TRADUCCION AUTORIZADA
Serie: Lirios Dorados
Aemond y Lucerys son lo gobernantes de Westeros. Esta es la historia de ellos y sus hijos.
Una serie de canon divergence (divergencia del canon) donde se reescribe los eventos de la danza de dragones con e...
Aemond pausa la cuchara con comida que se disponía a llevar a su boca y observa a su pareja. Lucerys le devuelve la mirada con sus grandes ojos de ciervo color avellana oscuro.
A.K.A: Luke y Aemond conciben a su segundo bebé.
LOS SUCESOS DE ESTE ONE SHOT SE DAN ENTRE SMALL THINGS HELD CLOSELY Y BORN UNDER THE SCORPIO SKIES. SOLO LOS GEMELOS HAN NACIDO.
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—Creo que me gustaría tener otro bebé, qȳbor.
Aemond pausa la cuchara con comida que se disponía a llevar a su boca y observa a su pareja. Lucerys le devuelve la mirada con sus grandes ojos de ciervo color avellana oscuro. Los caballeros veteranos posicionados en las puertas ni siquiera pestañearon ante las palabras de su Reina. Los Capas blancas eran instruidos para proteger y obedecer, no para entrometerse en los asuntos de aquellos a los que debían cuidar.
Aemond baja sus cubiertos y toma una profunda respiración.
—Ya hemos hablado de esto, taoba. No te permito que-
—No me importa lo que usted me permita, su majestad.
Lucerys no hace ningún intento por ocultar su claro desacato. Aemond debería hacerlo latiguear por demostrar tan descarada falta de respeto mientras estaban en frente de otros, pero desafortunadamente esto se había vuelto usual en su matrimonio. Aemond habla y Lucerys lo ignora.
La pareja se mira. Ningún lado cede.
— ¡Muña! —el menor de los gemelos se levanta repentinamente y se sube sobre su silla como si fuera un pequeño pajarito—. ¡Saera está poniendo sus vegetales en mi plato!
La mayor de los gemelos solo se ríe disimuladamente con la mirada fija en su plato, el cual estaba sospechosamente falto de guisantes y zanahorias. Para ser dos niños que habían compartido el vientre, ambos amaban atormentar al otro. Sus Septas y madre habían intentado enseñarles que debían ser más amables con el otro, especialmente considerando el hecho de que probablemente tendrían que casarse algún día, pero ambos niños los ignoraron.
Aemond golpea la mesa con el puño ligeramente y ambos niños se encogen en sus asientos. Lucerys no dice nada, pero sonríe ligeramente mientras sorbe un poco de su vino de miel.
El Rey regresa a ver a su único hijo.
—Aenys, vuelve a sentarte —el muchacho vacila—. Ahora.
Saera solo observa sonriente como su hermano regresa a su asiento torpemente y con las mejillas rojas por la vergüenza.
—Gaoman daor shifang skoro syt ao sōpagon, tala. (No sé de qué te ríes, hija) —la sonrisa de la niña cae—. Ambos irán a la cama inmediatamente después de esto. —Los dos niños hacen sonidos de decepción, pero ninguno dice nada—. Aenys, regresa la comida al plato de Saera y ambos terminen de comer.
