Vida • Messi x Ochoa [FIFA]

04.- No poder verse

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04.- No poder verse.
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— ¿Quieres ser mi novio?

— Si Leo, si quiero.

Ambos se dieron un tierno beso sellando la felicidad que en esos momentos era lo único que les importaba.

Leo prefería por ese momento no decirle nada a Memo sobre lo que su padre estaba planeando hacer.

La felicidad del joven era demasiado, que lo que menos quería en esos instantes era mortificarlo con problemas... problemas en los que no iba a tener nada que ver.

Aunque eso con el paso de las semanas se reflejo de la manera en que a Messi no le hubiera gustado. Al contrario.

— ¿Quieres un helado?.— Leo sonrió viendo del otro lado una cafetería la cual tenía variedad de sabores de helados.

— Si, quiero de chocolate.— Sonrió el joven.

— Amo tus sonrisas.— Leo lo jalo levemente del cuello.

Aunque para darse un beso, Memo se inclinó un poco pues era más alto que su novio. Pero sonrieron felizmente para después cruzar la calle de la mano y entrar a la cafetería.

Enseguida la sangre se le heló al Argentino.

— ¿Quién es él?

— Se llama Ronaldo...

Por mala suerte, se habían visto en una cafetería con el joven Portugués, Ronaldo había observado a Lionel pero apenas y puso la mirada para recorrer despectivo a Memo, el Argentino comprendió que ese encuentro no iba a ser placentero. En especial cuando el otro había visto todo tras las ventanas del local, fácilmente pudo notar que aquel joven de vestimenta sencilla era la pareja de "su prometido".

Ronaldo sonrió con burla para ver a Leo y salir de la cafetería...

— Debo irme Memo.— Le soltó la mano suavemente.

— Si pero...

Ni siquiera le había dado tiempo a su novio de despedirse siquiera. Lionel se acercó presuroso a Ronaldo y se fue con él. Eso había sido algo bastante extraño para él Omega Mexicano, pero tras eso suspiró y regreso a casa. Había algo raro en todo ello.

Las cosas se pusieron peor cuando al llegar a casa, Ronaldo le dijo a Diego con quién estaba su hijo.

— ¿Quién es ese chico?.— Preguntó Maradona.— Y no digas que no lo conoces si ibas de su mano...

Poco le faltó a Leo para matar con la mirada a Ronaldo quien lo veía con burla, pero un golpeteo sobre el escritorio le hizo volver la vista hacia su padre.

— Te hice una pregunta Lionel.

— Somos amigos de la escuela...— Finalmente expreso el menor. Mintiendo.

— ¿Cómo se llama?.— Siguió con sus preguntas en un tono agresivo tras ver qué no hablaba.— ¿Qué como se llama?.— Repitió más molesto.

— Guillermo...

— ¿Guillermo qué...?

— Ochoa.— Leo bajo la mirada hablando sin poder evitarlo, el control que tenía Diego sobre él era demasiado como para no hacer caso.

— Última vez que te quiero de la mano de ese sujeto...— Continúo con seriedad.— O de verdad lo lamentaran a la próxima.

— ¿Eh?

Leo lo observó pero Maradona les hizo salir tras una llamada que había recibido... Al cerrar la puerta ambos chicos quedaron de frente.

— Maldito soplón...— Gruñó Lionel.

— Si yo no soy feliz con esto... pues tú tampoco lo serás.— Ronaldo se fue a su habitación. Estaba en casa de Lionel al menos esos días pues su vuelo a Portugal se había cancelado.

Eso solo le dio más coraje a Lionel... pero se fue a su habitación para tirarse a la cama... había estado ocultando a Memo por su seguridad pero todo se había ido al carajo.

Fue un fin de semana bastante largo...

✓✓ Te veo el Lunes amor... te lo explicaré todo lo prometo.

Leo le había mandado un mensaje a su niño de hermosos rizos, Memo había respondido solamente con un 'si' y eso no pudo ser más preocupante para el muchacho.

El fin de semana fue eterno para ambos en realidad.

Las cosas empeoraron cuando Maradona le dijo que debía acompañarlo a unos negocios para que aprendiera de ello y que no solo iba a vivir del Fútbol. Por esa razón no iba a ir a la escuela.

✓✓ Amor lo siento, te veré mañana...

Se había preocupado por faltar a clases que decidió mandarle un mensaje a Memo discretamente cuando iba en el auto. Por suerte a la hora en que lo mando era el cambio de clases pues tenían 2 horas de deportes así que había unos minutos libres de camino a los vestidores y el gimnasio.

✓✓ Está bien amor.

Un poco más tranquilo Leo sonrió, su amado le mando un gif de un osito dándole besos a otro.

✓ ¿Cómo te fue en la clase? ¿Me perdí de algo interesante?

Al pasar el par de horas, Leo se extraño. El mensaje solamente tenía una palomita de no recibido.

Y no había recibido tampoco respuesta.

Eso le preocupaba.

✓ ¿Estás bien? ¿Pasa algo?

En la tarde había mandado otro mensaje... pero nada.

Quizás Memo tenía apagado el celular... quizás no tenía señal.

Quizás había algo raro ahí.

Pues al día siguiente Ochoa no se había presentado.

— ¿Sabes por qué no vino Guillermo?

Pero al preguntar  entre sus compañeros más fue su preocupación.

"Después de deportes no tomo las siguientes clases".

"No sabemos que pasó".

"Pero sus papás vinieron por él".

"Estaba llorando".

El corazón se le encogió con lo último... Leo no quería hacerse ideas en la cabeza pero tuvo un terrible presentimiento.

Presentimiento que al día siguiente tomo más fuerza. Había llegado más temprano para poder ver a Memo y hablar con él... No le respondía los mensajes y las llamadas mucho menos.

Se dio cuenta que su amado había llegado y se dirigía al área de los casilleros.

— ¡Guille!.— Salió corriendo detrás.

Pero se asustó cuando lo vio.

La expresión de Memo se veía triste y no solo eso: tenía varios golpes en el rostro y el cuello, destacaba un golpe en el labio y otro más en la ceja pues tenía parchecitos de curación en forma de triángulo en la ceja... Además de un gorro de tela en la cabeza.

— Amor...— Aunque a Leo le costó hablar.

— Ya no debemos vernos Leo...— Expresó con tristeza.

— ¿Q-qué?.— Se sorprendió.

— Tú papá no quiere que esté contigo.

Enseguida le cayó el veinte al muchacho.

"O de verdad lo lamentaran a la próxima".

Recordó aquella frase que Diego le dijo, tomando más sentido todo: su padre había mandado golpear a Guillermo...

Y todo debido a lo que le contó Ronaldo.

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