The Path of the Cycle

"Un intercambio oscuro"

Capítulo 9:

Al encontrarse en esa situación desesperante e inquietante, Isuke consigue mover uno de sus brazos, exactamente el que había utilizado para contarle el cuerpo a Askir anteriormente, con el cuchillo en la mano. Antes de ser atrapado por la lanza y los hilos sofisticados del enemigo, logró pegarle una patada y tirar hacia arriba el cuchillo que había desechado de su ojo su contrincante, entonces en un gran movimiento, clava el cuchillo que tenía en mano, en el brazo izquierdo de Askir y una vez que cae el cuchillo, lo agarra con su boca y en un parpadeo, se acerca al enemigo y le corta el cuello. Tras lo ocurrido, y con su mano, Isuke corta los hilos que lo enredaban ejerciendo una gran fuerza.

Isuke:
_Como pensaba, eres una persona muy particular, me sorprende que acá abajo cuenten con una tecnología tan avanzada.

Isuke observaba como los hilos que contastemente salían de la lanza, estaban cociendo todas las heridas de Askir, principalmente la del cuello.

Isuke:
_Yo no mato personas, nunca lo haré, es parte de mi orgullo como policía. Tampoco considero que haya personas que se lo merezcan, sin importar lo malvadas que sean. Ya había notado que esos hilos no solo servían ofensivamente, sino que también defensivamente. De igual manera, no suelo cortar a personas con mis cuchillos, éste es un caso extremo. Hace poco mencionaste que trabajabas para Sairen Tokiru, escuché sobre él. Es el que se escapó del manicomio Rakūn. ¿Estoy en lo correcto?

Askir:
_No tengo por qué contestar a esa pregunta, yo solamente creo en el y en nadie más. No me importa si matás personas o no, o si tu orgullo de policía te lo permite o no. No me tengo permitido bajo ninguna circunstancia perder esta pelea.

Isuke:
_Debido a tu reacción y a tu respuesta, deduzco que si, es ese mismo. He investigado el caso, pero me resultó rara una cosa, curiosamente se borró toda información acerca del caso. Convenientemente, su paradero, fecha y hora, ubicación del manicomio, entre otras cosas, desaparecieron.  También el informe personal del asesino. Y ayer, me encontré en el gabinete del jefe policial, un mapa que ocultamente te dirige hacia este lugar. Parece ser, que los corruptos de los policías y el alcalde, hicieron un trato oscuro con Tokiru. Escuché que es muy fuerte e inteligente, y se encuentra trabajando en un proyecto totalmente secreto, además cuenta con materiales y herramientas que por su cuenta no podría conseguir. En pocas palabras, el alcalde le ofreció que se oculte en el pueblo, el búnker y todo lo necesario para empezar y terminar con el proyecto, a cambio de algo. ¿Me equivoco?

Askir:
_Me sorprendes cada vez más, lograste descubrir nuestro pequeño secreto en muy poco tiempo, y con escasa información. Debido a tu conocimiento, con menos razón te puedo dejar ir.

En ese momento, Askir, además de cerrar todas sus heridas, arregló su lanza mediante hilos.

Askir:
_Has logrado provocarme múltiples daños, y aguantaste todo clase de ataque, pero me temo que eso ha llegado a su fin. Te mostraré mi mayor potencial, el estado en el que mi lanza y yo, nos volvemos uno.

Askir, mediante un sistema de hilos, piezas de su lanza se distribuyeron a lo largo de su cuerpo, y la punta de la misma, se encontraba en la cabeza. Askir ataca a Isuke con el entero de su brazo, el cual está lleno de partes de la lanza, lo consigue golpear y lo tira del árbol. Inmediatamente y sin dudarlo, baja a buscarlo, de ninguna manera permitiría que se repita lo sucedido. Al caer, le pega una patada en la cabeza y tras eso, con la punta de la lanza, intenta acabarlo, pero Isuke se logra defender con sus dos cuchillos y desvía el ataque, tirándolo hacia atrás. Una vez que cae, Isuke vuelve a subir, pero Askir no le daría tiempo para poder pensar o escapar y salta hacia su dirección. Gracias a su nuevo estado, podía clavarse a los árboles con cualquier parte de su cuerpo y así, moverse más libremente. La situación era complicada, Askir se encontraba lanzándole pedazos de árboles a Isuke y el expolicia se encontraba girando a lo largo del cuadrado que marcaba el "ring", pensando qué hacer. Decidió, hacer su mejor ataque, el definitivo. Para ello, necesitaba que su contrincante estuviera totalmente quieto, ya que si fallaba, sería el fin. A ese ataque lo llamó...
Continuará...