Cap.8

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4 meses después. . .

Ahí estaban, amigos y familiares esperando buenas noticias, esos últimos cuatro meses habían sido agobiantes, más para Yujin que no se separó de Wonyoung en ningún momento.

Ahora ella se encontraba sentada fuera de la sala de partos, con Yena y su madre diciendo le que todo iba a estar bien, pero en ese momento lo único que podía hacerla sentir mejor era que un doctor saliera y dijera que su esposa e hija estan perfectamente bien.

—¡Yujin!—

Yujin se levantó rápidamente al ver al señor Jang acercarse a ella.

—¿Donde esta mí hija?—

La menor señaló la puerta detrás de ella y el hombre la rodeo para pasar, pero ni bien la abrió unas enfermeras se lo impidieron.

—¡Suelten me, tengo el derecho de estar con mí hija!—

Las enfermeras se miraron y lo dejaron pasar, tenía razón, es su derecho.

[. . .]

—Papá. . .—

Wonyoung hablo con un tono muy bajo, pero audible.

—Si, mí niña, estoy aquí, y prometo que jamás me volveré a ir—

El hombre beso la frente de su hija y luego tomo su mano con fuerza.

El sabía muy bien lo que era perder a un hijo, y lo doloroso que era, no iba a permitir que su hija pasará por eso.

[. . .]

9 horas habían pasado, y no había ninguna noticia ni de Wonyoung, ni de la bebé.

Todas las mujeres que esperaban fuera de esa sala estaban desesperadas, bueno, exceptuando a Nako y Hitomi, que les ganó el sueño y se quedaron dormidas en las sillas.

—¿Porque tardan tanto?—

Yujin caminaba de un lado a otro, mirando al piso pensativa y preocupada.

—Ya sienta te Ahn, me haces poner más nerviosa de lo que estoy—

Hablo Gyuri mientras agarraba del brazo a Yujin y la hacía sentarse.

Hubo un largo silencio, hasta que la puerta fue abierta, dejando ver si señor Jang.

Todas las mujeres se pararon inmediatamente, incluso Nako y Hitomi que quien sabe cómo hicieron para escuchar la puerta.

—Yujin. . .—

La menor de acerco al hombre y recibió un abrazo de este.

—Ella tiene tus ojos—

Dijo el hombre soltando lágrimas, seguido de Yujin, y luego de todas las demás.

—Dios mando otro ángel al mundo—

Una voz desconocida para todas, excepto para Eunbi, hablo.

—¿Hyewon?—

Eunbi se acercó a la mujer con los ojos algo entrecerrados.

—La misma—

Hyewon sonrió al ver el rostro de la otra, habían pasado veinte años y está no había cambiado nada.

—Dios, a pasado tanto tiempo desde que te fuiste a Japón con Chaeyeon y Kkura, ¿Porque volviste?—

—Bueno, Chae y Kkura querían mostrarle a Kazuha y Yunjin el lugar en dónde estudiaron, y yo, bueno, tenía que presentarte a mí pequeña—

Hyewon miro hacía abajo haciendo que Eunbi también lo hiciera.

Una niña de cabellera negra se escondía detrás de Hyewon.

—Eunbi, te presento a Eunchae, Kang Eunchae—

Eunbi abrió los ojos en grande.

—¡¿TIENES UNA HIJA?!—

—¡Ay si!¡Pero no grites!—

Hyewon se tapó un oído, había olvidado los gritos de la mayor, y ahora que los escuchaba se sentía aturdida.

—Espera. . .Kang Hyewon, ¿Por fin le abriste tu corazón a alguien?—

Eunbi la miro con una sonrisa burlona, mientras se cruzaba de brazos y alzaba una ceja.

—¡Claro que no!Era la hija de mí mamá y mí padrastro, pero el muy imbécil huyó cuando se enteró del embarazo de mí madre, y como sabes, ella falleció en el parto, así que yo me tuve que hacer cargo de ella—

Hyewon acaricio el cabello de la pequeña a su lado.

—Pero nunca me voy a arrepentir, Eunchae es lo mejor que me pasó en la vida—

La castaña sonrió hacía la menor, y está le devolvió la sonrisa.

—Awww, ¿Y cuántos años tiene?—

—Tres—

—Ay, que bien, le va a encantar conocer a Rei—

—Sin duda—

Las mujeres se sonrieron con amor, mientras las otras presentes que habían observado todo querían reírse, sabían muy bien que Eunbi estuvo mucho tiempo enamorada de Hyewon, y muchas creen que aún lo sigue estando, pero bueno, solo Eunbi puede saber eso con certeza.















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