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Barcode sonrió brevemente cuando se sentó en la banqueta al lado de Jeff.

Había estado jugando un rato con Nomi, el perrito de Jeff. Le había estado persiguiendo por un buen par de minutos por todo el patio, hasta que sus piernas no dieron para más.

— ¿Estás cansado? — inquirió el pelinegro, le tendió un vaso con agua de limón y el contrario la bebió gustosamente.

— Nomi es muy energético, algún día hará que mis piernas se salgan y se busquen a alguien más — ambos rieron unos momentos.

Un pequeño silencio se sentó entre ellos, aunque esta vez era más cómodo. Barcode volteó a ver al mayor, éste tenía una cicatriz en la mejilla y una en la palma de la mano.

Habían pasado cerca de dos semanas desde el incidente.

Ciertamente se asustó al principio, Jeff había sentenciado la muerte de dos personas, pero todo por protegerle. Entonces cambió un poco su forma de pensar, ahora le agradecía. Y su corazón se sentía calentito al pensar en cómo le había salvado ese día, y en como sus brazos le habían sujetado para que no cayera.

— Jeff — el nombrado volteó hacia el castaño inmediatamente, le vio morder su labio inferior en señal de nerviosismo y a él se le hizo sumamente tierno. — ¿En verdad, uh, en verdad tendremos que casarnos? —

— Sí— asintió—, así está escrito. —

— ¿Y lo quieres hacer porque está escrito o por...? — la pregunta quedó en el aire, un leve rubor se apoderó de sus mejillas y bajó la mirada.

Jeff pareció leer su pensamiento, así que se apresuró a contestar. — Me quiero casar contigo porque siento que te quiero — confesó.

Barcode sintió sus mejillas arder. A decir verdad ya no se preocupaba demasiado, solo se dejaba llevar. Como los ríos de aguas vivas.

— Uhh, sí, mmjum — balbuceó. — ¿Y... De verdad todo esto tiene que pasar—

— Es necesario para que el mundo pague por sus pecados, nosotros somos quienes le pondremos final a todo. Si lo quieres ver de otra manera, yo tengo que estar a tu lado, y tú al mío —

Estar uno al lado del otro. Jeff a su lado... Y de nadie más. Porque Jeff lo quería, no porque simplemente así había estado destinado desde los principios. Sino porque Jeff lo quería a él.

Jeff quería a Barcode.

Y mirando atrás, sobre su infancia y su adolescencia, sobre sus padres y amigos y sobre todo lo que Jeff había hecho por él... Por todas las elecciones y decisiones que Jeff lo había dejado tomar y la forma tan suave y dulce con la que le había tratado.

Barcode se decidió.

— Está bien — Barcode asintió tras soltar un suspiro.

— ¿Qué está bien? —

La mirada de Barcode se clavó en la de Jeff, ambas se conectaron como si se conociesen desde hace años. Un escalofrío que les recorrió de pies a cabeza, que les hacia sentir bien. Tan bien.

— Jeff, Casemonos —

Barcode estuvo seguro. 

Born for evil || JeffBarcodeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora