𝑪𝒐𝒓𝒂𝒛ó𝒏 𝒅𝒆 𝑫𝒓𝒂𝒈ó𝒏 (¿Pausada?)

Capitulo 3.

Miedos Internos
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A/N: Edwin toma el lugar de Hipo en la película.
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Estaba decidido a encontrar ese dragón a como de lugar.

Cuando despertó la mañana siguiente en casa. No espero más. Tomo su chaleco y cuaderno de cuero. Dudo un poco, antes de tomar una daga y guardarla en el bolsillo de su chaleco.

Se detuvo unos segundo, antes de tomar un bolso de cuero cercano y guardar algunas cosas que le serían útiles guardo vendajes y más cosas que creían que le serían útiles.

Bajando las escaleras de su casa, evita pisar la tabla de escalón dañada , haciendo el mayor silencio posible. Hipo se detiene cuando llega a la sala, dándose cuenta de que había demasiado silencio en la casa. ¿Y sus padres?

Probablemente mamá esté con Gothi y papá... Ni idea. Pensó, alzando los hombros y restándole importancia a aquello.

Salio por la puerta trasera de la  casa y agradecio de que su patio fuera el bosque. Camina por el bosque en silencio. Siendo consiente de que, a pesar de que viviera en un lugar lleno de Vikingos, eso no evitaba que hubiera otros depredadores. Por ejemplo; Lobos.

....

Caminando entre los árboles, esquivando ramas y rocas en su camino. Se detuvo abrumadamente al divisar varias ramas y un camino destruido.

Bien.

Tomando largas respiraciones, camino de forma tranquila por el rastro de destrucción que había frente a él. Mira a sus alrededores, buscando con sus ojos algo que le indicará si había más dragones o alguna clase de depredador. Sin prestar atención a sus pasos, tropezó  con una piedra. Empezando a caer, hipo se pregunto el por qué siempre le pasa esto.Mientras caía camino abajo (deslizándose) vió un risco al final.

— Oh no..— Dijo, mirando horrorizado el risco.

Entonces lo inevitable sucedió, cayó.

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— ¡Uggh, los dioses deben odiarme! — Hipo exclamó, sobándose la espalda por el golpe.

Algo que agradecía de su jerarquía era la resistencia de un Omega a los golpes o movimientos bruscos.

'Eso es lo único bueno'. Pensó hipo levantandose del barro en el que cayó.

Si, la misma madre naturaleza que lo hizo caer lo había salvado. Dandose unos momentos para mirar a su alrededor, su vista finalmente se posó en unos ojos azules brillando bajo la sombra de los árboles.

Haciendo un gesto, hipo cerro sus ojos y los volvió a abrir.

— ¿No hay nada?... Qué raro, creí aver visto unos..- — Hipo cerro la boca inmediatamente al sentir una gran respiración en su cuello.

Giro su cabeza a una velocidad que creyó que hasta se rompería.

Nada, vacío.

— ... La caída debió afectarme de más.— Expreso al aire, levantando una mano y tocando su cuello, sintiendo algo húmedo, Hipo saco su mano del cuello y la miro rápidamente.