"Cumpliendo promesas"

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Capítulo 37:

Pasó un día, y Hyōtora regresó al bosque junto al maestro Kyōshi, al adentrarse en él, sintieron una presión mayor a la normal, la gravedad había incrementado.

Kyōshi:
_Hyōtora, ¿qué es ésto? ¿Qué ocurrió en este lugar?

Hyōtora:
_No lo sé maestro, cuando me fui, Ladwis se había sacrificado y Jinrui me estaba cubriendo para que huyera. Fui un cobarde y no supe como pelear, nos superaba por mucho pero tenía que haberme quedado y morir como un guerrero, digno de un Densetsu. Lo lamento mucho maestro, le he fallado.

Kyōshi:
_¿De qué estás hablando? Una muerte estúpida no es honorable ni mucho menos, un guerrero sabe cuando luchar y cuando no, cuando puede y cuando no. No es tu culpa que un enemigo sea superior a ustedes, les faltó entrenamiento y es mi responsabilidad. Además, no huiste, me buscaste para que los ayudara, y está bien, en un mundo tan grande, siempre habrá guerreros más poderosos que tú. No hay nada que lamentar. Ahora, busquemos a Jinrui.

Hyōtora:
_Si maestro, gracias por sus palabras.

Hyōtora y el maestro llegaron a la zona del enfrentamiento, pero no encontraron rastros ni de Jinrui ni de Khan, y mucho menos de Ladwis para poder sepultarlo. En el centro del bosque había un gran cráter y era en donde se concentraba la mayor fuerza de gravedad, con esas pruebas, Kyōshi había deducido que...

Kyōshi:
_Hyōtora, lo siento, Jinrui ha muerto. Hace mucho había leído sobre uno de los Jōhatsu más peligrosos que ha existido, el Incoloro. Por lo visto, lo ha despertado, ja, ja, quién lo iba a decir. Mi hipótesis es que debido a las emociones que le provocó la muerte de Ladwis y la pelea en sí, algo ha cambiado en él y activó así su Jōhatsu. ¿Por qué el Incoloro? Ja, ja, por la gravedad, el poder más destructivo de todos los conocidos. Y puede ser que se haya destruido a el mismo, al no poder controlar semejante poder.

Hyōtora:
_¡No puede ser! ¡Debe haber un error, no pudo haber pasado eso! ¡Maestro, no pudieron haber muerto en este lugar dos de tus tres mejores discípulos!

Kyōshi:
_Joven Shikatsu, yo tampoco lo quiero aceptar, me temo que es lo más probable, no siento su presencia. Tu también eres uno de mis tres mejores discípulos, no he perdido a todos, tienes que vivir por ellos. Se sacrificaron para que estés acá, son la razón por la cual estás vivo, vuélvete el hombre más poderoso del mundo, no vuelvas a perder y protege a todo aquel que lo necesite.

Hyōtora:
_¡Muchas gracias maestro, prometo que lo haré!

Kyōshi:
_Muy bien, ahora, hay que despedir a Ladwis y a Jinrui. Reunámonos con el resto de guerreros Densetsu y contémosle lo ocurrido. Murieron como guerreros, es lo importante. Y tú, viviste para contarlo y volverte más fuerte para que no te vuelva a ocurrir, eso también es valioso.

Pasaron 25 años, Kyōshi había fallecido por causas naturales, y le cedió su lugar como gran guerrero de la región oscura y maestro de los guerreros Densetsu a Hyōtora Shikatsu, quien se volvió durante muchos años el hombre más fuerte del mundo, también representó él solo a su región y ganó el torneo multirregional para el que se había preparado durante el incidente del bosque oscuro. Tuvo dos hijos, Kuraken Shikatsu y Ryūjin Shikatsu.
Hyōtora se encontraba entrenando sus tres mejores discípulos para la edición número 75 del torneo multirregional. Ellos eran sus dos hijos y Kajiya Kōgōshī quien más adelante sería el herrero infame. Misteriosamente, solo Kuraken y Kajiya se presentaron al entrenamiento.

Hyōtora:
_Kuraken, ¿qué pasó con Ryūjin? No lo he visto en todo el día.

Kuraken:
_Papá, ¿escuchaste alguna vez la leyenda de la bestia devora sangre del bosque gravitatorio?

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