"El joven diabólico"

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Capítulo 1:

Esta es la historia de Toroku Shikatsu, un joven de 16 años que había sido encerrado en una prisión de alta seguridad. Toroku, no había cometido ningún delito, se encontraba allí por voluntad propia.
En su pueblo natal, Water Village, la gente temía de él a causa de su fuerza bruta, y es que, los pueblerinos a menudo veían al joven entrenando en el bosque, levantando y/o destruyendo árboles, impresionados por su gran capacidad, comenzó a circular el rumor de que era un demonio producto de una maldición y por ello, las personas lo empezaron a llamar "el joven diabólico".
Luego de un tiempo y presionado por los ciudadanos, el alcalde llamado Fuhai Ihō, decidió presentarse en la casa de Toroku.

Fuhai:
_Buenos días joven Shikatsu, ¿puedo pasar?.

Toroku:
_Buenos días alcalde. Pase, pase, siéntase como en su casa.

Fuhai:
_Muchas gracias Toroku. Dime, ¿en dónde están tus padres?.

Toroku:
_Mmm, la verdad que no lo sé. Simplemente se fueron, pero ambos son guerreros impresionantes y seguramente están en una misión importante.

Fuhai:
_De eso no hay duda, joven. Pero me temo que han pasado cuatro largos años ya, y desde entonces, no los ves. Sin embargo, veo que los admiras mucho.

Toroku:
_Por supuesto que si, algún día, quiero ser igual o más fuerte que ellos. No me importa que se hayan ido, sé que algún día los veré nuevamente.

Fuhai:
_Seguro que será así. Bien, sabes la razón por la que vine, ¿verdad?.

Toroku:
_Son las personas, ¿no?. Temen de mí.

Fuhai:
_Así es, ellos están aterrados por lo que le pasó a tu familia hace cuatro años, la maldición a la que fueron sometidos...

Toroku:
_¿La razón por la que tiñeron de sangre nuestro pelo?, ellos no tienen nada que ver, que no se preocupen. Eso ya pasó, y es un conflicto entre nuestra familia y quien nos impuso la maldición.

Fuhai:
_Tu fuerza... no cabe duda que eres un Shikatsu. Quieren que te llevemos a la prisión. Me parece que lo mejor sería que abandones este pueblo.

Toroku:
_Es verdad, debo desaparecer. Lléveme a la prisión, me escaparé de ahí y me iré del pueblo, así vivirán en paz y sin preocupaciones.

Fuhai:
_Bien, hasta luego, joven Toroku. ¡Guardias, lléven a este criminal a la prisión!.

Guardias:
_¡Si, señor!.

Actualmente en la prisión, Toroku conoció en el comedor a un hombre de 21 años llamado Isuke Raiōn de cabello rubio y con lentes de sol que nunca se quitaba, quien había sido encerrado por causas injustas. Ambos eran buenas personas, no obstante, allí había criminales muy peligrosos, es por eso que, se desató una pelea contra una banda que imponía terror al resto de reclusos. Toroku junto a Isuke, se dedicaron a proteger a los débiles y atacar a los fuertes, en parte, como método de entrenamiento. Se generó un alboroto y tuvieron que intervenir los guardias con picanas eléctricas. Toroku e Isuke vencieron a los doce criminales de la banda y los guardias interceptaron a todos con descargas eléctricas. Los involucrados terminaron en sus celdas. En esta prisión, se torturaba a los cautivos que causaban conflictos. Allí se encontraban los dos muchachos, tras la tortura, encadenados de cuello, muñecas y pies, inmovilizados completamente.

Toroku:
_Creo que ya es hora de irnos, ¿verdad Isuke?.

Isuke:
_Ja, ja, ja. ¡Larguémonos de este lugar!.

Toroku e Isuke, rompieron las cadenas y destruyeron la celda, escapando sin dificultades.

Continuará...

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