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Los rayos de sol entraban por aquella ventana, iluminando la cara de ambos que dormían plácidamente, hasta que se escuchó una alarma proveniente del celular del mayor, gracias a esto su sueño fue interrumpido y por eso se levantó con mucha resaca.
Se sentó sobre la cama, aún con los ojos cerrados, el pelo todo hecho un desastre, su mirada se dirigió al celular que sonaba y sonaba, retumbaba sus oídos, Insoportable.
Apagó la alarma y se fijó en la persona que se encontraba al lado de él, ¿Que mierda hacía con un chico en la cama, desnudos?, Bueno, Emiliano no tan desnudo ya que llevaba la parte de abajo nomás, en cambio su acompañante estaba completamente desnudo.
No sabía quién era, permaneció su mirada en él mientras trataba de descifrar quien era, hasta que su consciente le hizo recordar muy poco de anoche, el era...¡El arquero Croata!, Con quién se había besado, lo único que recuerda es eso.
Emiliano quería dejarle su número mediante algo, pero no se le venían ideas, hasta que se le ocurrió abrir el cajón de la mesita de luz que se encontraba allí; la abrió y encontró un pedazo de hoja donde se le vino a la mente dejarle una carta, pero había un serio problema, ¿Con que lo escribiría?, Busco y busco pero no encontró, Que lástima. Pensó.

Se quedó allí mirando el techo esperando que su acompañante despertará, eran las 11 de la mañana y aún no se despertaba, se impaciento y se le dio por empezar a colocarse la ropa, total en alguna ocasión se encontraría con él o quizás no.

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Livaković se levantaba de la cama, abría sus ojos con total lentitud, con un terrible dolor de cabeza, su cuerpo dolía horrible, casi no se podía ni mover.
Le pareció raro despertar en una habitación que no fuera la suya, miro a su alrededor sin poder procesar nada. Cuando vio su torso desnudo y sumando su cuerpo desnudo, abrió sus ojos cómo plato. ¿Había echo el amor con alguien que ni reonocía?, Que estúpido se sintió, no recordaba mucho de ese momento.
Se colocó su ropa, dispuesto a irse, pero al querer caminar hacía la puerta, un molesto dolor en las caderas lo hizo jadear de dolor, ¿Tan fuerte lo habían cogido?. Pensó.

Agarró su teléfono y entro a WhatsApp dónde le mandaría un mensaje a su capitán.

Livaković
Luka, ¿Te importaría venir a buscarme?, Es que no se dónde estoy.

Modric
¿Seguís en la discoteca?

Livaković
¿Que discoteca?

Modric
Estás lento amigo, la discoteca que fuimos ayer, te deje solo porque no te encontraba y según lo que me dijo mí bebe, es que te fuiste con su arquero, el de Argentina.

Confíe y me fui sin vos, perdón.

Livaković
¿ME ACOSTE CON ESE IDIOTA?, Tenés que estar haciendome una maldita broma.

Modric
Lamentablemente no, ¿Voy a buscarte?.

Livaković
Si, porfavor.

Su capitán leyo el mensaje y lo dejo en visto, Dominik se tranquilizó y se empezó a cambiar mientras trataba de recordar lo de anoche, ¿Se había acostado con el Argentino?, Se maldecía, ocultaba su odio por él, lo detestaba mucho. A veces se notaba pero no le importaba mucho que digamos, fue hasta la puerta, sin antes de guardar el celular en su bolsillo y la abrió lentamente esperando no encontrarse a nadie. Caminó hasta la entrada de la discoteca, no había nadie por suerte y salió, camino hasta la esquina del lugar susodicho y espero por su capitán.

[...]

— ¿Así que me acosté con el idiota ese?. — Menciono rompiendo el silencio entre los dos.

— La verdad no sé, no estuve ahí, pero Angelito me dijo que te fuiste con el al sector de habitaciones. — Contesto mientras manejaba.

— Ojalá no se vuelva a repetir. — Comenta mirando de mala gana el paisaje.

— Por cierto, tenés un chupeton en el cuello.

Dominik agarró su celular, entro a cámara y se fijó su cuello, Puta madre, le había dejado un chupeton.

...

Llegaron y fueron juntos hacía su habitación, en completo silencio, Ninguno quería soltar alguna palabra.

» Ligue « | Dibu x Livaković Donde viven las historias. Descúbrelo ahora