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Smut

Louis estaba en clase de mates, una de las que compartía con el oji-verde, pues recién le habían bajado de nivel. Podía ver a este en la otra punta de la clase leyendo el libro que Louis le dio. Era malo, por una parte, pues la profesora les dio tarea para hacer ahora mismo y Harry estaba pasando de ella. Decidió concentrarse en los deberes, pero no entendía nada de ellos así que toco el hombro del Luke.

- Hey, ¿me ayudas por fa? – El rubio asintió y se remangó. Mala idea, Ahora el menor solo se podía centrar en las eminentes cicatrices. Tanto se desconcentró que no notó cuando Luke le estaba hablando.

- ¿Lou? ¿Me estas escuchando? – El mayor miró a donde el otro enfocaba su mirada. – Louis, ya.

- Lo siento. – Suspiró. - ¿Alguna vez has escuchado "Cardigan" de Taylor Swift?

- No, ¿Qué tiene que ver? – A la vez que decía eso, el castaño sacó un rotulador de su estuche y agarró el brazo mutilado del contrario, a continuación, destapó este y dibujó estrellas alrededor de las cicatrices. – No entiendo.

- Escúchatela. – El timbre sonó. - ¿Me pasas los ejercicios?

- Claro. – Dijo dándole el cuaderno.

- Louuu... - Dijo una grave voz detrás suyo mientras Luke se iba.

- Hola, te vi leyendo el libro que te di. – Los dos salieron del aula y se pararon en la zona de los casilleros.

- Sí, esta bien.

- Te lo... - Harry le interrumpió besándole y empujándole contra el frio metal de las taquillas. – Harry, ¿Qué haces?

- Calla y bésame. – Demandó. Este lo hizo y se comenzaron a juntar sus labios desesperadamente. Tanto necesitaban el uno al otro que el oji-azul empezó a restregarse contra la pelvis del mayor. Harry respondió a eso agarrando sus caderas y comenzando a llevar sus lujuriosos besos más a bajo, a su cuello.

- Podemos... Ir... ah... al baño. – Dijo dificultosamente entre jadeos.

- Vamos. - Ambos se fueron a este y cerraron la puerta con llave. - ¿Estas seguro?

- Sí, Hazz, por favor.

- Bien, pero tienes que estar en silencio. – Louis asintió mientras el rizado le tomó de las caderas y subió al lavabo sin parar de besarle. Poco a poco, sus manos fueron colándose por sus pantalones hasta llegar a desabrocharlos y bajárselos por completo, lo mismo hizo con los suyos. 

– Mierda.

- ¿Qué pasa?

- El condón, espera. – Saco su móvil del su bolsillo trasero y al abrir la funda, uno de estos salió. Apartó el móvil y dejó el condón allí posado.

- Hazz. – Dijo agarrando la cara del nombrado con sus dos manos. – Nos van a pillar, date prisa. – Este hizo caso y bajó la ropa interior del castaño para repetir la acción en si mismo. Abrió el grifo de su lado y mojo sus dedos con el agua de allí. Agarró el paquete que había dejado a un lado antes y lo abrió rasgándole con la boca, se lo puso.

- Dime si te duele. – Metió el dedo corazón en su entrada, no sin antes jugar un poco con el autocontrol del menor. Louis siseó así que los movimientos frenaron por unos segundos, después, el rizado metió un segundo dedo y dio varias estocadas. De un momento a otro, dio de lleno con la próstata del oji-azul, el nombrado gimió demasiado fuerte, a lo que Harry respondió tapándole la boca con la mano. – Louis, calla, nos van a oír.

- Lo siento. – Susurró. Unos pasos se escucharon al otro lado de la puerta poniendo muy nervioso al menor. – Venga, date prisa. - Harry hizo lo pedido y se alineó con la protección ya puesta en la entrada del más pequeño. Empujó hasta que la cabeza estaba completamente dentro y Louis se mordió el labio con fuerza para no gemir. – Más. – Dijo. Harry hizo caso y empezó a empujarse más adentro hasta que sus bolas chocaron.

Estuvieron unos segundos así hasta que la necesidad fue demasiada y el rizado no tuvo otra que comenzar las estocadas. Al principio eran suaves y sacaban gemidos y jadeos bajitos a ambos, pero a mediada que el tiempo pasaba, ambos necesitaban más contacto y placer, así que el ritmo se volvió errático e imparable. Los agudos gemidos de Louis junto con el obsceno sonido de sus húmedas pieles chocando, volvían loco al oji-verde provocándole más ganas de partirle en dos allí mismo.

- Louis, tienes que parar de... ser tan jodidamente caliente... me vas a hacer venir. – El alagado soltó una risa mezclada con un agudo jadeo.

- Hazz, lo siento, el calorcito.

- Déjate ir, Lou. – Este hizo caso sumiso y se corrió al instante, unas estocadas más tarde, lo hizo el mayor. - ¿Qué tal estas? – Ambos respiraban profunda y dificultosamente,

- Genial, tienes que hacerme esto más seguido.

- Calla que me pones duro otra vez.

- ¡Harry! – Esté rio y salió del castaño. Hizo un nudo al trozo de látex y lo tiró al tacho de basura y también se puso sus propias prendas con cuidado de no manchar nada. Vio como Louis seguía sentado y exhausto en el lavamanos, cogió papel higiénico y se acercó a limpiarle mientras le besaba dulcemente.

- Eres el mejor, te quiero.

- Y yo. – Harry le tendió la ropa y ayudó a vestirse para luego salir del baño por caminos distintos tratando de no llamar la atención.



All the love:

Anónimo


Espero que os guste Arte-maniacos.

Larry is real bitch

Te amo, mamón (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora