5. Jungkook

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El resto de nuestras clases pasan rápido. Siento que mi último día también está pasando rápido. Como si Yoongi me hubiera concedido veinticuatro horas extra, pero se están agotando a rápida velocidad. Para cuando suena la última campana, estoy ansioso por tenerlo en mi auto, todo para mí solo.

Todos se sienten atraídos por él.

Es extraño, ruidoso, hablador y entrometido, pero a todos les gusta. Les gusta.

Una pequeña parte de mí está celosa. Como si fuera mío primero. Ahora que la escuela ha terminado, puedo llevarlo a mi auto y disfrutar de su luz, sin tener que compartir ninguna parte de él.

Al salir por la puerta, Yoongi nota que el equipo de fútbol practica en el campo.

-Espérame -instruye antes de caminar hacia el borde del campo. Le hace un gesto con la mano a alguien y pronto me doy cuenta de que es Kim Namjoon.

Varios jugadores de fútbol golpean juguetonamente el casco de Namjoon, instándolo a ir a ver lo que Yoongi tiene que decir. Una punzada me atraviesa al darme cuenta que Junghyun habría estado allí con ellos. Namjoon se siente incómodo mientras se acerca a Yoongi, elevándose sobre el chico más pequeño. Afortunadamente, no se pueden sentir olas de hostilidad esta vez. Yoongi le hace un gesto a Namjoon para que baje la cabeza. Le susurra algo a Namjoon que hace que sus ojos se agranden. Luego, Yoongi le da una palmada en el hombro y lo saluda. Para mi sorpresa, Namjoon le devuelve el saludo.

-¿Listo, quark? -pregunta Yoongi cuando se acerca-. Mamá no me deja quedarme para siempre. No en mi primer día. Ella estará esperando un informe completo.

Asiento, algo aturdido mientras sigo a Yoongi. Cuando se da cuenta que estoy arrastrando los pies, toma mi mano y la aprieta. Nos dirigimos a mi Tahoe. Solía ser de mamá, pero con la llegada de los gemelos, ella quería algo más nuevo. Recuerdo este Tahoe de cuando era pequeño. Ella nos llevaba a todas mis lecciones de música y a Junghyun a todas sus prácticas de fútbol en él. Me hace preguntarme qué cosas les gustarán a los gemelos.

Me lo perderé.

El arrepentimiento me golpea con fuerza en el estómago. No quiero perderme esas cosas.

-Buen coche -dice Yoongi, silbando.

-Es viejo.

-Vintage -bromea.

Nos subimos al vehículo y él comienza a balbucear sobre una muestra de automóviles a la que su papá lo llevó este verano. Estoy más concentrado en la forma en que sus labios regordetes se mueven que en las palabras reales que salen. Son tan cautivadores. No me molesto en encender el coche, me estiro y toco su cabello. Tan suave. Él me premia con una sonrisa que me roba el aliento.

-¿Qué le dijiste a Namjoon? -pregunto, incapaz de apartar la mirada de su boca.

-Te lo diré mañana.

Mis ojos vuelan hacia los suyos. Mañana tengo planes.

-¿En la primera hora?

-En el almuerzo.

Frunzo el ceño y dejo caer la mano para encender el motor. El coche cobra vida, y "Right Where It Belongs" de Nine Inch Nails suena a todo volumen a través de los altavoces. En lugar de bajarlo, pongo el vehículo en marcha, esperando a que él me guíe.

Señala cada vez que necesito girar, y pronto estamos en la entrada de una casa antigua de Main Street que ha sido remodelada recientemente. Es una casa realmente bonita, mucho más bonita que la nuestra en los suburbios. Una mujer con tupido cabello castaño está regando un rosal.

-Mamá debería haber sido abogada en lugar de médica -dice Yoongi, riendo-. Ella simplemente se mete en tu cabeza. Ya lo verás.

Le frunzo el ceño.

E.Q.Q.M.QDonde viven las historias. Descúbrelo ahora