Capítulo 11: Pruebas PT. 2

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El juez había llamado al abogado, al alfa y a su actual pareja para poder hacerles las respectivas preguntas y poder tener más evidencias y puntos de vista para el caso ya sea a su favor o no.

"Muy bien comencemos señor Allen usted tuvo una hija con la señora Kara Danvers, ¿estoy en lo correcto?". Afirmó con la cabeza. "La primera reunión que tuve fue con la señora Danvers escuché algo que la verdad me tomó por sorpresa a mí y a su abogada".

"¿Kara tenía abogada? ¿Desde cuando? Da igual voy a ganar esa demanda". Pensó Barry.

"Su versión de los hechos dice que le fue infiel desde antes y durante todo el matrimonio. ¿Es cierto?". La mirada de Barry se dirigió a la de su abogado pidiendo permiso de responder a dicha acusación.

"Es cierto". Respondió luego de recibir el permiso.

"Mire estas fotos". Sacó las mismas dos imágenes que le mostró a Kara un día antes. "En esa foto se ve que su hija Elizabeth presenta distintas agresiones".

Asombrado miró las fotos soltando la mano de Iris quién lo tomaba bajo la mesa, al ver aquellas fotos y negó las acusaciones.

"No fui yo quien le pegó". Dijo firmemente mostrando sorpresa. "Acepto serle infiel a mi ex pareja pero nunca le pondría una mano encima a mi hija".

"Lo sé". La respuesta tomó por sorpresa al alfa y al abogado mientras la omega estaba nerviosa. "Lo hizo ella. ¿O estoy mintiendo señorita West?"

"¿Eso es cierto?". Barry miró a la morena sin dudar de la palabra del juez.

"Yo..." Iris se encontraba asustada.

"¡Responde!". Alzó un poco la voz sin hablar con su voz de mando.

"¡Si, Si fui yo!". También alzó la voz. "Agarró las cosas que no son suyas y no me hacía caso ¿qué querías que hiciera?".

El alfa se acercó a la omega. "Nunca le levantes la mano a mi hija, solo con alzar la voz te haría caso". La omega iba a responder sin embargo fue callada cuando el alfa alzó la mano.

El abogado actuó de manera rápida y lo detuvo, toda esa escena había pasado frente al juez quién ya sabía que hacer una niña de 5 años no puede vivir en un hogar así mucho menos con ellos.

"Pueden retirarse les llamaré para saber cuándo será la reunión para que pueda sentenciar lo que decidí". Habló el juez de una manera seria y salió de la habitación dejando a una omega al borde de las lágrimas, al alfa molesto y al abogado preocupado.

Los tres presentes salieron del lugar y se dirigieron a la casa de la pareja, al llegar fueron recibidos por Mina y fueron a la sala para poder hablar en privacidad.

"No puedo creer lo que hiciste. ¡¿Cómo pudiste golpear a mi hija?!". Comenzó la discusión.

"¡Ya te dije el porqué lo hice!".

"No tiene ningún sentido tu justificación". Tomó aire tratando de calmarse y volteó a ver a su abogado. "Dime, ¿hay alguna probabilidad de ganar el caso?"

"Lo lamento señor pero luego de lo que vio el juez en las fotografías y la manera en la que actuó ni siquiera un milagro lo ayudará a ganar el caso". 

"Mierda". El sonido de un jarrón cayendo al suelo se escuchó en toda la casa ocasionando que Mina llegara a recoger todos los pedazos sin hacer preguntas.

Lo que no sabían es que la "desgracia" de ellos era la alegría de una rubia quien había escuchado esa pequeña discusión y la declaración del abogado.

"¿Kara?". Dijo sorprendido el alfa al ver a la rubia bajar las escaleras. 

"Disculpen, vine a ver a mi hija como siempre, ahora me retiro". 

Salió con una sonrisa de la casa despidiéndose del abogado, la omega, el alfa y Mina. 

"No me importa que pasó en ese cuarto". Salió de la casa sacando su celular y marcando el número que se sabía de memoria. "Pero Lena tiene que saber lo que escuché".  

Aún con una sonrisa la llamó y le dijo todo lo que había pasado quedando en verse nuevamente y hablar sobre el tema más tranquilas. Quedaron en verse en la casa de la rubia; el día terminó igual que el anterior, cuando ambas hablaban la hora se pasaba volando.

"Supongo que te quedarás nuevamente". Con una sonrisa la omega subió a su cuarto siendo seguida por la alfa.

La luna volvió a presenciar la escena que se volvió su favorita, alfa y omega abrazadas combinando sus aromas y marcando a la otra con el mismo. La omega escondiéndose en el cuello de la alfa buscando protección y la alfa otorgándola.

Ambos lobos aullaban de felicidad al sentir a la otra cerca, movían la cola de felicidad al ver a sus humanas juntas tal y como lo planeó el destino.
 
 
 
 
 
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Enamorada de mi Abogada (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora