𝔹 𝕚 𝕥 𝕖 𝕤 | ˢʰᵃᵈʳᵉᵉⁿ

1. 𝑰 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒔𝒐...

Capítulo 1
"Please let me go.."

La noche claramente se mostraba en aquella neblina, miles de personas huían hacía sus hogares para encerrarse entre estás, los menos desafortunados...claramente serían la cena de los infectados. La ciudad se encontraban plagadas de la flora fungi que recientemente había salido de la grandes tierras, Karmaland, Dream smp, tortillaland e incluso otras ciudades que se encontraban a grandes lejanias. Nadie sabía cómo había pasado pero tal vez sería un descuido ambienta; si claro.

Nadie descubriría la verdad realmente, que un joven castaño de mechones violetas y mismo tonos de ojos, sería el responsable de tal catástrofe, como el control mental que había logrado integrarse a esté, sin duda el poder de la espora lo tenía totalmente atrapado. El de alas amarillentas había estado notando esos comportamientos tan..."extraños" de su pareja, aún no entendía la situación por la que había pasado Luzu después de una misión o incluso una visita a un portal desconocido, esa persona que tanto amaba había cambiado completamente.

- ¿Estás seguro que estás bien?. - Cuestionó Quackity mirando a su pareja, este solamente se mantenía sonriendo como si nada le afectase, esas ojeras cansadas indicaban que no había dormido y ni siquiera había comido en más de unos días, realmente estaba preocupado. - ... - Se quedó en silencio con un escalofrío recorrer en su cuerpo. - Lusu...si hay algo que me debas decir, puedes dec-. - Fue interrumpido.

- Oh...Quackity, ¿tu me amas tanto? - Cuestionó el de ojos violetas, el de ojos oscuros se asustó por la repentina duda. - ¿Serías capaz de amar la espora tanto como yo te amo? - Volvió a cuestionar volteando ver a su novio, este aún no creía las palabras de Luzu, su rostro era más que temor por supuesto; unos pasos hacia atrás dió por el terror del rostro fijo en él, pareciera que su propio novio había perdido la cabeza, "¿Qué se refería con la espora?" Fue cuando al fin pudo notar el cuerpo cubrido de su pareja que portaba esa oscura sudadera.
Sus manos se estaban tiñendo de un violeta ligeramente bajo acomplandose a la piel pálida de Luzu, adentro de su boca había pequeños Hongos que habían empezado a crecer adentro de su amado, pero...este ya no era su Luzu. El valor le hizo actuar saliendo del hogar que vivía junto a ese chico, debía huir, su cuerpo le haría actuar en correr para nunca volver.

En cambio Luzu, al menos lo que aún quedaba de él en su conciencia seguía con su sonrisa, volteando a un bastón de madera con un hongo violeta creciendo de él. - Oh...espora, tuviste toda la razón, Quackity no me ama lo suficiente para aceptarte. - Hablo con un tono lastimado pero claramente aún mantenía su felicidad que le era obligado a mantener.

- La espora empezará a crecer...será más grande que nunca. - Escuchó del hongo, su cerebro ya estaba más que atrofiado.

La actualidad de los nuevos días para Quackity sería rezarle a algún Dios que diferentes animales o incluso un supermercado tuviera aún provisiones para mantenerse en su sobrevivencia, quién pensaría que los últimos diez días serían terrible para él, la infección de toda una ciudad y otros lugares había empezado tan rápido que no entendía como sobrevivía a pura suerte; un suspiro cansado salió de su boca, había visto niños, animales e igual amigos que antiguamente eran, ahora solo eran comida de zombies o ellos comían personas que no habían logrado salvarse.

- ¿Estamos muy mal no?. - Cuestionó a su reflejo mirándose unos segundos, su ropa estaba sucia, rota y su rostro se veía desgastado. Su ánimo y cordura estaba desgastandosé en toda su desgracia, un día era el chico más feliz estando con ese hermoso castaño que le cuidaba y amaba...pero al siguiente día era el ser más infeliz por la catástrofe que vivía su mundo ahora apocalíptico. Su vida había dado el giro que nunca había querido pero debía ser fuerte para sobrevivir y continuar con su vida solitaria, lograría buscar tan siquiera una cura para reparar al chico que antiguamente había sido su novio y próximamente prometido. ¡Todo era una jodida mierda!, ¡¿Tan siquiera sobreviviría?!.