26.- My love is not for you.

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Pasaron un par de semanas y Momo aún no salía del hospital. Cada día que pasaba preguntaba cuando podría ir a ver a Sana. Suho le decía que la podría ver sólo si tomaba sus medicamentos y se cuidaba. Momo en esas semanas siempre se imaginaba la reacción que su esposa pudiera tener en cuanto la vea, y cuando estén juntas otra vez podrían vivir con Suho o huir otra vez. Pero la japonesa no contaba con que Sana la creyera muerta.

La japonesa estaba recostada mirando el techo de la habitación, hoy la darían de alta y no podía esperar más para volver a ver a Sana. Hace tiempo que no la veía y eso la estaba matando por dentro.

Suho: Buenos días (Mencionó con una amplia sonrisa en el rostro).

Momo: Papá, me alegra verte (sonrió de la misma manera mirando detrás de él) ¿dónde está mamá Irene?

Suho: Se quedó en casa a hacer algunas cosas.

Momo: ¿Podré verla pronto, verdad? Saliendo iré por Sana y...

Suho: Debes darte un baño primero y comer algo, aún estás muy delgada. (Interrumpió a la japonesa para después sonreirle)

Momo:  Hmmm, está bien pero después iré a verla.

Suho sonrió al ver la emoción de la japonesa y esperó a que saliera de la habitación. Por fin era libre, ya no estaba encerrada, ya no la maltrataban, y ahora tiene una nueva familia. Quizá las cosas comenzarían a ir mejor de ahora en adelante, eso le emocionaba mucho y el pensar que de ahora puede estar con Sana la pone aún más feliz.

Después de algunos minutos, habían llegado a la mansión de su nueva familia. Aquél terreno era enorme, incluso mucho más grande que la mansión de Dahyun. Momo miraba por la ventana del auto, estaba emocionada. Algunas personas la recibían con una sonrisa, cosa que antes no hubiera pasado pues en el pueblo donde vivió fue despreciada y hostigada por lo habitantes, sólo algunas personas eran amables. Momo miró a Irene junto otras personas a su lado y un cartel que decía "Bienvenida a tu nuevo hogar". Quería llorar, nadie había hecho algo tan lindo para ella.

Suho: Bienvenida a casa, querida hija (la miró de reojo con una sonrisa mientras apagaba el auto).

La japonesa bajó del auto con cuidado, alguno de los empleados se quedaron atónitos al ver a una mujer tan guapa estar tan golpeada, delgada y vulnerable. Irene se acercó a Momo y la abrazó, por fin se sentía en casa desde que sus padres murieron.

Irene: Bienvenida a casa, Momo.

Momo: Gracias, debió haberse molestado tanto. No quería causarle molestia y tanto trabajo (Hizo una leve reverencia, estaba apenada pero muy agradecida).

Irene: Te mereces una bienvenida a nuestra familia, hacer esto no fue una molestia en lo absoluto

Ambas se miraron y sonrieron, Suho se paró detrás de ellas y entraron a la mansión. Era enorme, para ser de aquella época se veía un poco moderno. En la sala estaba un enorme piano, todo era muy espacioso. Definitivamente está mansión era mil veces mejor que la de Dahyun.

Los tres llegaron al segundo piso y se detuvieron frente a la puerta de una de las habitaciones. Irene y Suho se miraron con una sonrisa amplia dejando a la japonesa un poco confundida.

Irene: Deberías entrar a tu habitación y darte un baño, te esperaremos en el patio para que podamos comer juntos. (Se acercó a la japonesa y le dio unas palmadas en la espalda).

Suho: Tu armario ya tiene mucha ropa, zapatos, joyas, perfumes y bueno, todo lo que ocupan las mujeres. Todo fue elegido por mi querida esposa, así que esperamos que te guste.

。゚・ 𝙊𝙣𝙘𝙚 𝙪𝙥𝙤𝙣 𝙖 𝙩𝙞𝙢𝙚| 𝘽𝙞𝙧 𝙕𝙖𝙢𝙖𝙣𝙡𝙖𝙧.⊰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora