𝗕𝗨𝗦𝗜𝗡𝗘𝗦𝗦 𝗣𝗥𝝝𝗣𝝝𝗦𝝠𝗟-𝖢𝗁𝖺 𝖲𝖾𝗈𝗇𝗀-𝗁𝗎𝗇 𝖷 𝖮𝖢 𝖿-

14.

Hana se encontraba llegando al hospital mientras Min venía detrás de ella.

-Disculpe—se acercó a recepción y una enfermera se giró para
atenderla—En que habitación se encuentra el señor Seo Chensuk.

-Esta en la 306, se encuentra en rehabilitación, ya estaba persinas visitándolo.

-Gracias—mostró una pequeña sonrisa  para darse la vuelta y caminar a los elevadores— Trataré con todos dos dolores de cabeza—suspiro cansada.

Las pesetas se abrieron y entraron, Min marco el piso 11 y las puertas se cerraron.

Pasaron unos minutos y por fin ya habían llegado al piso, ambos salieron y buscaron el número de la habitación.

-Esta acá señorita—le dijo min señalando la habitación

Hana tomó aire y comenzó a caminar hacia el, esto sería un drama total, estar con esos dos sería un problema enorme.

Hana deslizó la puerta y pasó, Min por respeto y privacidad se quedó afuera esperándola.

Las personas dentro de la habitación la voltearon a ver, mientras ella solo los veía con desinterés.

Se tomó con las miradas de sus dos "hermanos" y la que era su esposa en ese momento, ósea la madre de
Tae-woong.

Hizo una reverencia y se acercó.

Estaba claro que ninguno dentro de esa habitación le agradaba, pero debía mostrar madurez y eso es lo que hizo.

-Hija... es bueno verte—le dijo el señor en la camilla— creí que no vendrías.

-Tenia que hacerlo... me obligaron—esto último lo susurro muy bajo para que nadie la escuchara

-Es Bueno, tener a mis tres hijos reunidos, si es mi caso, podré irme en paz— dijo mientras veía a los tres adultos enfrente de él.

-No digas eso papá, te vas a
mejorar—dijo el hijo "mayor" mientras se limpiaba con un pañuelo.

Él era muy sentimental y muy
débil.

-Te aseguró que si, soy muy terco para poder irme—río un poco divertido el señor.

-Qué le sucedió?—Dijo Hana mirando a la esposa.

-Estaba en el trabajo y sufrió un colapso, lo trajeron de inmediato al hospital, dijeron que tenía las defensas bajas—ella miraba preocupada a su esposo mientras se limpiaba con un pañuelo.

-Ya estás viejo, debes entender no sobre esforzarte, ya no eres un niño papá—le dijo Hana mientras le veía.

Sabía muy bien que eso del trabaja no era exactamente como sonaba, su trabajo era ir a jugar golf con sus amigos.

Era solo un insolente.

-Oye Hana!—El mayor miró hacia la chica

Ella solo lo miro sin algún interés o arrepentimiento en sus últimas palabras.

Aún recordaba el pequeño teatrito que hizo en él viaje.

Ese desagradable hombre egoísta con rabietas estaba ahí llorando por su padre, como si estuviera en un funeral.

Era un grandulón delicado.

-No regañes a este pobre anciano hija... siempre fuiste muy dura—El señor sonrió mientras veía a la joven—

La conversación fue interrumpida por la puerta que fue abierta, de ahí venía entrando el doctor mientras veía su pequeña lista.

-Doctor, cómo estará mi padre?—preguntó el menor rogando que los resultados fueran buenos.