(Messmo Vol. 2)

6. ¡Que arda Troya!

Canelo:
Soy el mejor amigo de Memo y fuera de que estoy enamorado de él es mi deber cuidarlo, Guillermo es alguien muy especial para mí, Messi no lo merece va de cancha en cancha metiéndosela a otro porteros, pero Memo no se da cuenta (#MemoDateCuenta).

Quiero alejar a Lionel de él, pero el se la pasa estorbando, al ver que no me respondía las provocaciones me dirigí hacia donde iba, entré al hospital a ver a Memo.
Él ya estaba despierto con los ojos llorosos.
- ¡Canelo!
En cuanto me vio se desmoronó en lágrimas, corrí a abrazarlo, lo sostenía entre mis brazos mientras él susurraba "yo no sabía que pasaría esto", su llanto me partía el corazón, él era mi sol, no quería verlo mal, contuve mi llanto y cuando el se calmó me dijo que tenía que ir con Messi.

Me pidió mi celular para llamarlo, sin embargo no se lo di.
- Messi te está haciendo mal, Guillermo, eres mi amigo y tengo que decirte la verdad bajo cualquier circunstancia
- No es verdad, Messi no es ningún engreído, es gentil, atento y romántico
- Eso no le quita lo desconfiado e impulsivo que es
- Perdoname Canelo, pero no lo voy a dejar, por favor, ayudame a contactarlo
- No Guillermo, entiende
- Sabes que él y yo somos el uno para el otro, por favor Canelo
Escuchar eso rompió todas mis esperanzas de estar con él, a pesar de que siempre he estado para él y fui quien lo apoyo para que estuviera con Messi no puedo evitar sentirme traicionado, siempre quise ser su media naranja...
- Guillermo...
-  Por favor- me rogó una vez más
Terminé sediendo, le entregué mi dispositivo y le dije que luego me lo devolviera, salí de ahí corriendo al baño para llorar, tenía el corazón roto, ya no quería estar cerca de él si él no iba a ser mi amor.
Me limpié la cara y salí de el hospital.

Something in the way mMmmmm...
Sonaba esa canción en el reproductor de mi auto, frene un momento ya que el semáforo estaba rojo en ese otro auto se paro a mi lado
Era un ford fiesta blanco y quien lo montaba era un tipo con un jersey amarillo.