Después del partido

Como si no hubiera un mañana

„Una novia nunca me va a dar la felicidad que me da Juan Román Riquelme”
Eran las palabras que le dedicaba davo un día cualquiera a su ídolo por Twitter.
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Días habían pasado de esa extraña y, por así decirlo, medio incomoda interacción que tuvo con ese peculiar chico rubio.
No lo podía sacar de su cabeza, obviando por lo inusual que fue ese rápido encuentro, también había quedado maravillado con lo que había visto; Un hombre joven usando una remera de boca con su nombre en ella, le confesó su sentimientos en un suspiro y, sin aspirar a más, lo dejó ahí sin llegar a hacer otra cosa que tocarle el hombro.

Él buscaba cualquier forma para encontrarlo de nuevo, no quería ser un tremendo acosador, pero nadie se tenia que enterar sobre sus últimas búsquedas en Google.
No era porno o un tutorial de como saber fichar bien jugadores y mantenerlos en boca, sino, todo giraba en torno al flaco ese.
Sin éxito, simplemente se dedicó a realizar sus actividades de siempre, pasar un rayo con la familia y ponerse al día con el mercado de pases para ver por quien podía batallar para traerlo al club, lo de siempre básicamente.

En este instante se encontraba aburrido, sentado en la mesa del comedor, en donde anteriormente se encontraba tomando mates con su mujer y alguno que otro de sus pebetes. Ahora seguía tomando mates, pero solo, todos lo habían dejado por una razón u otra. Algunos se habían ido a quien sabe donde y otros simplemente se encontraban en la ducha, su jermu era la última.
Tomando un sorbo de la bombilla, saboreaba el mate como si fuera de lo más exquisito del mundo. No quería prestarle atención a la tele la cual estaba con el canal de las noticias puesto, agarró su celular y empezó a revisar todo lo que podía, Whatsapp sobre todo.
Los mensajes no fueron lo que él esperaba, todo bien, nada fuera de lo normal. Entonces se decidió en abrir YouTube, nunca venia mal un video de vez en cuando para distraerse.
Tocó el icono de la aplicación y, como si se tratara de magia, aparecieron muchos videos de boca en recomendados. Disfrutaba de observar una recopilación de goles o tops de los mejores cantos de la hinchada xeneize, pero en este momento no estaba tan de humor como para comerse media hora de eso. Siguió navegando por los recomendados hasta llegar a ese video, en el que se podía observar al rubio de la otra vez, resulta que era uno de esos "YouTubers" como les llamaban ahora a esos vagos (ndeah)
Por pura curiosidad, picó para poder verlo bien, "¿CUANTO SABE DAVOO XENEIZE DE RIQUELME? TEST MUY DIFICIL"
Estaba todo en mayúsculas, uno con verlo sentia que le estaban gritando, pero podía jurar que ese era el de la otra vez.

No duró mucho casi 15 minutos, nada más.
Era tan lindo verlo emocionado.
Se sintió muy perturbador escuchar como un jovencito contaba todo de tu vida como si él fuera el que la había vivido, hablaba con una exactitud, encima contaba cosas que hasta se había olvidado, siendo el mismísimo riquleme, el que había hecho todo lo que nombraba. Quedó fascinado por el conocimiento de este tal "davoo xeneize"
Persona que te podía relatar perfectamente todo su recorrido en copa libertadores.
Estaba 100% seguro de que ese era su apellido ya, nunca vió a nadie tan hincha, para no decir obsesionado, con un club que tanto le apasiona, era algo de admirar y estar atento para que no salga criminal.
Si alguna vez le agarraba alzheimer, llamen a este pibe para que le haga recordar todo.

Quería darle un "me gusta" al video, pero al tocar el icono con el pulgar arriba, le saltó una opción para registrarse, cosa que nunca había hecho con su teléfono nuevo.
No entendía nada, pero tocando un botón solo ya se habia solucionado todo. Y así pudo darle like a ese video que no lo iba a dejar dormir por la noche, tenia un acosador que era viral justo por eso, ser su acosador, pero se observaba como alguien inofensivo así que, no tendría eso tanto en cuenta.
Miralo a él, crearse una cuenta en una red social solo para poder interactuar con el video de un fan, quien lo diría, no era muy amigo de la tecnología que digamos.

A penas y terminó de guardar este en sus videos favoritos y, de paso, suscribirse al canal, su señora bajó las escaleras y se volvió a sentar con él.

„Perdoná si me tarde mucho, no sabia que ponerme y el agua estaba muy linda. Si querés seguimos tomando, dejá que yo te hago uno”
Fue lo único que la escuchó decir antes de quedarse absorto en sus pensamientos, "y si ese niño tenía más contenido así, sobre él?"
Era lo que resonaba en su cabeza. Seguramente otro día o en algún otro momento chequearia esto, pero no ahora, ahora se dedicaría a seguir tomando mates con la novia.
Ella le sirvió uno, endulzandolo como se le cantó. A penas y darle un trago, casi le agarra una especie de mal estomacal o algo.

„Esto está frio y demasiado dulce”
Le comentó sobre la cebada que se había mandado, haciendo que la señorita vaya y tenga que volver a calentar el agua del termo, volviéndolo a dejar solo pero, esta vez, sin un mate que tomar, con un celular apartado a un costado y con la mirada fija en la tele, sin prestar atención pero mirando las noticias.

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„@juanromanriquelme106 le dió me gusta a tu video”

„@juanromanriquelme106 se a subscrito a tu canal”
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