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Cuando llegue a casa, lo primero que hice fue dejar mi mochila sobre mi cama, a la vez que me quite el uniforme.

Izuku me preocupa, no es que no sea lo suficientemente grande como para cuidarse solo pero ¿Dónde mierda estaba? Sin esperar a que alguien me respondiera decidí mandarle un mensaje, algo casual pero con curiosidad en mis palabras.

Dejo mi móvil por ahí y bajo a la cocina en busca de un vaso con agua, con algo de suerte tal vez coma un poco. No es que mi relación con la comida fuera la peor, pero hay días realmente malos para mí.

Me recuesto sobre la cama, y agarró el móvil esperando que esté me distraiga un rato, me coloco mis aipords y eligió una canción al azar la cual es >Are you satiesfed< de marina and the diamons.
Cierro mis ojos y recuerdo el tiempo que pase en mis vacaciones, disfrutando del mar, la comida y la gente. Siempre he creído que viajar es una solución rápida pero efectiva para todo. Cómo alguna clase de mini terapia que sirve para distraernos, hacernos olvidar.




A la mañana siguiente me dirijo a la UA como de costumbre.
Mi padre me lleva en al auto mientras escuchamos el radio, esa vieja emisora que siempre sintoniza.
El camino es rápido pero bonito, me despido de el con un beso en la mejilla y le deseo buena suerte en el trabajo.

A diferencia de ayer, ya hay varias personas reunidas en el salón de clases.

—¡Izuku!—Le llamo en cuanto lo veo.

Este se voltea hacia mi y me sonríe. Una vez que llego a su lado lo abrazo, por qué si algo aprendí recientemente es que cuando se quiere a alguien debemos poder expresarlo, quien sabe cuándo sea la última vez que veamos a una persona. La vida es demasiado aburrida y corta como para no hacer lo que nos guste.

Me corresponde el abrazo y dejo salir un respiro que no sabía que estaba reteniendo.

—Te he echado de menos momo—dice al mismo tiempo que nos separamos.

—Estas diferente, ¿paso algo bueno?—Pregunta Deku.

—¿Cómo es posible que seas tan susceptible?—Suelto sin más,—Aunque me alegra que lo notes—¿Todo bien para ti?—Le devuelvo la pregunta.

—Ah, pero ya que  has llegado tarde, no hay buenos asientos disponibles Izuku, me hubiera encantado guardarte un buen lugar pero Aida insistió en que eso no daría buena imagen ya que parecería favoritismo, lo siento.—Comento apenada.—Pero te acompaño al del fondo, vamos—Termino diciéndole.

Platicamos un rato sobre sus vacaciones y le pregunto dos o tres cosas triviales.

Después de un rato, suena el timbre como de costumbre avisando el inicio del receso, volteo buscando con la mirada a Izuku y nuestro grupito, una vez que los ubico hago un ademán con la mano para que se adelanten. Hoy debo revisar algunas cosas de la clase, el profesor me ha pedido ayuda para ver el material de la siguiente semana.

Comienzo a tararear una canción al azar mientras continúo revisando en mi móvil el temario de la clase, cuando un portazo logra asustarme, giro hacia la entrada y veo a katsuki entrando al salón, kirishima va a su lado. Sigo con lo mío, no es que quiera meterme en una pelea de amigos o algo así.

Pero no puedo evitar escuchar la voz de kirishima en el fondo diciendo algo así como:
—"vamos katsuki cambiemos de dormitorio"—Dice Kirishima con voz chillona.

—A mí me gusta el mío , no quiero cambiar—Dice Katsuki con tono neutro.

Me vi tentada a seguir revisando el temario que a mí parecer es algo soso, pero Kirishima me llama de repente.

—¡Yaomomo!, ¿Verdad que katsuki es un pesado por no querer hacerle un favor a su amigo?— Apela el con poca consideración.

Antes de contestar le dirijo la mirada al antes mencionado, y el me la regresa. Trago en seco antes de responderle a kirishima, las situaciones complicadas me ponen nerviosa.

—Tal vez katsuki tiene sus razones para no hacerlo.— Finalmente respondo.

Decido que mi participación en la conversación acabó.

Algunos segundos más tarde

Estoy apunto de terminar de leer el jodido temario pero de nuevo, la suerte o más bien kirishima no está de mi lado. Continúa llamándome varias veces hasta que volteo hacia ellos, estoy algo irritada con la situación pero intento que no se note.

—¿Que sucede kiri?—Digo mientras guardo mi celular en mi bolso, no sin antes ver que eran las diez y cuarto.
El receso y yo nos podíamos ir a la mierda.

El decide preguntar nuevamente —¿Tu me harías el favor de cambiar el cuarto conmigo?—Insiste con dulzura.

—Ehhhh—Emito un sonido al azar.

—¿Qué?— Pienso para mi— ni siquiera se si eso esta permitido.

Ellos aún están esperando por mi respuesta, trago saliva antes de responder y le pregunto por qué quiere cambiar cuartos en primer lugar.

En la UA los dormitorios estaban divididos en una sola residencia, claro que ambos sexos tenían prohibido estar en los cuartos contrarios. Aún así, cada piso tenía tanto a estudiantes fémeninas cómo a estudiantes varones.

—Es que quiero estar más cerca de Mina, Pero katsuki no quiere cambiar conmigo— Confiesa algo apenado.

Finalmente este último decide participar nuevamente en la conversación.

—Perdón,  yo no quiero cambiar por favor pídele a alguien más.—Contesta Katsuki.

Llevamos más de 15 minutos aquí y aún estamos sin llegar a nada.

—¿Qué hay de ti Momo?—¿Quieres cambiar conmigo? A si estarás más cerca de Izuku, ¿son bastante amigos verdad?— Me hace unos ojos pispiretos mientras dice eso último.

—Uh, Izuku y yo aún somos amigos—me limito responder mientras acomodo mi cabello hacia atrás, estaba empezando a hacer un calor insoportable pero ellos parecían de lo más normal. Tal vez debería recogerme más seguido el cabello.

SnowflakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora