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Debemos ir a buscarlos, no podemos simplemente quedarnos aquí y esperar a que vengan por su cuenta. ¿Y si algo les pasó?

Deku se ve interrumpido por Aida, quien afirma que lo mejor es quedarse donde están, y afortunadamente para ellos no muy lejos de donde estaban  había una cafetería al otro lado de la plaza, más específicamente cruzando la calle.

Por favor comprendan que en situaciones así no podemos poner a más personas en riesgo, créanme que con ellos dos es más que  suficiente para estar preocupados, continúa diciendo el delegado de la clase.

—Aida tiene razón, dice Todoroki pensativo mientras se levanta de su silla.

—¿Alguien tiene el número del profesor?—Pregunta Katsuki por primera vez.

Todos voltean a ver a Aída quien para su sorpresa luce apenado.

—No—musita suavemente.

—Tu eres el delegado de la clase ¿A qué te refieres con que no?—Deku suena molesto.

Bueno, recientemente cambie de teléfono y no he tenido tiempo de vaciar los contactos, además, el profesor cambia constantemente de número y es difícil contactarlo—Se defiende el señalado.

Mientras continúan discutiendo sobre que hacer, las chicas están ansiosas por saber si Momo está bien. Mina mira hacia la ventana deseando que solo se trate de un contratiempo mínimo y sin importancia. Por otro lado Uraraka reflexiona en silencio, y Jirou luce al borde del colapso debido a la preocupación del paradero de su amiga.

Katsuki decide probar suerte y llamar a Momo. Uno, dos, no es hasta el tercer timbre que alguien le contesta. Esto provoca que suelte la respiración que no sabía que estaba conteniendo.

—Momo, ¿Estas bien?—Pregunta esperando oír su voz.

—Ella está bien, por favor quédense donde están y en un momento más iremos por ustedes Katsuki—Pero lo único que escucho fue una voz algo aterciopelada con toques graves.

—¿Y Momo?—¿Dónde están?—Cuestiona nuevamente el Rubio.

¿Estas hablando con el profesor?, por favor pásame el teléfono—Dice Aida estirando su mano—Katsuki duda pero finalmente cede.

Ahora todos prestan atención a las indicaciones del profesor a través del teléfono.—Escuchen con atención, ¿Todos están bien verdad?—Espero que sí, confío en que Aida los llevo a un lugar seguro.— Bien, se que están preocupados y  algo asustados porque Momo y yo no estamos  con ustedes pero quiero decirles que estamos bien, así que dejen de preocuparse por eso ¿de acuerdo?—Ella está perfectamente y justo ahora se encuentra ocupada, pero una vez que esté libre iremos para allá.— Musita el profesor.

Hay algunos segundos de silencio

—Tenga por seguro que estamos más tranquilos ahora que tenemos noticias de ustedes profesor y por cierto, nos encontramos en la cafetería que está a un costado de la plaza central, justo detrás de la palapa verde.

Aida continúa hablando unos momentos más para después cortar la llamada y devolverle el teléfono a Katsuki.

—Gracias por comunicarte con el—Agradece Aida con una palmada en el hombro.

—No es nada, ahora solo debemos esperar—Contesta Katsuki.

Aproximadamente una hora después la niebla empieza a despejarse, sin embargo la lluvia continúa con  más intensidad que al principio. Definitivamente este viaje no podía salir peor para ellos.

Suena la campanilla colgada sobre la puerta, avisando que alguien entra a la cafetería, y de pronto todos los presentes voltean a ver hacia esa dirección. Para su sorpresa pudieron comprobar que se trataba de Momo y el profesor Aizawa, acompañados de una niña que parecía llevar una especie de vestido.

—¡Chicos!—Dice Momo eufórica.

Se reúnen todos en una mesa alargada que se encuentra cerca de una pequeña chimenea algo vieja y se disponen a hablar sobre lo que había pasado.

—Antes que todo, debo decirles que lamentablemente el viaje ha sido pospuesto y tendremos que regresar a Masutafu antes de lo esperando, por favor no se desanimen porque pronto tendrán buenas noticias—Seguro el profesor.


—¿Volveremos antes de lo previsto?—Protesta Uraraka.

Mientras Algunos asimilaron la noticia, otros parecían más interesados en saber porque Momo llevaba puesto el abrigo del profesor Aizawa. ¿Dónde estaba el de suyo?
¿Y quién era esa niña? Eran muchas las preguntas y nada de respuestas.

No paso mucho tiempo para que la encargada del lugar atendiera a Momo y Aizawa, fue tan amable de llevarles dos tazas de té caliente y algunos croassants recién horneados. Por palabras de Deku el profesor se enteró que ella se había encargado de brindarles algo de comida y café caliente para que entrarán en calor.

—¿Quieres una taza de chocolate caliente?—Le pregunto Momo a la pequeña.

Ella solo asentio y siguió jugando con sus dedos sobre la Meza. Se le veía triste, tal vez por el hecho de que no conocía a nadie ahí o porque sus papás no estaban con ella, pobre, lo mejor era que regresará pronto a casa.

La joven azabache si dirigió a la barra y le pidió amablemente a la dueña del local una taza de chocolate sin exceso de azúcar. Mientras esperaba su pedido se encontraba perdida en sus pensamientos, podía decir que sentía muchos ahora mismo. Pero el más intenso era el sentimiento de culpa, el arrepentimiento tampoco estaba atrás ya que si Momo hubiera actuado antes, la niña tal vez no habría tenido que esperar tanto tiempo para ser encontrada.

—Momo—Le llamo una voz detrás suyo.

—¿si?—respondio.

—¿Qué fue lo que pasó?—Dijo Deku.

Por alguna razón ella pudo ver la intriga en sus ojos y como estos irradiaban curiosidad.

Se sorprendió al saber que había alguien a quien le importaba su seguridad. O al menos eso eligió pensar.

—Fue mi culpa—Admite con algo de rabia hacia ella misma.

—Si hubiera actuado antes, coral no habría estado tan sola ni mucho menos hubiera pasado frío.—Continuo diciendo—Gracias al cielo está bien y no tiene nada grave pero aún así me siento culpable.

El estaba a punto de responderle pero fue imposible porque fueron interrumpidos por Mina y Kirishima . Solamente querían hablar con Momo y saber si realmente se encontraba bien. Deku fue el encargado de afirmar este hecho, y cuando Kirishima iba a soltar la pregunta del abrigo, Momo fue a llevarle la taza de chocolate caliente a su dueña.

—¿Esa niña tiene que ver con su retraso?—Pregunta Mina.

—Lo sabrías si no hubieras ido al baño en medio de la explicación del profesor—Dice Kirishima mientras rueda los ojos.

—Touche—Finaliza ella.

Media hora más tarde y con el clima menos agresivo, se dirigían todos al hotel donde se hospedarian. El tema de la pequeña estaba casi concluído, por fortuna ella sabía la dirección de su casa y fue lo suficientemente lista como para poder decirla con un vocablo decente.

Rápidamente tanto el profesor y de nuevo, la amable dueña del lugar, se comunicaron con la policía y ellos se encargarían de llevarla a su domicilio de manera segura y eficaz. Aunque a petición de Momo, la mantendrían informada y le prometieron que ellos serían responsables de su protección.

Una vez llegaron al hotel cada grupo se dirigió a sus respectivas habitaciones, ya era tiempo de que descansarán después de un día tan caótico. Lo que sería una simple visita a Tokio con motivos educativos se torno problemático y estresante para los alumnos de la UA. Aproximadamente a las 10 pm la gran mayoría estaba durmiendo y algunos pocos conversaban en silencio para no despertar a sus compañeros. Apesar de que al día siguiente partirían a Masutafu ellos realmente no querían irse tan pronto.


































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