Jackson estaba tranquilamente sobre su cama mirando al techo, estaba aburrido y el calor que hacia no le ayudaba. Estaba en unos shorts rojos hasta las rodillas y una camisa blanca sin mangas. El abanico le daba directamente a su rostro y eso le hacia sentir un poco más relajado. Todo estaba bien hasta que su querida madre le llamo.
- ¡Jackson! ¡Ven necesito tu ayuda! -le grito desde abajo.
- ¡Ya voy! -dijo para luego apagar el abanico y bajar las escaleras.
Una vez abajo, su madre le entrego unas cosas para que le llevara a su abuela, vivían en el campo así que solo debía caminar por esos pequeños caminos de tierra para llegar a la casa de su abuelita. Realmente el no queria ir, hacia mucha calor y caminar no le ayudaria a refrescarse pero tenia que hacerlo. Además de que hacia ya bastante tiempo que no la visitaba. Después de caminar por unos cinco o seis minutos más o menos, llego a la casa de su abuela. La casa era pequeña y acogedora ya que solo vivían allí ella y su hija (tía de Jackson) era de color blanco, con varias flores alrededor.
Toco la puerta suavemente con sus nudillos esperando a que le abrieran. Se escuchó un "¡Ya voy!" desde adentro, seguido por unos pasos rápidos hacia la puerta, al abrirse Jackson pudo ver a su abuelita con una sonrisa. Una señora de cabellos grisáceos con unos lentes grandes y anticuados que opacaban un poco el hermoso color verdoso de sus ojos. La mujer rápidamente abrazo al muchacho y le beso las mejillas repetidas veces.
- Niño malcriado, hace tiempo que no venías a verme, ¿ya te habías olvidado de mi? -dijo mientras apretaba las mejillas del menor.
- Claro que no, abuela... solo es que hacia calor.. -se excuso con una sonrisa nerviosa.
-¡Excusas! Ven, pasa. -le dijo mientras dejaba que el menor pasara primero.
Una vez adentro, su abuela le sirvió un rico jugo de manzana que ella misma había preparado mientras platicaban, pues hacia tiempo que no se veían. A Jackson le estuvo raro el hecho de no ver a su tía y decidió preguntar.
- ¿Y la tía Annie? ¿No esta?-pregunto mientras comía una de las galletas que su abuela le había servido junto con el jugo.
- Oh, ella consiguió un trabajo y bueno, llega más tarde. -dijo ella mientras se acomodaba los lentes.
-¿No te sientes sola estando aquí? -pregunto mirándola, su abuela era una señora bastante mayor y no le gustaría dejarla sola.
- Claro que no, nunca estoy sola, Ellie me visita seguido. -dijo sonriendo.
- ¿Ellie? -la miro confundido, el no conocía a ningún Ellie.
- ¿No lo conoces? -pregunto mientras daba un sorbo a su jugo.
- No, ¿quien es?
- Es mi amigo...¿Tú también tienes amigos, verdad?
- No... -admitio, no tenia amigos, en la escuela solo conocidos y una que otra enamorada pero nada que ver.
- Entonces te lo presentare. -dijo con una sonrisa.
- Abuela... ¿De donde lo conoces? -pregunto curioso.
- Estaba recogiendo manzanas y lo vi escondido detrás de una mirándome, es muy curioso. -dijo riendo.
- ¿Detrás de una manzana? ¿No querrás decir que estaba detrás de un manzano? -dijo confundido, nadie podría esconderse detrás de una manzana a menos que fuera alguien súper pequeño o una manzana enorme.
- No, estaba detrás de la manzana. ¿Quieres conocerlo? -le miro sonriente.
- Bien... quiero conocerlo. -dijo Jackson comenzando a creer que su abuelita tenía problemas mentales, quizás se sentía tan sola que se inventaba esas cosas.
Una vez terminaron con el jugo y las galletas, la abuela buscó su gorro y una sombrilla para cubrirse del sol. Antes de irse busco un par de uvas y un pequeño cascabel.
- ¿Para que es eso Abuela? -pregunto curioso.
- Para llamar a Ellie, si no uso esto no vendrá.. -señalo el cascabel.
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Pulgarcito
RomanceUna historia en la que Jackson conoce al pequeño Elliot ♥ -> Historia completamente mía. No se permiten copias o adaptaciones de esta historia. -> historia yaoi/gay/homoerótica, si no es de tu agrado no leas, si lo es, disfrutala :)