One Shots (+18) De Call Of Duty

2. Estantes |+18| [Alejandro x Rodolfo]

Rudy es un hombre solitario y con un buen trabajo, suele viajar a lugares exóticos en busca de usar su dinero en algo y mantiene su afición favorita desde pequeño: cómics, mangas y figuras de acción. Ha recorrido cientos de convenciones y acumulado cajas llenas dichos objetos en una habitación mientras se llenan de polvo, no quiere ponerlos en muebles corrientes, quiere estantes hecho en especial para él por lo que se comunica con el artitecto que diseño su costosa casa y le comunica sus exigencias.

-Bien, señor Parra, mañana mismo voy a enviarle a un constructor para que le realice el trabajo- Ese hombre es uno de los pocos con los que se ha sentido conforme de su trabajo por lo que confía sin pensarlo mucho.

En la mañana siguiente, Rudy olvida su alarma y el timbre lo despierta de un susto. Se queja a sus adentros pero va rápido a la puerta, olvidando colocarse algo de ropa y al abrir quien tocaba lo mira sorprendido de pies a cabeza.

-Lo siento, buen día- Un Rudy de voz ronca y solo vestido con un boxer apretado se dirige al que supone es el constructor de su artitecto.

-Buen dia señor, no se preocupe- Seductor y con una sonrisa sensual, Alejandro se presenta como el encomendado a hacer el pedido. Rudy se hace un lado haciéndole una seña para que entre a la casa, el pelinegro lo hace pasando muy cerca del dueño de casa y mirándolo de una forma muy lasciva.

Rudy cierra la puerta mientras disfruta del hombre, Ale tiene una musculosa apretada y lleva unos pantalones de trabajo algo anchos pero no lo suficiente como para verse mal, en su mano una caja de herramientas y la otra está en su bolsillo, muy atractivo para el castaño.

-Es por aquí- Rudy lo guía a la habitación en cuestión y le muestra donde quiere los estantes. Ale está más atento al bulto creciente debajo del boxer del castaño y a como se le marca el trasero pomposo mientras muerde sus labios. -Entonces... ¿entiende, señor?-

-Dime Ale y sí, ya entendí todo- El pelinegro desvía su mirada disimulando las ganas que tiene de saltar encima de su jefe sexy.

-Entonces, lo dejo trabajar Ale, yo voy a tomar una ducha- De alguna forma, Rudy está deseando que el musculoso hombre lo siga a la regadera y se lo coja como bestia. Antes de dejarlo en la habitación mira todo su cuerpo e imagina lo que quiere hacerle.

Entra al baño y deja la puerta sin cerrar del todo para oír si el hombre necesita algo, abre el agua caliente y se quita la pequeña prenda para iniciar su baño. Del otro lado de la casa, Ale sigue el sonido del agua y se escabulle en la habitación principal con cuidado para ver al hombre en su intimidad.

-Que rico- Emite un susurro excitado al ver como el castaño lava su cuerpo con jabón entre el vapor y el agua. Su erección aumenta de tamaño y debe retirarse a donde lo dejaron porque el impulso de entrar y hacer suyo al castaño son muy grandes.

Rudy se siente observado pero no hace caso a su presentimemiento, al salir de la ducho se coloca una toalla al rededor de la cintura y acomoda su cabello, quiere provocar a Alejandro. Se dirige a la zona de construcción y entra en ella.

-Alejandro, ¿verdad?- El mencionado está tomando unas medidas en una pared dando la espalda a la puerta y al voltear hacia Rudy queda boquiabierto y sin poder emitir sonido debido a la desnudez cubierta por una toalla del hombre -Voy a hacerme un batido y quizás unos hotcakes, ¿quieres desayunar conmigo?-

-Oh... yo... si, por supuesto- Está muy excitado por la imagen, muerde sus labios sin intentar ocultarlo y Rudy sonríe a eso, logró su objetivo.

Ya en la cocina prepara lo dicho para ambos y llama al hombre para que coma, se sienta en la barra a esperarlo y cuando lo ve acercarse le indica que tome asiento a su lado.

-Muchas gracias, Rodolfo- Aún está en toalla.

-No tienes que agradecerme, Ale- Intercambian miradas candentes y el pelinegro ya no soporta.

Ale en vez de tomar asiento, camina hasta estar encima del castaño y lo besa sin dudar. Rudy gime al sentirse vulnerable y pequeño, le fascina ese tipo masculino y rudo, acaricia su cabello azabache y sostiene con fuerza desde la nuca el beso.

-Asique también quieres- Ale susurra aún rozando sus labios con los del castaño mientras una de sus manos se escabulle bajo la toalla del mismo.

-Vamos a mi habitación, creo que sabes donde queda- Rudy muerde con suavidad el labio de su acompañante y se levanta para llevarlo a la cama.

Al entrar a la habitación, Ale se quita la musculosa y toma por la cintura a Rudy, quien está sonriendo con perversidad. Sus besos son largos e intensos, sus erecciones se rozan y ambos gimen sin timidez. Ya en la cama, Rudy se sienta encima de Ale mientras hace pequeños movimientos de cadera para rozar su trasero contra el gran bulto debajo del pantalón del otro.

-Estás muy bueno- Rudy es sincero y le roba una gran sonrisa al atractico constructor.

Pronto y con gran ansiedad, Rudy baja hasta quedar con su cara frente a la entrepierna de Ale, desabotona el pantalón y el pene erecto sale con fuerza golpeando la cara del castaño, que relame sus labios antes devorarlo.

-Mierda...- A Ale le fascinó esa escena salida de una pelicula porno y la cavidad húmeda del hombre le sacan gemidos guturales mientras sus manos se clavan en el colchón.

Rudy difruta esa escena y sin previo aviso hace que el pene del pelinegro entre por completo en su boca, es enorme pero quiere más, quiere tenerlo adentro sin reservarse nada. Ale no puede más, va a correrse y Rudy no baja la velocidad, su sube y baja es casi inhumano.

-Rudy... voy a correrme- No puede hablar con claridad, su mente está en blanco.

-¿En serio?- Rudy se levanta rápido y se coloca encima de Ale, roza la punta del pene de éste con su entrada -¿Listo?-

Ale lo mira y suplica para que vaya lento, quiere más tiempo pero Rudy es una bestia, mete el pene en su trasero de golpe y grita de placer al sentirlo tan adentro.

-Es enorme, Ale- Sus ojos se ponen en blanco y se llenan de lágrimas, la sonrisa perversa que tiene incita a Ale a tomar las riendas.

En un movimiento rápido Ale pone a Rudy debajo de él boca aribba y sin salirse de su interior, pone sus manos en la cintura del castaño haciendo que éste levante la cadera un poco y empieza a embestirlo con fuerza. Los gemidos de Rudy son gritos de placer suplicando por más, Ale obedece gustoso y lleva una de sus manos al cuello de su sumiso apretando con mucha fuerza, su otra mano lo masturba sin piedad.

-Alejandro- La voz distorsionada de Rudy lo excitan más.

-Di mi nombre, hazlo-

-Ale... Alejandro...- La mente del castaño es un desastre, el placer anuló su razonmiento.

Ambos se vienen al mismo tiempo, era inevitable debido a la rudeza con que sus cuerpos se trataron entre sí.

-Puta madre, Rodolfo- Ale sin salirse del interior del castaño, acerca sus labios al del otro para besarlo.

-Quédate más tiempo, a la mierda los estantes- Rudy se apresura a unir sus bocas.

-¿Quieres otro round?- Están agitados, sudados y aún excitados.

-No me dejes todavía-