Again: El Arte de un comienzo desastrozo

∅7: HoRa dE Dormir

Ya en casa el menor no paraba de revisar la herida de su compañera, había hecho bien la costura, pero no era el hilo correcto y si se lo quitaba su amiga iba a sufrir más que teniéndolo puesto. El chico tenía un traje hermético que había sacado del sótano, guantes, una mascarilla y había colocado un perímetro en la sala con un plástico denso para que nadie traspasara. Vamos que esto parecía el inicio de cualquier película de zombis, Alexa, Esteban y Keren lo miraban de forma juzgativa, claramente estaba haciendo de más, la herida era desagradable, era como si su brazo se tratará de separar, muchísimos puntos que dejarían una gran cicatriz.

—¿Puedes dejar de hacer eso? —la chica estaba cansada, por el día y por su amigo, sinceramente.

—Solamente me aseguro de que todo esté bien —con unas pequeñas pinzas estaba retirando cada grano de arena que veía, por suerte a su amiga no le dolía, parecía que la pérdida de sangre le había adormecido el brazo de una forma en que no sentía nada, pero por suerte podía moverlo.

—Es como un raspón Haruko, no lo siento —Respondió dejando caer su cabeza en el respaldar del sofá.

—¿¡uN rAspÓn?! —preguntó nervioso mientras se retiraba la mascarilla —CASI SE TE CAE EL BRAZO, SE TE VEÍAN LOS TEJIDOS —el chico trataba de ser realista, estaba asustado, volvió a ponerse la mascarilla para ver la herida por octava vez esa noche. La última vez que avispó los tejidos de uno de sus amigos la situación iba para mal.

—Ok, quizás no está tan bien, pero yo debería de descansar. Ya cuidaste de mi —Su amiga trató de tranquilizarlo, pero él transmitía un aura a que en cualquier momento se iba a desmayar.

El chico suspiró y se bajó la mascarilla, guardó todo el equipo y bajó al sótano mientras la mayor seguía en el sillón. La chica imaginaba muchas posibilidades en su cabeza, el chico que conoció seis años atrás en cuarto de primaria jamás actuaría así de preocupado, pero en realidad si se veía muy nervioso, los meses en los que no había estado enserio lo habían cambiado.

Alexa se levantó de su silla —Bueno, ¿quién quiere pizza? —aplaudió dos veces con sus manos y sonrió con los ojos, los demás la miraron extrañados ya que obviamente no tenían dinero, ella se dio cuenta de esto —Yo invito —la cosa cambiaba.

Nadie se iba a negar a una propuesta así.
El dinero que tenían como miembros de Metallix era ilimitado, les pagaban muy bien por hacer los trabajos que les encargaban y siempre podían adquirir nuevas misiones que elegían tomar si tenían tiempo libre, Alexa en los últimos meses hizo muchas misiones junto a Camila. Misiones que eran originalmente para miembros como Silver, Copper y Bronze, a ellos no les parecía mal ya que la misión TERRA demandaba muchísimo tiempo, una mano no les hubiera venido mal, pero las novatas 'todavía tenían mucho que recordar' según Haruko, entonces solo hicieron trabajos de medio tiempo. Había cierto nivel de trabajos que podían hacer y otros que no podían, Copper por ser menor recibía trabajos no tan peligrosos, luego le seguía Bronze que usualmente recibía trabajos relacionados a velocidad y sanar a otros, Silver tenía trabajos de construcción junto a algunos secretos. Los niveles más fuertes eran los que tenían Lead y Gold, la chica recibía trabajos desde misiones de rescate hasta manipular la memoria de otros y nadie más que Z sabía qué nivel de misiones le ponían al joven líder.

Pidieron cinco pizzas familiares, la más común de jamón y hongos, la suprema y una de pepperoni, junto a eso pidieron panes de ajo en forma de palo para comer con salsa y refrescos, así mientras la comida llegaba hablarían un poco de la vida. Aunque parecía mucho para solo cinco personas si Haruko estuviera en forma todo eso sería un aperitivo para él solo, cuando estaban en equipo se juntaban en un apartamento y llegaban a pedir 20 pizzas familiares de distintos lugares para que llegaran pronto y poder comer, gastaban mucha energía en el día.