Cada día pienso en que cada vez me hundo más y más. Justo cuando creo que voy a poder salir, resulta que me hundí más. No quiero ilusionarme con que voy a salir, ya ni peleo por hacerlo.
Todos los días mirarte al espejo y hacer cara de asco. Agarrar toda esa piel, grasa, que sobra de tu cuerpo y pensar "así sería hermosa". Lo único que necesito es bajar de peso. Hasta el punto que mis clavículas sobresalgan, mis costillas se marquen, mis piernas no tengan nada de grasa. Poder de tener eso es mi deseo. Pero, cuando lo voy a tener?
No pido otra cosa más que esa. Dejar de comer es la única opción. Las únicas comidas serían el agua, 0 calorías. Yo me pregunto si empiezo a morir lentamente alguien se dará cuenta?
Lo único que sabe hacer la gente es hablar pestes de ti. Si no quieres que sigan hablando solo desaparece. Es la única forma de terminar todo esto. Cuando pienso en quien me puede ayudar a salir de esto, no tengo a nadie. No confío lo suficiente como para tener a alguien. Guardar todo tipo de sentimiento, esa soy yo.
Se vuelve adictivo bajar de peso. Pesas 55 kilos te propones una meta hasta los 50. Cuando llegas, te sigues viendo gorda, fea, horrible. Y te propones llegar a los 45. Llegas y todavía no estás a gusto con tu cuerpo y nunca lo estarás. Así empieza este juego. Todas las mañana tomar esa píldora imaginaria de depresión. Todos los días levantandote, y te miras y te odias cada vez más. Mírate! Dice tu cabeza, y esa estúpida y molesta voz que grita "ERES HORRIBLE, NADIE TE QUIERE". Esa voz interna que cada vez que te miras te hace más y más mierda.
Entonces, somos nosotros o la sociedad quien nos hunde cada vez más? Todos somos demonios, pero el demonio somos nosotros mismos. Que afilamos las cuchillas para poder tener cortes en nuestras muñecas y partes de nuestro cuerpo. Atamos sogas al techo, solo para que ese demonio se vaya de nosotros. Nos matamos lentamente, a veces sin darnos cuenta.
