｡ﾟ･ 𝙊𝙣𝙘𝙚 𝙪𝙥𝙤𝙣 𝙖 𝙩𝙞𝙢𝙚｜ 𝘽𝙞𝙧 𝙕𝙖𝙢𝙖𝙣𝙡𝙖𝙧.⊰

15.- Sızı.

Eran las 2:30 pm, la hora de la comida. Sehun puso un letrero fuera de su taller que decía "enseguida volvemos". Este se dirigió a la parte de atrás y entró a su casa. Ahí estaba Lisa, quien lo esperaba en la mesa para poder comer.

Sehun: Cariño, la comida ya se ha de haber enfriado. ¿Por qué no comiste aún? (Cuestionó mientras debajo un pequeño beso en su cabeza).

Lisa: Estaba esperándote. Sabes que no me gusta comer sola, ¿no? (Hace un leve puchero para después comenzar a comer).

Sehun: Lo siento amor, ya no te haré esperar. (Con una de sus manos acaricia la mejilla de su novia).

Lisa: Más te vale. (Lo mira con una sonrisa amplia).

Sehun: Cielo.

Lisa: ¿Hmmm?

Sehun: ¿Qué crees que haya sido de Momo y Sana? ¿Estarán bien? ¿Estarán comiendo bien? (Menciona mientras tomaba los cubiertos para empezar a comer).

Lisa: Tengo fe en que les está yendo bien, es decir, hablamos de nuestra mejor amiga Momo. (Menciona para después llevarse un trozo de carne a la boca). Podrá parecer tonta pero es muy inteligente y astuta. Estoy segura de que ella cuida bien de Sana. (Mira de reojo al contrario y dejó los cubiertos en el plato rápidamente).

Esta de inmediato abrazó a su novio al ver que estaba llorando, le rompía el corazón verlo de esa manera. Así que no pudo evitarlo, y ella también comenzó a dejar salir algunas lágrimas.

Sehun: No pude ser capaz de predecir eso, ella no es una asesina. (Menciona entre sollozos). No sé merece nada de lo que está pasando, ni ella ni su novia. Me siento un pésimo amigo. (Esconde su rostro en el cuello de su novia).

Lisa: Lo sé, lo sé mi amor. (Acaricia levemente su espalda, dejando varios besos en su cabeza). Momo la cuidará y se cuidará a ella misma. Estoy segura de que todo estará bien, todo irá mejorando poco a poco, mi cielo.

Ambos fueron perdiendo el apetito al recordar por lo que su amiga estaba pasando. Sehun y Lisa se quedaron abrazados por un buen rato. Sólo debían calmar sus corazones y angustias. Ellos realmente tenían fe en que ellas estarían bien, sin saber que hay dos personas que las quieren separar.

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Por otro lado, Miyeon se encontraba en su casa bebiendo té. Su vista no se despegaba de la puerta, pues tenía miedo de que el Sr. Park irrumpiera en su casa y la asesinara. Y sí, eso era una de las cosas que pensaba hacer, pues si Miyeon no le hubiese vendido a Sana, Mark estaría vivo.

Miyeon dejó a un lado su taza de té y estiró su brazo para tomar el teléfono y marcar el número de la casa de Sana. Pues desde aquél día no la había vuelto haber. Suponía que la habían matado, y se sentía aún más culpable. Miyeon marcaba a la casa de Sana al menos quince veces al día. Esta al no recibir respuesta deja el teléfono a un lado. Se sentía frustrada.

El sonido de la puerta le llamó la atención, estaba a punto de abrir cuando volvió a escuchar los golpes en la puerta cada vez más fuertes. Su corazón comenzó a latir rápidamente, el aire se le estaba yendo. Pues era el padre de Mark quien estaba a fuera de su casa.

Sr. Park: ¡Abre la maldita puerta, Miyeon! (Menciona mientras pateaba la puerta lo más que podía) ¡hazlo ahora antes de que te corte la garganta!

Miyeon estaba apunto de abrirle cuando se escuchó un disparo en la perilla de la puerta. Esta retrocedió varios pasos hacia atrás al ver que la puerta ya estaba abierta. Aquél hombre alto, usando sus característicos lentes oscuros sostenía una pistola en la mano derecha y en la otra mano sostenía un gran maletín de color negro.