TRADUCCION AUTORIZADA
Serie: Lirios Dorados
Aemond y Lucerys son lo gobernantes de Westeros. Esta es la historia de ellos y sus hijos.
Una serie de canon divergence (divergencia del canon) donde se reescribe los eventos de la danza de dragones con e...
Si no han leído las advertencias y aclaraciones, siguen bajo su propio riesgo :)
El fanfic NO es mío, le pertence a corviids. Solo tengo el crédito por la traducción y adaptación al español.
Por favor pasen por el fic original a agraderle su autor por esta maravillosa historia.
La traducción de la primera parte de la serie ya está! Su nombe es "Flesh without Blood" y está en mi perfil sin les interesa!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los agudos chillidos de la Reina hacen eco a través de los concurridos salones de Maegor's Holdfast, el sonido de su agonía congelando las venas de sus recién asignadas matronas y sirvientas.
Lara apenas llevaba una luna como empleada del castillo, y llevaba asignada al joven Reina por mucho menos. Pero aún así, ya estaba siendo testigo de lo peor.
El joven Reina, Lucerys, ya estaba embarazado cuando le dio la bienvenida a Lara dentro de su hogar. Un dulce muchacho de diez y seis en ese momento con ligeros rizos castaños y afligidos ojos oscuros; su rostro lucía tan similar a aquel de la que fue reina por medio año que, por un momento, Lara creyó que estaba viendo a la deshonrada reina en persona.
El muchacho se movía con titubeo, la incertidumbre se derramaba de cada orden que daba y constantemente regresaba a ver al personal de mayor edad en busca de guía; ya fuera para escoger la vajilla para un simple festival o para saber si el pastel de limón era un acompañamiento apropiado para tomar un trago vespertino con un emisario.
Lara sabía que la mayoría de omegas masculinos se presentaban más tarde que sus contrapartes femeninas, o incluso los alfa. Por lo que era muy poco probable que el muchacho hubiera recibido una apropiada educación acerca de su sexo antes de que la guerra se desatara, y Lara no pudo evitar sentir lástima por el joven reina debido a esto.
Puede que ella fuera solo unos cuantos veranos mayor al muchacho - teniendo ella diez y nueve- pero el niño había pasado por tanto en tan poco tiempo. Un momento era el príncipe hijo de la heredera al Trono de Hierro, y al siguiente estaba siendo casado y colocado junto a dicho trono. Puede que el pobre muchacho hubiera nacido en una vida llena de comodidades, pero llevaba el mismo peso que todos los demás omegas, el cual no era mucho mejor al ser el último omega en la dinastía de su familia.
Otro grito hace eco a través del salón, haciendo dudar a cada sirviente del lugar por un momento. Todos pausaron sus actividades y miraron en dirección del ruido. La enorme puerta de la habitación principal de la reina se abre para revelar a la exhausta matrona, sus manos y codos llenos de sangre y su rostro marcado por la frustración. La mujer gira rápidamente y baja la mirada hacia Lara.
—¡Tú! ¡Chica! Ven aquí y trae esas toallas —la beta vacila insegura. La mujer aprieta la mandíbula y extiende las manos frente a ella. Las sacude para hacer énfasis y Lara hace una mueca al ver la sangre salpicar sobre la alfombra y las paredes.
