Capítulo 2

954 113 17
                                    

Perspectivas diferentes
2/2
A/N: Aquí habrá un pequeño cambio con lo de Chimuelo.
=======

Vikingos. Seres humanos con un gran cuerpo musculoso, una fuerza muy considerable, valentía y sobre todo; Orgullo.

Pero él no era un vikingo.

Si se le preguntará a los aldeanos de Berk sobre quién era Hiccup Horrendo Abadejo III. Te responderían de mil y un maneras ofensivas hacía esa persona.

Estorbo, inútil, escoria, pez parlante e hijo bastardo, esos y más podrían definir los aldeanos a Hipo.

Sin embargo.

Hipo, él tenía sus cosas buenas que destacaría con orgullo; era inteligente, amable -apesar de todo lo que hagan los niños de su edad-, optimista, positivo y esas cosas podrían llegar a decir sobre él.

En realidad, no lo odiaban, simplemente no querían que se metiera en problemas, y, para ellos su solución fue...

... Despreciarlo para que no intente ser vikingo.

Pescador, comerciante, buscador, rastreador, y miles de cosas Hipo podría hacer, todo menos Vikingo.

No era un secreto que Hipo podía ser muy pero muy silencioso al caminar o correr, eso y contando la facilidad con la que puede seguir rastros de personas y objetos.

Hubiera sido un buen rastreador.

Claro, el jefe de la aldea, Estoico el vasto, sabía de lo que hacían, y los aprobó, siempre y cuando no lo dañarán físicamente.

Alejarlo del camino vikingo no era fácil, era terco como una mula, igual que su madre.

======

Hipo siempre había sido diferente. Ha sido así desde que nació.

A veces, cuando su madre se iva por un rato se sentía solo, asustado.

Hasta que encontró a Gothi, y ya no estaba tan asustado, ni tan solo.

Pero, todavía se sentía solo. Ni Gothi, ni su padre o madre entenderian.

Cómo se sentía ser diferente a los demás. Cómo se sentía ser menospreciado, el hijo del jefe, que no podía hacer nada bien. Un desastre. Un error. Un Omega.

Empujado a un lado, ignorado como un mal olor. No del todo invisible, sigue ahí, solo se necesita cuando es necesario culpar algo.

Gobber, el padre que nunca tuvo, le había dado un trabajo en la fragua como aprendiz. Finalmente sintió que podía hacer algo más que ayudar a Gothi y a su madre, no es que le importara, por supuesto, amaba mucho a Gothi y a mamá, solo necesitaba a alguien con quien hablar, que lo entendiera un poco más.

Patapez, un omega, hablaba cuando no había nadie cerca, cuando nadie podía verlo. No hablaban mucho, casi nada en absoluto, pero aun así se unieron, en silencio por el amor al conocimiento y los pocos libros que tenían sobre Berk (que no eran muchos). Los vikingos solían matar más que leer, la fuerza sobre el cerebro: la lectura generalmente estaba mal vista.

𝑪𝒐𝒓𝒂𝒛ó𝒏 𝒅𝒆 𝑫𝒓𝒂𝒈ó𝒏 (¿Pausada?)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora