Único en su clase

Un regalo para mi omega

Los labios de Obito se deleitaban con el sabor de la boca del menor, se separaron por falta de aire aún permaneciendo en esa posición, Kakashi lo veía fijamente, luego él se acercó iniciando esta vez el beso, el azabache decidió ir más allá esta vez explorando con su lengua el interior de la boca del menor, quien soltó un gemido, luego lo empujó levemente el azabache se separó soltando un gruñido descontento, se puso de pie y luego le ayudó.

— Eres hermoso Kashi... —Las mejillas del peliplata se tornaron carmesí, en eso la perilla de la puerta se movió y luego entro aquél hombre de cabello negro.

— Bajen a comer algo.

— Sí... —Respondió Kakashi adelantandose, Obito lo siguió pero luego el mayor lo detuvo.

— No abuses de mi confianza niño. —Dijo el mayor con seriedad.— Si no fueras el destinado de mi hijo no te habría defendido.

— Entiendo... —Respondió Obito tragando en seco, según las creencias los alfas era autoritarios y aterradores, pero un omega lo era mucho más cuando se trataba de sus cachorros.— Yo cortejeare a su hijo como es debido.

— Bueno serán muchos años de cortejo. —Mencionó sonriendo.— Recuerda que apenas va a cumplir trece.

— Seré paciente. —Dijo Obito decidido mientras el mayor se dio la vuelta alejándose.— Bueno, lo intentaré... —Murmuró riendo nervioso y se dirigió a la cocina, los cuatro se sentaron a comer.

— Dile a tus padres que vengan mañana a cenar. —Mencionó Sakumo Obito asintió.

Después de cenar el azabache se despidió de la familia Hatake, luego se fue hacia su casa dónde le comentó a sus padres sobre la cena, a la cual se presentaron al día siguiente, tanto Sakumo como Orochimaru se sintieron aliviados al ver que Obito era hijo de un alfa y un omega en lugar de una beta, así sería más fácil guardar el secreto.

— Obito apresurate. —Dijo Rin mientras mantenía la puerta de la dirección entreabierta y observaba hacia el pasillo.

— Es que no lo encuentro... —Mencionó revisando aquellos expedientes.

— Están por orden alfabético, no es tan difícil. —Murmuró la castaña frunciendo el ceño.

— Pues ya revise todos los nombres con K... —Dijo resignado.

— No puede ser, el apellido va primero. —Mencionó Rin molesta.

— Oh jejeje... —Obito rió nervioso y volvió a revisar el cajón.— ¡Lo encontré! Hatake Kakashi... —El azabache abrió el expediente entonces Rin se acercó.

— No entiendo para que quieres ver su expediente, ¡oh mira sus notas son excelentes!

— Por supuesto, es un genio. —Mencionó con orgullo, luego observó una fecha.— ¡No puede ser! ¡Es el fin de semana!

— ¿Qué cosa?

— El cumpleaños de Kakashi, tengo dos días para comprarle un obsequio y no tengo mesada... —En eso escucharon la perilla de la puerta.— ¡Rin la puerta!

— Ups... jeje...

— ¿Qué hacen aquí? —Preguntó Hashirama entrando a la dirección.

— Yo...eh..  —Obito trató de esconder el expediente, mientras Rin salió corriendo.— ¡Cobarde! —Reprochó Obito y luego volteó a ver a su padre.

— ¿Otra vez husmeando los expedientes de tus compañeros? —Hashirama le quitó el expediente.

— Es que quería saber cuándo era su cumpleaños...