QUEDATE CONMIGO (LGTB)

Tira y afloja

Después de la humillación Jhosua se refugio en su habitación, tomo una ducha caliente para sacarse de encima el demonio que le había dejando su patrón. No se reconocia a sí mismo.
Jhosua era un chico amable, hasta cierto punto tímido. Jamás se había metido con nadie. Una sola vez en su vida se enamoro y sufrió mucho.
Hace unos años mantuvo una relación de muchas maneras clandestina. Su ex pareja había sido un hombre de unos pocos años mayor que el que. Le juro que sin importar que. Se irían juntos donde su amor no sufriría del desprecio de los demás. Pero ese día jamás llego. Jhosua tenía la oportunidad de salir del pais pero su ex pareja no quiso tomar su maletas y sus promesas para vivir una nueva vida con el.
Le dijo que era un iluso si creía que a donde fueran ellos podrían pasear de la mano sin que eso despertase el odio de los demás. El no podría darle ese dolor a su familia. Así que se dijeron adiós. 2 años de la vida de Joshua desperdiciados en una falsa promesa de un amor que se suponía les daría valor.

Y ahora estaba envuelto en esa asquerosa situación, enamorado de un hombre inglés que parecía disfrutar de Humillarlo. Pero lo que más le dolía a Jhosua era no sentirse capaz de plantarle cara. Discutía consigo mismo de como era posible que el se dejara dominar así.  Su cuerpo temblaba cada que lo sentía cerca y cuando cerraba los ojos volvía a sentir su aroma y ahora también tenía su sabor. Jhosua moría por abrazarse a su patrón y pasar una noche entera con el, se reprochaba sentir eso por un hombre casado que parecía no tener consideración con nadie.
Comenzó a llorar con tal intensidad que su llanto se volvió en un sordo grito, estaba solo en un país extranjero. No tenía ni un solo amigo o amiga. Sabía que no podía hacer nada. No podía renunciar, tampoco podía seguir el juego sexual que su patrón parecía imponerle. Lo único que podía ser era tomar fuerza suficientes para plantarle cara y  rechazarlo. Pero eso era un gran reto para el.

Tocaron la puerta de su habitación, era una de las señoras del servicio.
—Jhosua todo ya esta empezando, te necesitamos.

Jhosua tuvo que reponerse como podía y cambiarse para cumplir con su trabajo. No tenía idea de como portarse. Moría de vergüenza con la señora Yerinua.

Finalmente salió para atender a los invitados.
Su patron estaba en medio del salón dando la bienvenida a todos. Y se veía realmente hermoso. Llevaba un traje de saco y camisa en azul acero y zapatos negros. El cabello que se lo estaba dejando crecer un poco adornaban su preciosa cabeza. Sus ojos de un azul brillante como zafiros parecían hechar luces, tenía un gargo tan elegante al hablar. El desgraciado parecían sacado de un cuento de princesas.
Jhosua no podía consigo. Lo amaba, estaba completamente perdido por él, pero sabía que sus sentimientos no eran sanos.

Tomo aire para rotar entre los invitados repartiendo algunas copas. Cuando lo impensable ocurrió.
Hiddleston hizo una pausa a su discurso e invito a Joshua al frente te junto a el.
Este quedo impactado. Pero se acercó nervioso y tímido.

—Esta noche amigos míos es especial. Celebramos el cierre de varios contratos que traerán beneficios a nuestros países. Yo como un simple abogado he tratado de cuidar y proteger las buenas relaciones entre todos nosotros. La economía sin políticas sociales de respeto y derecho a cada uno de los ciudadanos no es sinónimo de riqueza. Y hoy que los recibo en mi casa solo he querido ofrecerles una velada para agazarjarlos y en pro de precisamente cuidar y exaltar el derecho del ciudadano me veo con el gusto de presentarles a Joshua Prasad, un excelente hombre que viene desde la India. Muchos de ustedes al llegar me comentaron a mi  y ami esposa sobre la maravillosa Ornamentacion y no, no he contratadoa un diseñador  paisajista, ni un katering especial, y no me mal entiendan. No es falta de delicadeza con ustedes.
Ya conocen a mi precisosa esposa. Yerinua, artista, pintora, escultora. Ella se ha encargado  de todo esto junto a este maravilloso hombre quien ha diseñado toro el garnish. Así que me parece más que justo celebrar con un aplauso su talento y su dedicación.

Todos comenzaron a plaudir. Joshua jamás había recibido reconocimiento por nada. Toda su vida se la había pasado sintiéndose menos que el resto, siempre habia sido el foco de la burla de muchos, si no era por sus concidiones económicas lo era por ser tan reservado y tímido o por su delicadeza. Conciderado siempre como el delicado y tontín del grupo, pero desde que trabajaba en esta casa había recibido un trato decoroso almenos en su calidad de empleado domestico, había recibido un aumento de sueldo sin pedirlo, y ahora se sentían por primera vez en su vida agazajado por algo. Claro que también había recibido la áspera caricia de su patrón pero este parecía no ser tan déspota despues de todo. Aunque Jhosua se sentía confundido, no pudo dejar de disfrutar el momento.
Incluso recibió del abrazo de su patrón quien lo estrecho delante de todos.
De alguna forma aquel gesto lo concilio con su patrón y desde ahí quiso dejar atrás todo ese repudio.

Los días subsiguientes Joshua andaba por la casa con la ilusión de encontrarse nuevamente con la mirada cómplice de su patrón. Sin embargo nada ocurría. Lo veía llegar e irse día tras día. No pasaba de un "buenos días" y ya.
Joshua pensaba que quizás era solo cuestión de tiempo que lo volviese a buscar. Pero sus ansias se acrecentaban cada vez mas, ya no soportaba verlo y no acercarse a él. Solo quería besarlo y sentir sus manos, su cuerpo, su boca y todo lo demás.

Compungido y algo desesperado Joshua quiso propiciar un encuentro y decidió a arriesgarse. Una noche vio lo vio llegar, pero este se quedo en el salón. estaba solo. Su esposa estaba en alguna de sus reuniones y sus hijas estaban cada una en su universo dentro de sus habitaciones. Joshua lo observaba desde el jardin.

—¿Porque se ha quedado ahi?

Entonces sus ilusiones se avivaron. ¿Quizás esta esperando a que yo aparezca? se mordía los labios ansioso. De pronto lo vio ponerse de pie y dirigirse al piano, levanto la tapa y repaso sus dedos por el teclado. Parecía pensativo. Entonces Joshua decidió hacerle compañía. Se acomodo el cabello y aliso su ropa. ingreso al salón de manera silenciosa y tomo una botella de brandy y una copa. Hiddleston comenzó a tocar el piano con gran virtuosidad. Joshua no tenia idea de los talentos musicales de su patrón. Se emociono de verlo y escucharlo. pensó No puede ser mas perfecto. Termino se servir la copa y ha paso ligero se fue acercando hasta que Hiddleston logro verlo. No se inmuto y siguió tocando hasta terminar la melodía.

—Muy hermoso señor—Y dejo la copa sobre el piano.

—No he pedido nada.
—Lo se señor. Es que pensé que le vendría bien. Parece algo fatigado.

Hiddleston levanto las cejas sin mirarlo

—¿Desea que le sirva la cena?

—Ya comí y por favor llévate eso.
Joshua regreso la copa a la bandeja que tenía y se quedó de pie parado junto a él, no quería rendirse.
—¿Todo bien en su despacho señor?
—Si. Todo muy bien.

Joshua continuaba de pie a su lado.
—¿Que pasa?— pregunto Hiddleston algo fastidiado. 
Joshua sostenía el aire y con mucho nerviosismo puso su mano sobre el hombro de su patrón.
—Señor...—  y deslizo su mano por todo el brazo de hiddleston hasta posarse sobre su mano y la acaricio.
—¿Que crees que haces?—Pregunto Hiddleston con tono de indignación.
—Perdón—retiro su mano de inmediato. —Es que desde que usted y yo... usted sabe.
—No, no se de que me hablas y deja de portarte tan inapropiadamente conmigo. ¡No vuelvas a tocarme! y se levanto para marcharse, pero esta vez Joshua no se quedo callado.

—¿Esta seguro? 

—¿Que?

—Que si esta seguro que no quiere que lo vuelva a tocar

Los ojos de Hiddleston se convirtieron en dos lanzas. lo miro furioso con el ceño completamente fruncido. ¿Quieres callarte ya?

Esta bien. me callo. No volveré a tocarlo, pero usted a mi tampoco. No vuelva a tocarme— Dijo con tono de absoluta firmeza y esta vez fue Joshua quien se marcho dejando la bandeja y el brandy sobre el piano. 

Hiddleston se quedo anodado con la actitud de su joven sirviente. Se bebió el brandy y dejo la copa. A la mañana siguiente se dedico a reprender a todo el servicio por que nadie habia sido capaz de levantar la bandeja.