QUEDATE CONMIGO (LGTB)

La cama vacia

La situación en casa de los Hiddleston era tensa, con la pequeña en crisis. Yerinua disgustada, y el gran señor William revolcándose con el chico de servicio.

La mañana llego y Yerinua vio el lado de la cama de su esposo vacío y perfectamente bien tendida. Su corazón dio un palpito fuerte. En todos sus años de casada jamás habían tenido una discusión que llevara a uno de ellos dormir fuera de la cama. Y además era una actitud muy infantil. Algo muy impropio de su esposo.

Se levantó y ató su bata. Hecho un suspiro y la puerta se abrió. Era su esposo quien la miraba con cierta agudeza.

-¿Así que preferiste dormir fuera?
-Dijiste que no querías ni olerme, así que... bueno.
-Es el colmo William. En todos estos años jamás me habías ofendido así, y jamás habías dejado de dormir a mi lado. Y todo por un desconocido.
-Ya te pedí disculpas por mi comentario. Acepto que estuvo mal. Retiro lo dicho, pero sobre el muchacho ya esta conversado. No le pediré que se vaya.
-Es que te juro que no logro entenderte. ¡Se trata de la salud de tu hija!¿Como crees que se sentirá si vuelve a verlo por aquí?
-Yerinua, Tom es un chico que está equivocado y solo necesita ayuda. No es un pandillero o un disocial. No volverá a meterse con ella y si llegara a suceder yo te prometo que lo sacare de aquí. Por otro lado es una oportunidad para Lili, para que confronte una situación estresante y pueda superarlo.
-¿Que estas diciendo?- Yerinua comienza a sulfurarse. -¿Que Lili debe a prender a tolerarlo? ¡Estas loco!
-¿Acaso no hemos hecho eso siempre?
Lili puede ir a una función de cine o escuchar música
en alto volumen porque la acostumbramos. Al principio no lo toleraba. Poco a poco lo pudo hacer.
-Eso es muy distinto, ni ella ni nadie debe tolerar a un estúpido.
-¡Cálmate! O volveremos a tener otra discusión.
-¿Porque rayos quieres ayudar a ese chico? ¿Porque tiene que ser tan importante para ti? ¿Me quieres explicar?
-Ya te he dicho que tengo una deuda con Peter.
-¿Una deuda? ¿Cual? Necesito una razón para poder entenderlo y si no me la das con mucha pena William pero mis hijas están primero y aunque te enojes yo misma le diré que se vaya. No me importa cuantas noches duermas en otro lado. Nadie, absolutamente nadie va a meterse con mis hijas. Así que será mejor que me des una razón. Una que me parezca lógica y razonable.

Hiddleston frunció el ceño y arrojo su batin.

—No me importa si te molestas William. Estoy esperando una respuesta.
—¿Es que acaso no puedes confiar simplemente en mi y ya?
—¿Confiar en ti? Eso es precisamente lo que te pido yo. Confía en mi, tienes no se que asunto pendiente con Peter y
Aunque soy tu esposa no eres capaz de compartir conmigo.
¿O que debo creer? ¿Que se trata de algo malo? ¿Es eso? Un delito de abogados, ¿que es? ¿Que es lo que tienes o has tenido con Peter? Dime, porque no te entiendo como pones por delante al hijo de tu amigo antes que tu hija.

Hiddleston jamás había visto a su esposa de esa manera, tan ofuscado e irritada.
No le apetecía decir nada en absoluto, el siempre le daba voz y espacio a su mujer pero esta vez no.
Se dio la vuelta y cruzó la puerta del baño.
Yerinua se fue tras él y empujo la puerta. Sus ojos estaban rojos y a punto de reventar en lágrimas, en todos estos años jamás habían discutido de esa manera, el jamás le había hablado como lo hizo la noche anterior, jamás había dejado de dormir a su lado y jamás le había cerrado la puerta en la cara.

¿Que es lo que te pasa Will?
Hiddleston estaba como una piedra dispuesto a no ceder ante la petición de su mujer pero ver su mano sosteniendo la puerta con sus uñas perfectamente pulidas y cortadas, su aro de boda apretandose sobre el perfil de la puerta y asu mujer poniendo resistencia para que el no le cerrará la puerta lo ablando.

—Por favor Yerinua, te lo pido. Dejemos eso ahí— y soltó la puerta y la abrazó. — No quiero pelear contigo pero dejemos esto aquí.
—Yo te amo Will. Lo sabes, porque no puedes confiar en mi, porque no me ayudas a entender lo que haces. Yo no quiero que ese chico siga aquí. Lili le tiene miedo y es nuestra hija Will. Nuestra hija. Tenemos que cuidarla. Y aunque te molestes conmigo yo tendré que hacer algo.

—Yerinua... — la soltó y se dio la vuelta. -No puedes obligarme a decir cosas que no quiero. No puedes.

-Soy tu esposa. Tenemos dos hijas juntos. Hemos pasado por tanto y aun así no confías en mi.
-Hay cosas que son solo de uno y ya. ¿Porque estas haciendo todo eso? Confía en mi. Nada más. Siempre lo has hecho.

-!No¡ Y si no quieres decirme esta bien. Lo respetaré y tu también respetaras que lo que yo decidía en favor de mis hijas. Se dirigió a la puerta.
-¡No! Espera quieres. Piensa bien las cosas. Ese chico no es un peligro, solo esta mal animicamente, emocionalmente. Sería muy egoísta dejarlo solo. No tiene a nadie en Londres. No puedes hacerle eso.
-Pero... que. ¡Dios William! Siempre he sabido que eres un buen sujeto pero porque tanta consideración. El tiene un padre. No está solo.
-Peter esta fuera de Londres. Lo sabes.
-¿Y eso que? No es un niño o un adolescente. Tiene mas de 20 años. Puede defenderse solo, y su padre algo podrá hacer. No tienes porque sentir tanta compasión por el. Te juro que esto ya no me parece normal.

Hiddleston se quedo en silencio y soltó el brazo de Yerinua y se quedó mirando al suelo.
Que pasa William? Dime. ¿hay algo mas , no es cierto? Dime...
Entonces Hiddleston tomó aire y se llevó las manos detrás de la cabeza y se dio la vuelta, dandole la espalda y dio unos pasos. Estaba nervioso.
-¿Que ocurre? ¿Que pasa?
-Tenía 19 años, acaba de ingresar a Cambridge. Todo era nuevo para mí. Distinto... Peter fue mi único amigo... Mira no quiero entrar en detalles pero... Peter fue el único que estuvo a mi lado en momentos difíciles.
-Eso ya me lo has dicho. Que fue un buen amigo, que te ayudo. Pero nunca me has dicho en que te ayudo. ¿Cual es esa gran deuda que tienes con el?
-No... no puedo decirlo.
-Por favor Will... no me estas diciendo nada. Necesito una razón.
-No lo dejaras ahi verdad?
-No. Lo siento pero no.
-Bien...- Dio una par de vueltss mientrss se frotaba la cara. - No quiero mas preguntas de las que pueda responder.
-que tanto misterio William. Habla ya.
-Yo...
-¿Que?
-Estaba harto... y asustado
-¿Asustado? ¿Porque? ¿Te paso algo malo?
-No... no preguntes... Yo ... Yo intente conmigo... Me tome un menjuge de ácidos un día de vacaciones. No había casi nadie el campus y Peter me rescató.
-¡Que!- Yerinua solto los brazos.
-El me llevó a la enfermería. Mis padres estaban en noruega en ese entonces. Yo ya era mayor de edad así que me llevaron al hospital mas cercano. Peter se quedó todo el tiempo a mi lado, pendiente de lo que necesitara,
-Dios mio Will...¿Pero porque?
-Te diré lo mismo que le dije a Peter cuando recupere la conciencia. No me preguntes el porque.
-Will...- Yerinua se acercó y lo abrazo.
-Lo digo enserió. No me preguntes ni intentes averiguarlo. Peter no lo hizo, solo se quedó a mi lado y tuvo la decencia de no comunicárselo a mis padres, se lo suplique y el me supo comprender. Solo me acompaño. No me volvió a dejar solo en mucho en tiempo. Hasta que me vio hacer mi vida como siempre.
-Es que no entiendo. Tomar una decisión así es por algo. Y si no solucionas eso...
-Podría decirte muchas cosas, pero en realidad todo se resumen en que yo estaba solo. Me sentía solo, éramos yo y mis demonios por así decirlo.
-William, no. Debes decirme. Algo así no se supera solo porque si.
-Ya paso Yerinua. Era un estúpido, un niño tonto que se dejó hundir. Pero Peter estuvo ahí siempre. Sin juzgarme, ni interrogarme. Respetando mi privacidad y acompañándome en silencio. Por eso no puedo ahora yo decirle que no lo apoyo. Sobre todo cuando su hijo está casi tan perdido como yo lo estaba. No es lo mismo, yo lo sé. Pero se que ese muchacho está solo y se siente solo. Peter pudo haber sido un gran amigo para mí pero cuando se hizo un hombre mayor se dio por completo al trabajo y a las reuniones sociales, eventos, viajes. Por eso su matrimonio no funcionó. Y su hijo ha crecido lejos de él. Es obvio que Tom lo resienta.

-Ay William!- Y yerinua lo abrazo y lo besó. -Mi amor, mi amor. No se que pena tan grande habras tenido pero me alegro que estés aquí, te amo tanto.
-y yo a ti. ¿Ahora ya me entiendes?
-Es difícil para mi, se trata de mis hijas. De mi Lili, no sabes el dolor que siento cuando la veo así.
-A mi también me duele. No creas que no he reprendido a ese chico. Y el quería irse. He sido yo quien le ha dicho que no. No quisiera que se viera en una situación sin salida como yo lo estuve....

Yerinua suspiro. -Trataré de entender, de tolerar, pero el tendrá que poner mucho de su parte.
-Es lo mismo que le he dicho.

Yerinua abrazo a su esposo muy fuerte y se hecho al llanto.
-también estoy agradecida con Peter de tenerte a qui a mi lado cariño- lo abrazaba aun más fuerte.