La deuda, recordemos la deuda, bien, el padre de Zhan soñaba con tener su propia pastelerÃa, el problema era que no tenÃa los medios económicos para ello y ningún banco querÃa financiarlo, asà que recurrió «al prestamista» de la zona como lo hacÃan todos los negociantes del área, lo único malo en el asunto es que el prestamista no era otro que el jefe de la mafia: Wang Yi.
El padre de Zhan prácticamente vendió su alma al diablo, todos los meses debÃa cumplir con su cuota o su familia pagarÃa por ello, no es que los Wang sean crueles, bueno sà lo son, pero asà es el negocio; el padre de Zhan cumplÃa, nunca se atrasó en un pago, ni siquiera cuando ya estaba terriblemente enfermo y consiente que dejarÃa este mundo, su aflicción era que dejaba la carga de la deuda a su único hijo, su hermoso, amable, tierno y dulce Xiao Zhan.