Después de mucho esperar, los reyes Vulturi, encuentran a su compañera. En el lugar quizá menos esperado, pues la más pequeña del Aquelarre Cullen, es quien llegará para gobernar a su lado.
Elizabeth, la hermana niña del clan, cuidada y atesorada, h...
El avión de los Cullen, había llegado a Italia, la familia había pedido el vuelo que llegaba al lugar en la noche para evitar contratiempos con el brillo de su piel y para evitar que hubiera guardia Vulturi cerca.
Elizabeth estaba muy tranquila, ahora mismo dormía en los brazos de Emmett, el mayor procuraba moverse lo menos posible, pues ama cubrir a su adoración de esa forma. Ella dormida en sus brazos y él siendo el guardián que es.
Su madre viene con Edward, al parecer si lo convenció de alejarse un tiempo. —Carlisle habló aliviado, había deseado ver a sus hijos felices, pero Isabella había llegado hasta Italia, poniendo el peligro a su familia.-
Es mejor que él esté alejado. Ella es peligrosa para nosotros. -Afirmó con voz fría Rosalie, desde que la vio tuvo problemas con la humana asquerosa, pero cuando vio a su pequeña llorando al sentir que su lazo con Edward se rompía, comenzó a odiar a la humana.- Lizzy merece el mundo.
Tenemos que ir a un hotel, la temperatura está bajando mucho, si bien Lizzy es fuerte, podría enfermar. —Alice decidió detener el enfoque de su familia, y mejor enfocarnos en algo importante.- Más tarde podemos ir a cazar, pero ahora Lizzy debe dormir.
De esta forma la familia Cullen ingresaba a una casa que tienen en Viena, donde pasaban algunas cortas temporadas cuando tenían que moverse del pueblo para evitar sospechas. La casa es grande pues debía albergar a tres parejas y dos adolescentes, aunque a veces Emmett y Rosalie se alejaban por unos semanas para vivir nuevamente juntos, también lo hacían Edward, Jasper y Alice dejando sólo a Carlisle, Esme y Elizabeth para disfrutar de su tiempo en familia.
Éste lugar sigue como la última vez. -Jasper sentía calma al saber que esa casa la había escogido Elizabeth. Todos se sentían cómodos con la pequeña a su alrededor.-
Yo cazare al final, será mejor que ustedes se alimenten cuanto antes. —Carlisle Instruyó a sus hijos, todos debía comer cuanto antes, pues tenían más de dos días sin alimentarse adecuadamente.-
Nosotros iremos a Suiza. Entre más lejos mejor. - Alice afirmó mientras tomaba a Jasper de la mano y salían.-
Nosotros iremos a Francia, será cerca pero lejos del territorio de los Vulturi. —Emmett cargo a Rosalie y empezaron su camino para poder alimentarse adecuadamente.-
Dentro de la residencia sólo quedaron Carlisle y su hija adorada. Las horas pasaban lentamente mientras Elizabeth dormía en los brazos de su padre, el mayor leía algunos artículos de medicina, había decidió en entrar a la farmacéutica para realizar algunas medicinas y patentarlas, debía esperar otros 80 años para poder empezar desde cero y que no exista ningún registro, había hablado con sus hijos y todos quedaron que él, Emmett y Jasper serían hermanos, pues Emmett quiere estudiar arquitectura y Jasper quiere estudiar para Economista, por otro lado Esme quiere estudiar arte y filosofía pues será hermana de Rosalie y Alice llegará con Elizabeth y Edward. Tendrán que prepararse para poder armonizar la historia, pero los cimientos para su nueva vida ya estaban.
La mañana comenzaba a vislumbrarse, Elizabeth comenzó a despertarse, estiró sus brazos y piernas, tomó la mano fría de su padre y le sonrió mientras su padre la veía lentamente.
Papi. —La voz de Elizabeth salió un poco ronca por estar apenas despertando.-
Mi bebé. —Carlisle ama a su niña, siempre recuerda cuando Esme le dio la hermosa noticia de su embarazo, el cual sólo duró unos siete meses, pero su bebé fue recibida con amor por su familia. Sus amigos de lugares lejanos viajaron sólo para conocerla. Siempre recuerda a su niña en brazos de su madre, cuando dijo su primera palabra, papá. Cuando comenzó a ser entrenada por sus hermanos y recuerda las infinitas travesuras. Recuerda todo.- Ven, te llevaré a buscar tu ropa, ¿vas a bañarte?
Umhum, hoy no quiero usar pantalón. Veamos que escogió Alice. —Dejó que su padre la levantó en brazos, siempre tranquila, siempre consentida.-
Tomó un hermoso vestido color rosa con algunas flores y adornos muy discretos, marcaba su hermosa figura, tenía un estilo de kimono, lo que le hacía ver aún más hermosa y llevaba un saco en color café claro para realzar lo blanco de su piel, sus ojos se veían enmarcados con un ligero maquillaje y su olor dulce opacaba la fragancia de las flores. En su estancia en casa había tomado una decisión y estaba firme en ella.
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Mientras tanto en el castillo de los Vulturi, la celebración comenzaba, gracias a Demetri, los reyes habían sabido que Elizabeth Cullen estaba en Italia, y que estaba muy, muy cerca de ellos.
Los reyes estaban muy felices y Aaro deseaba que pronto su pareja se les uniera.
Elizabeth sonrió ante su reflejo y bajó a donde estaba su padre realizando su desayuno, pronto era el tiempo, y no quería esperar.
Lizzy, hice un típico desayuno coreano, espero sea de tu agrado. -Sonrió mientras servía un tazón de sopa y le dejaba los palillos a un lado.-
Gracias padre. -Habló un perfecto acento coreano y se sentó a lado de su padre, quien tomaba algunas notas.- Papá, quiero ir a ver a los reyes.
Carlisle sintió que su estuviera vivo, seguramente hubiera muerto por la sorpresa. Pero extrañamente sentía que podía confiar en su hija.
¿Has tomado una decisión? —preguntó mientras dejaba sus notas de lado.-
Si, en mi estadía en casa sentía un vacío, dolía mucho. Pero ahora que estamos en Italia, me siento reconfortada. —Suspiró mientras comía las delicias que su padre le había preparado.- ¿Estás molesto?
—Sonrió mientras veía las luz que generaba su hija.- No, si es tu decisión, no haré nada para cambiar tus ideas, sólo te pido que antes dejes que hable con ellos, no como amigo, sino como un padre. Y debes esperar a que estén todos aquí. Podemos ir a verlos, pero deja en claro que antes de que les digas tu decisión, esperes que todos estemos a tu lado.
Entiendo, yo me siento tranquila, quiero que mis hermanos se integren con ellos, que no se vean como enemigos, después de todo, mi vínculo está con ellos. —Sonrió mientras recordaba las emociones que sentía cuando vio a esos tres pares de ojos.-
Bien, mandaré una carta, si quieren verte, que vengan, pero no irás al castillo hasta que todos estén contigo. —Afirmó mientras tomaba una hoja y comenzaba a redactar una carta para los que en algún momento fueron sus aliados, amigos y mentores.-
Después de unos instantes, Carlisle selló la carta con el emblema de su familia y salió en búsqueda de alguien de la guardia. Dejó a su hija protegida.
Una carta llegó a las manos de alguien de la guardia, con orden de llegar a Marcus Vulturi, pues sería él quién calmará la urgencia de sus hermanos.
