungkook estaba procesando esto, ¿habría sido buena idea decirle a Hoseok? Nunca ayudaba en las misiones, siempre se la pasaba en las nubes, ahora hablaba solo y siempre estaba ebrio o drogado, esperaba que Taehyung y Seokjin no les molestara o pensaran que no era buena idea.
Se dio la media vuelta para irse a su habitación, para poner sus ideas en orden pero antes de hacerlo, Hoseok lo detuvo del brazo con suavidad, iba a preguntar pero antes de poder hacerlo unos brazos lo rodearon, ahora Hoseok era solo un par de centímetros más alto que él, tal vez uno o dos.

Academia Umbrella [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora