Capítulo 2

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Katsuki sonríe cuando ve a Izuku jugar con los niños del orfanato. Uno de los eventos más importantes en el reino de Cass es el Festival Infantil, donde todos los niños de Cass son reunidos en el palacio. No importa la situación de sus familias, o si tienen dinero. Todos los niños son llamados a participar.

Son dos semanas de alegría y gozo para ellos, pues disfrutan de atenciones que los hacen sentir amados, en especial los niños que no han tenido el privilegio de nacer en familias estables y llenas de amor.

El emperador se encarga de los niños que vienen de familias nobles, aristócratas y burguesas.

El emperatriz, en cambio, cuida de los niños plebeyos, huérfanos, sirvientes y nacidos en cunas de pobreza.

Katsuki siendo niño, participó en este festival y le siempre le gustó mucho, pues su madre lo había instaurado. Ella creía que los niños, fueran nobles o no, debían ser felices al menos un poco de tiempo.

A pesar de que es normalidad que el emperador reciba a los niños de bajo estatus, por petición de Izuku, el emperatriz los cuidará durante esas dos semanas.

Katsuki no debe ceder, pero nunca le ha podido decir que no a Izuku.

—Sería un padre fantástico.

El rubio mira a su lado, donde está la dama de compañía de Izuku, quien le ha acompañado desde que llegó al palacio. Ella observa al pecoso con una sonrisa en sus labios. 

—Bueno, ¿puedes decirme desde cuando tú tienes permitido hablarle al emperador de todo Cass? —pregunta Katsuki, alzando una ceja.

La castaña rueda los ojos. —Desde que te cargaba en mis brazos cuando tenías cinco años, "majestad".

Katsuki bufa ante Ochako, que solo ríe burlonamente. 

La verdad es que la omega de treinta años ha vivido su vida cuidando de Katsuki. Ochako es su hermana mayor, o hermanastra mayor. Ella tiene la autoridad para reprenderlo en los momentos necesarios y le daba su justo castigo desde que era un niño.

La princesa Ochako, fue adoptada diez años antes del nacimiento del principe heredero, y fue la protegida de Masaru, emperatriz de Cass.

Al morir su madre y su padre adoptivo, ella cuidó al pequeño alfa de diez años, y se hizo la dama de compañía del emperatriz. Sabía que Katsuki no tenía buen caracter para ser un niño, y le preocupaba que el chico llamado para ser el emperatriz pudiera molestarse con él y hacerle daño de alguna manera.

Ser su dama de compañía era una estrategia para asegurarse de que Katsuki jamas fuera dañado.

Ella no contaba con que Izuku en realidad fuese muy sumiso, y muy devoto a su emperador. Durante todos los años que sirvió al joven omega, descubrió su bondad, y que lo había juzgado mal.

Es un excelente chico, y un gran emperatriz.

—Como te decía, Izuku sería un padre increíble —vuelve a decir, admirando el amor que entrega Izuku a todos los niños que están a su alrededor.

Tiene dos niños en sus brazos y una multitud más siguiéndole. Da vueltas por el patio de juegos, provocando risas de los pequeños. Algunos niños le preguntan el porque de su velo, y porque no tiene ninguna joya como los demás nobles. Entre risas, Izuku les cuenta historias sobre todo lo que le cuestionan y ellos vuelven a reír.

Las feromonas de alegría, de felicidad, esas que emanan de Izuku; son de olor dulce, a jazmín, quizá un poco de canela.

Katsuki no dice nada con respecto a lo que ha dicho la omega, pero el sentir esas feromonas lo tranquilizan.

Eternamente, tú (Katsudeku + omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora