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Un nuevo día había llegado, los pájaros cantaban, el viento se hacía presente soplando los árboles lentamente y un sol radiante aparecía por detrás de esa ventana.

Emiliano se encontraba sentado en la esquina de la cama, pues los rayos del Sol lo habían despertado, traspasaban la ventana junto a la cortina. Este se molestó mucho pero no podía seguir durmiendo igualmente, así que se levantó con mucha resaca y se dirigió al baño donde hizo sus necesidades cómo ser humano.
Luego se cambió, se puso la ropa del entrenamiento, si, tenía asignada la ropa de cada ocasión.
Cerró la puerta y bajo por las escaleras, cuando entro al Lugar dónde desayunaban los países respectivos del grupo C, Arabia Saudita y México ya se encontraban allí. Mientras que la mitad de la Selección Argentina estaba allí, los de la Selección Polaca no se encontraban, le pareció rarísimo.
Se sentó junto a Lionel, su mejor amigo y lo saludo.

— ¿Cómo anda nuestro San Dibu? — Pregunta el capitán dándole unas palmadas en la espalda.

— Cómo siempre, vos?.

— Yo bien, tranquilo.

— Me alegro. Che, vos sabés dónde anda el fideo? — Pregunta con un gran nivel de preocupación, pues su amigo no se encontraba allí en el comedor.

— No sé nada de el desde que se fue con vos. — Contesta preocupado igualmente.

— Pensé que sabías algo, ya que como eras el compañero de habitación.

— Naa, no apareció el fideito, ni lo vi entrar. — Comenta.

— Uh bueno, vamos a ver si aparece, si no tenemos que avisarle a Scaloni. — Avisa el capitan mientras agarraba su taza de café.

— ¿De quién hablan? — Pregunta Otamendi metiéndose al tema de conversación.

— Hablamos de Fideito, no aparece desde ayer — Menciona el arquero mirándolo.

— Si ahí está el fideo — Dice Otamendi señalando a la puerta de entrada al comedor.

El capitán y El arquero se giraron al mismo tiempo a dónde señalaba el defensor, se sorprendieron por qué era verdad lo que había dicho,pensaron que les había jugado una broma, pues este era muy bromistam Estaba ahí entrando con una cara de muerto.
Lionel se levantó y fue hacía la persona señalada.

— Amigo, Dibu y yo pensamos que habías desaparecido. — Menciono Lionel pasando su brazo por el cuello de su amigo mientras caminaban hacia donde el comedor

— Recién volví, estaba en el otro hotel, donde está Croacia.

— Tranqui igual eh, para, ¿Porqué estabas ahí? — Cuestionó mirándolo confuso.

— Nada que te importe, es un tema privado y no me siento a gusto contarlo. — Comenta.

Lionel asiente dando a entender que no preguntaría nada sobre aquello.
Apenas Ángel llego a la mesa, Dibu le empezó a preguntar muchas cosas, pues este estuvo preocupado.

— Amigo, ando con un malhumor terrible, y para no cagarla, no me hables. — Dijo con una cara de culo tremenda.

— Uh bueno, no te hablo entonces.

— Fideo, ¿Querés que te busque el desayuno o lo haces vos?. — Cuestionó el capitán colocando una mano sobre el hombro del mencionado.

— Gracias Lio, pero yo voy, igual gracias. — Agradeció la ayuda por parte de su capitán mientras lo miraba, le brindo una sonrisa y se largo a buscar su propio desayuno dejando al Arquero y al Capitán solos.

— Asi que conmigo no quiere hablar y con vos si?, que decepción — Menciona Emiliano mientras movía la cabeza a ambos lados, negando rotundamente por la actitud de su mayor.

— Ya se le va a pasar, seguro.

» Ligue « | Dibu x Livaković Donde viven las historias. Descúbrelo ahora