Epílogo

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Lisa acaba de llegar a casa de comprar comestibles con su hijo. Salieron del auto y tomaron las bolsas del compartimiento—Lisa sostenía casi todo con su hijo sosteniendo la bolsa de frutas para su madre—antes de entrar a su casa.

Prince acaba de cumplir 6 años este año- está a punto de asistir al Programa de fútbol de verano en un mes. Tanto Lisa como Jennie están muy orgullosas de él. Le compraron nuevos zapatos y equipos de fútbol. Lisa incluso instaló un mini campo de fútbol en su patio trasero y entrenó al niño cada vez que podía.

"¡Jennie, estamos en casa!" Lisa gritó mientras caminaban hacia la cocina. Sin embargo, su esposa no respondió. "Cariño, pon la bolsa sobre la mesa y lávate las manos." Ella le dijo a su hijo.

El niño obedeció y luego se sentó en uno de los taburetes frente a la isla de la cocina mientras miraba a su mamá meter las compras dentro de su refrigerador.

Lisa pensó que su esposa debía estar durmiendo dentro de su habitación, por eso no les dio la bienvenida a casa. Su esposa se está cansando fácilmente estos últimos días. Decidió que consultarán a su médico mañana a primera hora.

"Mamá... ¿dónde está mami?" preguntó Prince.

"Mami Jennie probablemente esté descansando arriba, cariño." Lisa respondió. Dejó de hacer arreglos para hacer un sándwich para su hijo. Luego tomó una caja de bebida de jugo y vertió un poco en un vaso. "Come tus bocadillos, Prince. Le daremos a mami algunas frutas más tarde."

"Bueno." El niño sonrió y luego tomó un pequeño bocado de pan. "¿Mamá?" Preguntó y Lisa tarareó. "¿Mami está enferma? La vi vomitar ayer cuando estabas cocinando el desayuno."

Lisa se sorprendió por la pregunta de su hijo. Dejó lo que estaba haciendo y se enfrentó a su hijo. ¿Vomitar?

"¿Mami está bien?" preguntó preocupado.

'Si Jennie está enferma, me lo habría dicho.' Luego, un pensamiento apareció en su mente- náuseas matutinas, cansarse fácilmente, ser exigente con la comida, cambios de humor. Ella sonrió por eso, pero no quiere asumir. Pero ella realmente espera tener razón. "Um... Príncipe, no creo que tu madre esté enferma..."

Prince hizo un puchero e inclinó la cabeza hacia un lado.

"Esperemos a que mami nos diga." Ella sonrió suavemente a su hijo y luego le alborotó el cabello.

El niño pequeño todavía no lo entiende, pero no dijo nada después.

Lisa siguió sonriendo y luego continuó con lo que estaba haciendo.

ANTES DE QUE LISA LLEGARA:

Jennie optó por quedarse en su casa mientras su esposa y su hijo iban a hacer sus compras semanales. Eligieron no tener sirvientas y simplemente hacer las tareas ellos mismos. Algunos ayudantes van a su casa a lavar su ropa de oficina y el uniforme de su hijo y a limpiar tres veces por semana porque su casa es demasiado grande para que la puedan arreglar ellos solos. Eligieron esta forma de enseñar a su hijo a trabajar y hacer las tareas del hogar. También que es una vía para que los tres se vinculen, cuando cocinan, lavan los platos y lavan la ropa.

Está dentro del baño de su dormitorio, sentada en la silla frente a su enorme espejo de tocador. Está mirando los kits de prueba de embarazo alineados frente a ella con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

Van a tener su segundo hijo, pero esta vez, Lisa estará con ella todo el tiempo.

Ella sonrió mientras se frotaba delicadamente la barriga. Comenzó a sentir los síntomas que experimentó hace siete años cuando estaba embarazada de Prince hace aproximadamente un mes- antes solo eran cambios de humor y mareos. Sin embargo, no tuvo su período menstrual este mes y comenzó a sentirse enferma por las mañanas, por eso pensaba y esperaba estar embarazada nuevamente.

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