México

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Ahí me encontraba, espectante y al mismo tiempo ajena a la situación.

Durante los casi dos años que había pasado ya en la UA nunca me había molestado el trato que recibía de mis compañeros, al contrario, estábamos muy unidos y había ese ambiente de compañerismo.

Todo había transcurrido bien, es decir, durante este tiempo siempre fui cercana a la clase, excelente alumna, y excelente compañera.

Cómo de costumbre estábamos en clases, nuestro salón a diferencia del primer año era más amplio, no como para poder caminar libremente por ahí sin ver rostros conocidos pero si como para evitar aglomeraciones a la hora de salir de el.
Eso facilitaba en cierto modo el ambiente, recuerdo que el anterior año, a mitad de curso por petición de mi compañera Mina había terminado intercambiando lugares con ella.

Me tomo por sorpresa cuando Kirishima y los chicos solían invitarme con ellos para quedar a estudiar o pasar el rato, y como yo no tenía exactamente tiempo de sobra debido a mis responsabilidades como delegada, rechazaba amablemente sus ofertas.

Kastsuki Bakugou no era ajeno a la situación ya que el siempre estaba rodeado por Denki, kirishima, Ashido, Sero y Mina. Técnicamente todos sus amigos estaban junto a el y parecían encajar tan perfectamente juntos que a veces me preguntaba cómo personas tan apuestas se complementan tan bien entre sí. Y anhelaba experimentar lo mismo por mi misma.


      Pero......... no es más el primer año.


Hoy comienza el primer día de ya la mitad de nuestra estadía en la UA. Y por consecuencia del tiempo que llevo aquí conozco perfectamente todo el campus de memoria, es decir,  la biblioteca, el gimnasio, los dormitorios, básicamente todo en lo que a mí respecta.

Pase mis vacaciones de verano en una playa de México, en la UA se tomaban muy enserio el tema del aprovechamiento escolar, por ende  tuvimos dos meses de descanso para prepararnos y enfrentar el nuevo ciclo escolar.

Mis padres habían preparado dicho viaje con mucha anticipación, al principio quería quedarme en Masutafu y salir con mis amigos a la playa pero finalmente me convencí de que seria una buena experiencia conocer otra parte del mundo que no fuera usa y Australia, así que me mantuve en contacto con mis compañeros por el chat grupal.

Además mina me pidió que le trajera un pequeño recuerdo de mi estadía en México  cosa por supuesto hice.






Al llegar al salón de clase pude notar dos cosas, la primera cosa era que el salón estaba casi vacío, y la segunda era que existía alguien aún más puntual que yo.

Dentro del aula se encontraba Katsuki sentado en su pupitre jugando con su teléfono, y al ver qué había hecho acto de presencia me saludo con la mano y luego volvió a lo suyo.

—Musité un pequeño—“hola"—a forma de saludo y sin esperar respuesta dirigí mi mirada a los pupitres que se encontraban aún vacíos frente a mi. Lucían muy cómodos, algo espaciosos y elegantes.

¿Dónde debería sentarme? Sinceramente  prefería un lugar donde tuviera acceso a una ventana, amo ver la vista cuando repasamos algún tema que ya conozco.


Supongo que como es un nuevo año, debería tratar de mejorar algunas cosas.

Finalmente me dirijo a la primera fila que se encuentra justo al lado de la ventana, el  pupitre número cinco para ser exactos.

Justamente a la mitad, Deslizó mi mochila sobre mis hombros hasta que finalmente reposa sobre el piso. Me permito observar  a katsuki nuevamente, quién se encuentra en la misma posición de antes.

—¡Es cierto!—Recuerdo al mismo tiempo que doy un brinco sobre mi lugar.

Los regalos que he preparado estan dentro de mi bolso,  y debo decir que es perfecto para este tipo de situaciones.

Rebuscó en mi bolso y tomó uno de los recuerditos,  el  cuál obviamente es el suyo—Sinceramente no estoy segura si le gustará pero en mi defensa, no tuve tanto tiempo como creí  para traer algo mejor—Traigo los regalos para todos en general  y en realidad quiero pensar que he traído lo indicado.—

Decido arriesgarme y caminó hacia el a pasos firmes.

—Katsuki, me gustaría darte esto—digo  mientras señalo lo que sostengo en mis manos.

Es un pequeño llavero en forma de chile habanero rojo, y por alguna extraña razón trae puesto un bigote.

—Ten—Digo nuevamente.

Dios, ¿Por qué nadie llega aún?

El no dice nada, solo me ve directamente a los ojos con su  ceño algo fruncido sin tener idea de que está pasado y es ahí que caigo en cuenta..

¿Quién carajos te aceptaría un llavero en forma de habanero sin algún tipo de contexto alguno?

—Es lindo, ¿cierto?—Insisto sonriendo.—Lo vi y me acordé de ti—Digo convencida.

Parece sorprenderse por ser comparado con un chile habanero pero no le molesta.

—Gracias Momo, lo usaré con gusto—Me responde.

  En ese momento la puerta principal se abre de golpe.

—¡Chicos!—Es turno de Denki decir—¿Cómo les fue en sus vacaciones?—¡Wow! No puedo creer que dos meses se fueran volando — Menciona el rubio.

—Yaomomo,— Dice sin ocultar su sonrisa—¡Que alegría verte de nuevo! Estas diferente —¿Más bajita quizá?— Trato de adivinar.





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