(Messmo Vol. 2)

9. Solo quiero acabar

Memo:
Canelo me ha traicionado y perdí a Messi, la vida ya no brilla como antes, tal vez solo necesite un respiro...
O no respirar
Me dirigí a un OXXO y compré litros y litros de tequila para darme valor
Fui a mi departamento y busqué la pistola que tengo guardada para defensa personal y la puse cerca de mí, abrí el primer tequila y dí un sorbo largo, puse música y me deje llevar por las letras de Lupillo Rivera, jamás creí que llegaría a este punto de mediocridad, pero así es la vida, tan cruel e impredecible que no hay como afrontarla sin sangrar.
Después de una horas ya estaba pedísimo, no me podía mantener de pie y me sentía tan enojado, escuché a alguien tocar mi puerta, ¿Quién rayos visita personas a estás horas?, De mala gana fui a ver, para mí sorpresa era Messi, no quería verlo, no podía estando en este estado
- aivoy- me salió, estaba tan mal que mi hablar podía.
Abrí la puerta y al verlo el tenía unas ojeras enormes, por mi culpa maldita sea, yo le había causado daño y no hay lugar para escorias cómo yo en este mundo
-Memo- me dijo Lionel con un tono decepcionado y compasivo
Se me acercó y se acomodo como si fuera un bastón y me guío hacia un sofá
Escuchaba sus balbuceos pero el alcohol no me dejaba procesar lo que me decía, después de que él hablara tomó la pistola que había sacado y la apuntó hacia mí ¿Iba a matarme?
La mano no le tembló a la hora de tirar el gatillo, la bala salió directo a mi pecho y en los últimos latidos de mi corazón ví claramente a quien había dejado entrar a mi casa en mi momento más vulnerable
Era Cristiano Ronaldo
Tan borracho está que no noté que su cuerpo se acomodaba como un bastón muy alto, tampoco note mi propio comportamiento, a Messi claro que le habría puesto atención; Canelo salió por detrás de Ronaldo mientras lo abrazaba por detrás
Era mi fin
Ellos me vieron morir, jamás podré estar con Messi otra vez, escucharlo, verlo, abrazarlo, ya no más, todo se volvió oscuridad, la oscuridad que momentos atrás deseaba pero que ahora me aterraba...